Andoni Sierra | Director

Siete loas al Crucificado

  • El primer álbum del Conductus Ensemble, un conjunto fundado por Andoni Sierra hace justo veinte años, está dedicado a Dietrich Buxtehude

Conductus Ensemble en la iglesia de Asteasu (Guipúzcoa), donde se hizo el registro.

Conductus Ensemble en la iglesia de Asteasu (Guipúzcoa), donde se hizo el registro. / Jaime Razkin

Andoni Sierra (San Sebastián, 1971) fundó Conductus Ensemble en 2002, pero sólo ahora el conjunto publica su primer disco. "Soy un malísimo vendedor. Funcionamos sobre todo en el norte de España, por el boca a boca. Me lo dijeron alguna vez, pero no me interesaba mucho. Hasta que las cosas se han torcido y te dicen que si no tienes un disco no eres nadie. Así que decidí empezar a grabar, y esta ha sido la primera propuesta, después de veinte años, en los que hemos hecho casi toda la música vocal importante de Bach y muchas otras cosas, como 150 programas diferentes. Pero más vale tarde que nunca".

–Después de hacer tanto Bach, ¿por qué empezar con Buxtehude?

–Buxtehude requiere una plantilla más pequeña y el coste era más asumible. Pero también había otra razón: no es que Buxtehude sea el comienzo de Bach, pero no deja de ser su semilla.

¿Está Membra Jesu Nostri dedicada a la Semana Santa?

–Cuando uno lee el título y lee los textos, lo identifica con la Semana Santa, pero no lo sabemos con seguridad. Hay muchas dudas. No se sabe si es un encargo de la corte sueca a través de su maestro de capilla, Gustav Düben, o si es una música escrita para su Abendmusik de Lübeck. Tampoco se sabe si está concebida como una pieza unitaria, para ser tocada seguida, o no. Lo que no hay duda es de que es una obra maestra. Posiblemente la gran obra maestra para formación grande en la producción vocal de Buxtehude.

Buxtehude - Andoni Sierra Buxtehude - Andoni Sierra

Buxtehude - Andoni Sierra

–¿Esa idea de que las cantatas estaban escritas una para cada día de Semana Santa entonces no es cierta?

–Queda muy bonito, pero es difícil de justificar algo así. Por qué la adoración de los pies va el lunes y las rodillas el martes. Realmente no se sabe. La temática acerca la obra a la Semana Santa, pero podría ser un ejercicio de adoración en línea con la corriente pietista, muy activa en una ciudad como Lübeck

Musicalmente, aparte del obvio peso de la tradición luterana desde Schütz, ¿hay en ella también mucho de italiano?

–Sí, y es que Lübeck era un punto estratégico a todos los niveles. Era el punto de encuentro del comercio europeo con el mundo escandinavo; había una riqueza tal que atraía a músicos que llegaban desde toda Europa, pero muy especialmente desde Italia. Está documentado que músicos italianos pasaron por Lübeck camino de Escandinavia y tuvieron contacto directo con Buxtehude, así que ese mundo lo conocía bien.

–En sus interpretaciones bachianas suele usar coros bien nutridos, ¿rechaza esa idea de hacer Bach a voz por parte?

–Respeto esa visión, que aporta una transparencia y una claridad indudables, pero personalmente cuando Bach escribe coros, turbas y presenta al pueblo gritando "¡Crucifícalo!", me imagino más un nutrido grupo de cantantes haciendo ese grito. Si tienes un coro relativamente grande (y hablo de cinco o seis voces por cuerda) eso coge una dimensión diferente, una profundidad que yo creo que va muy bien a esta música. Para este proyecto de Buxtehude han sido tres voces por cuerda, que tampoco es mucho. Es cierto que hay muchas grabaciones de esta obra hecha solo con los solistas, pero esta es otra de las cuestiones que no se conoce con precisión. Buxtehude escribe en tablatura alemana y es Düben quien hace copias, y de la cantata nº2 ha quedado un manuscrito en el que se puede leer "voz de ripieno". Eso ya da una pista. Düben consideró que se cantaba con una voz solista y al menos una de ripieno (no sabemos si eran más, pero por lo menos una). También sabemos que en las Abendmusik de Lübeck, Buxtehude escribe papeles para coralistas. Y como todo en la vida pasa por tomar decisiones, yo tomé esta decisión, con la que creo que la música cobra una profundidad especial.

Esta obra tiene además otro aspecto singular, y es que una de las cantatas (la que se dirige al corazón) exige el acompañamiento de un quinteto de violas.

–No deja de ser una muestra de que Buxtehude buscaba una sonoridad especial y la clavó. Un consort de violas para la cantata que se dirige al corazón es brutal. A mí personalmente es la que más me gusta de las siete. Me parece inspiradísima.

