Jerez

La vuelta a casa más deseada

  • Doce de las familias afectadas por el derrumbe en La Constancia vuelven a sus hogares · Las cuatro viviendas más próximas al siniestro no pueden aún ocuparse

Tras unos diez días acogidos en casa de familiares o bien en el Albergue Juvenil Jerez, doce de las dieciséis familias que hubieron de ser desalojadas tras el derrumbe en un bloque de la barriada de La Constancia pudieron volver ayer a ocupar sus casas, situadas en la plaza Pedro Romero 5 y la calle José Gómez Gallito, número 3. Tal como estaba previsto, ayer mismo se entregaron a los afectados las resoluciones que, suscritas esa misma mañana por la Alcaldía, permitían el regreso a sus hogares "al haber desaparecido el peligro inminente" que obligó el pasado día 24 al desalojo de los dos bloques.

Desde primeras horas de la mañana de ayer, los vecinos guardaron espera hasta obtener la resolución. Juan Miguel Payán, vicepresidente de la asociación vecinal 'La Fraternidad', informó ayer que los vecinos volvieron a sus hogares "con muchísimas ganas y con la confianza absoluta de que se completará la rehabilitación en la barriada. Todos han regresado con mucha ilusión después de tantos días fuera de sus hogares. Han cogido los 'oficios' y ya están de nuevo organizando sus casas. Vuelve la tranquilidad a La Constancia. Esperemos que no haya más sobresaltos". Los vecinos, en palabras de Miguel Payán, están muy esperanzados en que los trámites se agilizarán para que, en un breve plazo de tiempo, sean terminados los bloques que restan por rehabilitar, al igual que el resto de la barriada.

Los servicios técnicos de la delegación municipal de Urbanismo han adoptado, durante los últimos días, diversas medidas de seguridad en las edificaciones afectadas, que han consistido en la colocación de la cubierta metálica en la zona desplomada (la casa del matrimonio Flores) y el apuntalamiento de la bóveda que cubre la escalera del bloque del número 3 de la calle José Gómez Gallito .

De esta manera, son sólo cuatro las viviendas que siguen sin ser ocupadas y que están situadas en la vertical de la zona en la que se produjo el derrumbe. Estas viviendas no pueden ser utilizadas, según informó ayer la oficina de Prensa municipal, como consecuencia directa de los daños que se originaron en el siniestro, "toda vez que el estudio especializado acerca de las causas del derrumbe apuntó que se trató de un hecho puntual que en nada tiene que ver con la situación estructural del inmueble, que ofrece todas las garantías de seguridad para sus habitantes.

Mientras esto ocurre, Francisco Flores y su mujer María Coronil siguen recuperándose en casa de una de sus hijas, Mamem, un piso en el parque de La Canaleja. Paco Flores no sale aún a pasear a la calle, pero hace vida normal en la casa; debe de mantenerse en absoluto reposo, por consejo médico, para evitar sobresaltos en su tensión arterial.

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