Tierra de nadie

¡¡Y... vuelta la burra al trigo!!

LEO en la prensa que Mariano Rajoy y Felipe González se han reunido, en privado y extraoficialmente, en la Moncloa. Sigo leyendo y me entero de que la citada reunión, "causa indignación entre una buena parte de altos cargos del PP y del PSOE" y, claro, me quedo 'pasmao', incluso a estas alturas de la trágica 'película' que los mediocres prepotentes que nos mangonean, se empeñan en protagonizar.

¡Ya me dirán ustedes! Si se detienen y roban unos minutos de su ajetreado entorno financiero en busca de un miserable duro para pagar los impuestos que luego se gastarán 'sus señorías', por ejemplo, en lingotazos en el bar del Congreso, o 'sus otras, también, señorías, en este caso, andaluzas"'en cobrar dietas - de 800 a 2000 euros mensuales-, incluso en los cuatro meses de vacaciones que tienen; si, después de haber sudado para reunir 'el duro de Montoro', les queda algo para pagar la receta del medicamento que necesitan y, si quitando de aquí y de allá, aún les sobra para las tasas del procedimiento judicial en el que está inmersos; es que son ustedes la leche pero, eso sí, ¡calladitos y sin protestar!, ¡eh!, que ya vendrá Cayo Lara -'el 15º indignado'-, Cándido Méndez -el relojes-, el inefable Llamazares, o 'Toxo' -el cruceros-, a gritar por ustedes -eso nos dicen ellos- y llevárselo, también, calentito. Bueno, "se me fueron los pavos…", les decía que, si se detienen por unos momentos a examinar los motivos del cabreo de los barones 'populares' y 'psocialistas', encontrarán la clave para entender el porqué de casi todos los males que, como ciudadanos españoles y miembros del colectivo social y cívico al que pertenecemos, nos aquejan.

En efecto: ¿por qué profundo y razonado motivo se pueden enfadar 'mucho' los capitostes del PP y del PSOE cuando se enteran de que el presidente del Gobierno se reúne con uno de los ex presidentes del Gobierno del primer partido de la oposición?, ¿por qué justificada razón, cuando se supone que todos están de acuerdo -eso nos dicen- en buscar 'un pacto de Estado' para salir de la crisis de los cojones, les puede sentar a cuerno quemado que Rajoy hable con González, si se enteran que antes lo hizo con Zapatero, que lo hizo, ¡ni les cuentooooo!- para escucharse, intercambiar criterios y tratar de alcanzar acuerdos de fondo? La respuesta es clara, concisa, obvia e irrefutable: motivo: ninguno, causa: ninguna. ¿Entonces?... ¡"ter mi uahapen"! -del gibraltareño: ¡tell me what happen!, en castellano: ¡dime qué pasa! -, es que como Gibraltar iba a ser español…-

Pues lo que pasa… lo que pasa es que la razón penúltima, de muchos de las desgracias que abofetean nuestra convivencia, zarandean nuestra sociedad, se burlan de la Justicia y se ríen de nuestro futuro es la misma por la que se nos enfadan los prebostes politiqueros; lo que pasa es que estamos a merced de incompetentes, embusteros, incumplidores, egoístas y mediocres, eso, es lo que pasa.

En efecto: ¿cómo se pueden enfadar por la celebración de una reunión, entre otras cosas: necesaria, conveniente y beneficiosa a todas lógicas luces; sin saber los resultados de la misma?, sencillo: porque les dan igual los resultados, ¿no lo comprenden?, no les importa nada que no sea ellos mismos. Si no fuese así, al menos, aguardarían a conocer de que se habló, cuáles fueron las actitudes y cuales los resultados, pero no, ¿para qué? Para ellos sólo cuenta el protagonismo que puedan alcanzar y la garantía de 'mantenimiento del chollo' que esta circunstancia les pueda proporcionar, el resto es circunstancial ¿Qué más da que lo supieran o no?, lo que importa es que se celebró, lo que importa es que Rajoy y González, se vieron, se sentaron y hablaron.

Hay que felicitar, sin ambages y muy efusivamente, a los dos, hay que desear y esperar que, ojalá, se sentasen los cuatro: Rajoy, Zapatero, Aznar y González -D. Adolfo Suárez, enfermo y Calvo Sotelo, fallecido; son ausencias obligadas- con cierta asiduidad, no sólo de modo testimonial, para hablar y acordar, y hablar y ayudar, y hablar y actuar. El solo hecho de saber que los cuatro están a una, por 'razón de Estado', con independencia de criterios personales, opiniones distanciadas y tácticas de partido, cambiaría - al menos podría hacerlo, yo así lo creo- el pasodoble y, a lo mejor, la burra, por un tiempo, dejaría de ir al trigo, aunque fuese en busca de algarrobos. Lo que sobran son mediocres, mezquinos y miserables.

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