Andoni Sierra durante un ensayo para un concierto de la Semana de Música Religiosa de Cuenca. Andoni Sierra durante un ensayo para un concierto de la Semana de Música Religiosa de Cuenca.

Andoni Sierra durante un ensayo para un concierto de la Semana de Música Religiosa de Cuenca. / Santiago Torralba

Veo en la plantilla muchos músicos sevillanos. ¿Hay buen feeling?

–Hay muy buen feeling. En 2020 estuve haciendo en Sevilla el Concierto de Navidad [dentro del Otoño Barroco que organiza la Asociación de Amigos de la OBS]. Trabajo con músicos de toda la geografía española y para el proyecto de Buxtehude necesitaba gente que se conociera muy bien, y cuando íbamos a grabar, nos encontramos con muchos problemas de agenda. Entonces pensé en Ventura [Rico], Leo [Rossi], Mercedes [Ruiz], que se conocen de maravilla, se lo propuse y como habíamos tenido muy buena relación, me dijeron que sí, y yo encantado.

–Y como solista está Jone Martínez, un meteoro en el Barroco español…

–Es impresionante. Ella estudió Pedagogía musical en Musikene y trabajaba con diversos coros del Conservatorio de Lejona. Una compañera suya de Musikene la animó para que hiciera canto, y se apuntó a canto después de hacer Pedagogía, y en ese paso en una ocasión que yo tenía que hacer un Requiem de Fauré y la soprano que trabajaba conmigo estaba enferma, me dijo que la llamara a ella. La llamé, nos conocimos, según hicimos la audición le dije que tenía una Misa en si menor en Cuenca y si se atrevía a hacer los solos. Se lo pensó, porque es una chica que suele meditar mucho las cosas, me dijo que sí, y ese fue su gran bautizo, porque hasta ese concierto de la Semana de Cuenca de 2018, con retransmisión en directo de Radio Clásica, habíamos hecho un Requiem de Mozart, pero a nivel mucho más local, allí en el País Vasco. De 2018 a 2022 la cantidad de cosas que ha hecho, la cantidad de grupos que la han llamado, a pesar de la pandemia, y lo que no sabe la gente es que si canta maravillosamente bien el Barroco cómo canta Haydn y cómo canta Mozart. Una barbaridad. La última cosa clásica que hice con ella fue la Misa en tiempos de Angustias de Haydn, que el Kyrie inicial tiene un papel para la soprano I muy bonito, y fue espectacular.

"Si el disco sirve para que haya gente que conozca al grupo y eso nos permite llegar a otros festivales a los que no hemos ido nunca, si puede abrirnos puertas, bien"

–¿Qué espera del disco?

–He llegado a una edad en la que hago mi camino y esperar no espero nada, y todo lo que venga bueno es bien recibido. Este es mundo en el que hay muchos intereses, y hay que saberse mover, y reconozco que yo no me muevo muy bien. Pero si el disco sirve para que haya gente que conozca al grupo y eso nos permite llegar a otros festivales a los que no hemos ido nunca, si puede abrirnos puertas, bien. A mi escepticismo existencial le sumo la experiencia de que esto no es un mundo ideal, donde todos somos amigos. Si llega algo, bien y si no, pues ya veremos con el próximo.

–¿El próximo será con Bach?

–Bueno, aún no está cerrado, pero es la idea. En 2008 hicimos la integral de los motetes en tres conciertos (San Sebastián, Toulouse y Auditorio Nacional) y fue una experiencia brutal. Lo repetimos y como salió tan bien, me han insistido mucho en que lo tengo que grabar y quizás sea eso, pero no está cerrado. Ya veremos cómo configuramos el coro, la parte instrumental…

–¿Será también con IBS?

–Esa es la idea. Lo que pasa es que Paco [Moya] tiene agenda muy ocupada, una lista de espera enorme. Es extraordinario. Trabajar con él es un lujo. Cuando estuve con él en Granada, me dijo que por qué no hacíamos algo de coro con repertorio vasco o algo así. Yo le podía ofrecer cosas, pero no es lo que más frecuentamos y tampoco sería de una calidad parecida a Bach. En cualquier caso, ya veremos. Teníamos pensado también grabar la Misa en do menor de Mozart, que sería otra opción.

–¿Y en materia de conciertos qué es lo próximo? 

–Este viernes [1 de abril; esta entrevista se hizo el miércoles 30 de marzo] vamos al Monasterio de El Escorial a hacer un programa para Patrimonio Nacional en torno al Stabat Mater de Domenico Scarlatti en el que incluimos una Misa de su padre que, por lo que hemos podido investigar, parece que es una recuperación histórica, pues no aparece programada en ningún sitio. Está publicada por un musicólogo que no ha hecho nada con ella, aparte publicarla, y es una obra en estilo antiguo muy bonita. Creo que nos queda un programa muy atractivo.

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