EL PORQUÉ DEL PARQUÉ

... Y vino el lobo

Los mercados de valores de todo el mundo han vivido una semana de auténtico infarto. El llamado "miedo escénico", cuando no verdadero pánico, han presidido sesiones con profundas correcciones, especialmente el miércoles 23 con el índice IBEX-35 bajando un 7,54% -la mayor de la historia del indicador-. Cierto que al día siguiente, se produjo la mayor subida de la historia, un 6.95%. En resumen, nuevas caídas semanales que elevan las pérdidas en lo que llevamos de mes al 13,44%. La brusquedad de estos movimientos han llevado la volatilidad del mercado a tasas superiores al 30%. Las constantes subidas y bajadas de los títulos cotizados, la importancia del rango de estos movimientos y el pesimismo generalizado, han provocado continuas ventas de acciones sin distinciones de ninguna clase. El citado miércoles, con un volumen especialmente llamativo - hay que señalar que en este sentido tuvo una gran importancia la liquidación de posiciones de Societé Genérale por un fraude no controlado -, se produjo lo que en la jerga llamamos una capitulación en toda regla, señal, por otra parte, de un posible suelo de mercado en el corto plazo.

Ya habíamos avisado, como la mayoría de los comentaristas del mercado, que existían numerosas razones para pensar que la corrección estaba cerca. Que viene el lobo... que viene el lobo. Y el lobo se ha presentado. Las correcciones desde mediados de diciembre superan el 20% y las acciones de sociedades de pequeña capitalización superan, en la mayoría de los casos, niveles del 40-50%. Del sector inmobiliario-constructor para qué hablar y el financiero no levanta cabeza. No están las cosas para alegrías, ciertamente, pero, y la historia se repite, muchos de los afectados podrían haber evitado esta severa corrección que se lleva por delante una gran parte de los ahorros y, que los deja atrapados si no desean materializar las pérdidas generadas con la iliquidez de la inversión por una larga temporada.

Y no será porque no hemos señalado, hasta la saciedad, que en Bolsa gestionamos inversiones, pero, al tiempo, riesgos. Toda compra de acciones debe generar un stop loss, es decir, un precio a partir del cual debemos cancelar nuestras posiciones, asumir las pérdidas y recuperar la liquidez. Siempre podemos aprender de nuestros errores y, en este sentido, invertir en Bolsa debe llevar aparejado, siquiera modestamente, un sistema de especulación. Si les digo que la ruptura del nivel 15.600 del IBEX-35 justificó la cancelación de inversiones, probablemente a día de hoy, no les diga nada, pero, objetivamente, gráfico en la mano, era lo suyo. En cierto modo es lo que diferencia la gestión profesional de los "siempre alcistas". Los primeros están absolutamente convencidos de que gestionan una posición de riesgo, los segundos se enteran ahora, después de cinco años de subidas ininterrumpidas, que lo que sube también baja, y de que manera...

Del lado americano, los indicadores macroeconómicos que se publicarán en los próximos días, volverán a reflejar los indicios de desaceleración económica. La demanda de viviendas sigue contrayéndose, con caídas de las ventas de viviendas nuevas. El acceso al crédito por parte de las economías familiares dificulta su adquisición, claro ejemplo del traslado de la crisis financiera a la economía real.

En Europa, el BCE sigue centrado en su objetivo de lucha contra la inflación y mira para otro lado en cuanto a las turbulencias de los mercados y los síntomas de desaceleración económica en la UEM. Pensamos que el menor crecimiento mundial, la reducción de precios en las materias primas y energía para 2008 deja margen para reducir las expectativas inflacionistas y ello da recorrido a próximas bajadas de tipos. Europa es, en estos momentos, una economía débil, con el consumo privado deprimido y dependiente de las exportaciones. En este sentido, hay que señalar que el 40% de las mismas se dirigen a EEUU y Reino Unido. El BCE sigue apostando por la ortodoxia monetaria germánica, pero los riesgos de una caída brusca de la actividad económica le obligará a bajar tipos a mediados de año.

Nuevamente insistimos del riesgo que corremos al entrar en los rebotes del mercado. Es normal que se recuperen una parte de las importantes caídas de los dos últimos meses, pero los escenarios que por el momento se descuentan obligan a la prudencia. Si está pendiente de los movimientos diarios, tiene agilidad operativa y limita sus pérdidas, puede aprovechar los excesos del mercado, si, por el contrario, solamente invierte porque considera que un valor ha bajado demasiado y ya está, le recomiendo que espere. Seguramente lo podrá comprar más barato dentro de unos meses.

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