Los catadores de la Guía Peñín, con Carlos González al frente, son grandes prescriptores de los vinos del Marco de Jerez, la primera parada de su recorrido anual por las regiones productoras españolas y posiblemente la única que mantiene una media de más de noventa puntos en la última década. González y compañía completarán hoy las catas de los jereces, pero tras la primera jornada están en condiciones de atestiguar que la Denominación de Origen "va a mejor", lo que se traducirá en un aumento de la puntuación de sus caldos en la próxima edición de la guía que sirve de referente a miles de consumidores españoles y extranjeros a la hora de elegir un vino.

La cata de ayer en el Consejo Regulador deja en los catadores de Peñín muy buen sabor de boca, "sensaciones muy positivas" en palabras de Carlos González, quien subraya que "es indudable que Jerez, por la diferencia y por la calidad, es una región única".

"Cuesta encontrar una región tan diferente y con tan alto nivel cualitativo", insiste el director de la Guía Peñín, un enamorado de los jereces secos -no así de los dulces-, en los que encuentra "un alma y una magia inigualables".

González disfruta de su estancia en la zona, en la que se felicita de la actual tendencia a elaborar vinos de alta gama y mayor valor frente a la apuesta por el volumen que desembocó en la larga crisis del sector. "Somos conscientes de la mini revolución que está viviendo el jerez en la búsqueda de la diferenciación por el pago de procedencia", explica González, quien anima a las grandes bodegas del Marco a que apuesten por el camino ya emprendido por pequeños y jóvenes viticultores, porque "eso se tiene que ver embotellado".