Jerez

Williams & Humbert pagará un 15% más por la uva del Marco en función de la calidad

  • La bodega rompe la balanza en favor de las buenas prácticas en el viñedo para revalorizar el jerez 

  • Compensará el grado, sanidad, pago de procedencia, recogida a mano y despalillado

Detalle de un capacho con uva vendimiada en una viña del Marco en la presente campaña.

Detalle de un capacho con uva vendimiada en una viña del Marco en la presente campaña. / Miguel Ángel González

Bodegas Williams & Humbert ha dado un paso decisivo en la apuesta por la calidad y la revalorización del viñedo y los vinos de Jerez. La firma bodeguera jerezana empezará a pagar a partir de esta misma campaña la uva del Marco en función de distintos parámetros que refuerzan la calidad, idea a la que llevaba unos años dándole vueltas y que enlaza con la vieja reivindicación de los viticultores de premiar las buenas prácticas en el viñedo en aras de un aumento del precio de la materia prima y, por extensión, de los vinos jerezanos amparados por la Denominación de Origen.

“Williams da un paso adelante para empezar a valorar una serie de parámetros cualitativos de la uva que van más allá del grado, pues también tendrá en cuenta aspectos sanitarios, el pago de procedencia –Añina, Balbaina y Carrascal–, la cercanía al lagar, la recogida a mano y, si es vendimiada con máquina, el despalillado”, explica Rafael Medina, director de Operaciones de la casa del Fino Pando y el Canasta Cream.

En su nueva política de pago, la bodega mantendrá el precio base de la última campaña, que ronda las 62 pesetas –el equivalente a 37 céntimos de euro–, a partir del que se establecen unos complementos u pluses por cada uno de los factores cualitativos con los que los proveedores pueden percibir cerca de diez pesetas más, hasta rondar el precio final las 70 pesetas –42 céntimos de euro–.

La bodega mantiene el precio base de 37 céntimos de la última campaña al que sumará distintas gratificaciones

La familia Medina, al frente de la bodega, cuenta en la actualidad con una veintena de proveedores, tanto titulares de viñas grandes como pequeños viñistas, a los que compran del orden de tres millones de kilos de uva anuales.

Se trata de una subida importante, que puede traducirse en el mejor de los casos en un incremento de cerca del 15%, señalan desde la firma jerezana, que quiere contribuir de esta forma a dar un impulso a las depreciadas viñas del jerez en un año especialmente complicado para el sector productor, que en la presente campaña ha tenido que hacer frente a fuertes gastos adicionales en tratamientos por la proliferación de enfermedades, en particular el mildiu, además de soportar una caída de la producción final del 7% en otra vendimia corta que se suma a la ya escasa cosecha con la que se cerró la de 2019. La iniciativa, no obstante, tiene vocación de continuidad para incluso ir aumentando el precio paulatinamente.

La medida, que según la información recabada por este medio estudian aplicar también otras bodegas del Marco, es un aliciente para los castigados bolsillos de los viticultores frente a la falta de rentabilidad que arrastra el viñedo desde hace décadas y que dificulta su viabilidad.

Los Medina están a la espera de conocer la calificación final de la vendimia, es decir, el dato sobre la cantidad de mosto que se destinará a la elaboración de los vinos de Jerez de acuerdo con el rendimiento máximo estipulado por el reglamento de la DO, para abonar las cantidades que correspondan a cada proveedor, entre los que la noticia ha sido acogida con gran satisfacción.

La iniciativa tiene vocación de continuidad para ir aumentando incluso el precio paulatinamente

Según Rafael Medina, “la reacción de los proveedores a los que se los hemos comunicado ha sido muy positiva, ya que lo ven como un premio o una recompensa al trabajo bien hecho”.

El presidente de la compañía, Jesús Medina, recalca que la bodega contribuye de esta forma a que “el Marco se enfoque más hacia la calidad, empezando por la materia prima, un paso que habría que haber dado hace tiempo” y que supone “un cambio de mentalidad que las bodegas vienen asumiendo desde hace algunos años y que debe ayudar a que los viticultores dejen de pensar en producir por kilos”.

Williams & Humbert espera que el resto de bodegas se incorporen a este cambio de mentalidad para convertirlo en nueva tendencia, idea que comparten los viñistas independientes de Asevi-Asaja, que aplauden este avance que acerca al Marco de Jerez a otras regiones vitivinícolas del país donde se paga por el terruño.

“No puede tener el mismo precio la uva con la que se elabora el mosto de una cooperativa donde se mezclan uvas de 23 viñas diferentes que la de un viticultor pequeño que cuida al máximo su viña”, señala un responsable de Asevi, quien apostilla que “es una buena noticia en un año malo y por algo se empieza”.

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