FRAUDE EN ORTOPEDIAS

Citan el mismo día a 16 testigos en sillas de ruedas

  • Ocho personas son investigadas por recetas falsificadas

Dos  testigos abandonan los juzgados tras su declaración

Dos testigos abandonan los juzgados tras su declaración

Una situación insólita hasta para una sede judicial. Los juzgados de Sevilla vivieron este miércoles una inusual actividad: el juez que investiga un presunto fraude con recetas para sillas de ruedas citó la misma mañana a 16 personas con movilidad reducida para tomarles declaración como testigos sobre el proceso de compra que siguieron.

Los testigos empezaron a llegar a las 10 de la mañana y su presencia llamó la atención por los pasillos, al cruzar los escáneres y mientras esperaban el ascensor para llegar a la sede del juzgado en la primera planta. 

Debían declarar como testigos en el juzgado de Instrucción número 2, que investiga desde enero un presunto fraude en la venta de sillas de ruedas mediante recetas falsificadas. En el caso están siendo investigadas ocho personas, entre ellas el titular de una ortopedia y un médico del hospital Virgen Macarena.

Al final sólo acudieron al juzgado once de los 16 citados. Fuentes del caso comentaron a este periódico que "quedó clara la situación de invalidez y minusvalía de todas ellas".

Según la Policía, en total se facturaron irregularmente al Servicio Andaluz de Salud (SAS) 36.277 euros. Los investigados, supuestamente, contaban con una red de captadores de personas con movilidad reducida a las que ofrecían una silla de ruedas sin necesidad de valoración médica y sin ningún trámite.

La ortopedia implicada, según la Policía, facturaba al SAS la silla más cara (3.277 euros) pero entregaba al paciente otra por importe de unos 1.000 euros.

Otra práctica consistía en apropiarse de los documentos y datos de clientes de la ortopedia que habían comprado de su bolsillo una silla de ruedas. Con esa documentación, tramitaban una solicitud al SAS que era visada gracias a la colaboración del facultativo detenido.

La mayoría de los clientes, procedentes de Torreblanca, recibían la oferta de una silla de ruedas nueva a cambio de 300 euros y la documentación médica. La ortopedia, supuestamente, rellenaba los impresos y falsificaba la firma del paciente y se lo remitía al traumatólogo investigado, que expedía la receta sin siquiera ver al discapacitado.

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