Jerez

"La verdad es que estoy contento con el horario, es muy llevadero"

Javier Vargas es un joven jerezano de 23 años que, como muchos otros, intenta compaginar sus estudios con el trabajo. Actualmente está acabando la diplomatura de Empresariales en el campus de Jerez, y pone todo su esfuerzo en sacar sus estudios adelante trabajando en una frutería.

"La verdad que la idea fundamental para la que trabajo, es la de pagarme los estudios. Aunque parezca fácil y cómoda la vida del estudiante, económicamente tenemos que pasar muchos apuros", apunta. Además asegura que "el dinero hace falta, además de para pagar matrícula, apuntes y demás, hay gastos personales que los padres no se pueden permitir. Por este motivo hay que trabajar y buscarse la vida cómo sea".

Javier lleva cuatro años trabajando en una frutería. "Se trata de un negocio familiar. Mi padre va por las mañanas y yo voy cuatro horas por la tarde, la verdad que no es mucho tiempo".

El trabajo lo consiguió fácilmente al ser su padre el dueño de la frutería. En este punto insiste "además de colaborar con la familia, me saco un dinero para mí". El estudiante está muy cómodo trabajando allí, contento y satifecho. Javier dice que le gusta el horario y piensa que el sueldo no está nada mal "por lo menos tengo para mis cosas".

La verdad es que cuesta trabajo estudiar y trabajar a la vez . Javier, parte de trabajar en verano, en invierno también ayuda a su padre de vez en cuando. "Lo importante es organizarse, además mi horario es muy bueno y tampoco me quita mucho tiempo. Aunque también es cierto que me deja menos tiempo para salir con mis amigos o con mi novia".

Este estudiante de Empresariales comenta que "cuesta un poco sacarse las asignaturas, la verdad que tengo algunas atrasadas por eso intento estudiar por las mañanas. Este año estoy dando clases particulares, que también es un gasto, pero las necesito para aprobar una asignatura".

La situación en la que se encuentra Javier Vargas es bastante 'llevadera'. Todas las mañanas va a clases particulares y partir de las seis de la tarde comienza su trabajo en la frutería. "Este año no voy a poder irme de vacaciones, entre que no tengo dinero y que no tengo tiempo", concluye el estudiante mientras despacha fruta.

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