Cultura

Baile de autor en la Gran Manzana

  • La 'Gala Flamenca' de Antonio Canales y Karime Amaya, entre otros, abre una oferta que incluye a Eva Yerbabuena e Israel Galván.

Antonio Canales meció Granada con Triana en los tangos de la Chumbera que bailó este fin de semana en uno de los grandes templos estadounidenses de la danza, el New York City Center, que recibe ahora a la compañía de Eva Yerbabuena con dos de sus más celebrados montajes: Ay! y Lluvia. Son parte del cartel de 31 espectáculos que ofrece en su sede más vistosa, Nueva York, un Flamenco Festival que plantará su bandera en muchas otras ciudades norteamericanas, como Miami, Washington y Toronto.

En Canales, su magisterio y su carisma, echa raíz la Gala Flamenca que ha dirigido con mimo el coreógrafo e intérprete Ángel Rojas. Un montaje que pasó hace dos semanas por el Festival de Jerez y llega ahora a la Gran Manzana mucho más depurado, sin intermedio. Es un espectáculo elegante y de líneas sobrias que plantea en una hora y media un recorrido por diversos estilos del baile flamenco, acentuando con un atractivo juego de luces la singularidad de cada intérprete. El vertiginoso y sensual braceo de Jesús Carmona sobrecoge tanto como el zapateado poderoso de ese diamante por pulir que es Karime Amaya. Mejor por seguiriya que por caracoles, la sobrina nieta de Carmen Amaya enamoró durante dos noches al público neoyorquino. "Baila con el corazón, desde dentro", celebraba una admiradora de Brooklyn.

El baile español más clásico tiene su hueco en esta Gala con las perfectas diagonales y el dominio de la escena de Carlos Rodríguez. Como sucediera en Jerez, el maestro Canales, con ese tiempo propio que marca su baile, de braceo señorial y estilo reposado, enamoró al auditorio sin ocultar las cicatrices que la vida y los años han dejado en su manera de acercarse al flamenco. Canales es más grande ahora si cabe en los pequeños matices y un leve giro de cadera o un zapateado acentúan la diferencia entre él y el resto de intérpretes. Nada desmerece en todo caso en esta propuesta donde el apartado musical vibra con la voz de Rocío Bazán.

El público del New York City Center es uno de los más exigentes en materia de danza de la ciudad. La compañía de Martha Graham ocupará este escenario cuando pase el Flamenco Festival y el listón esperaba muy alto ayer a Eva Yerbabuena, pero todos los aficionados sabían que la granadina cumpliría con las expectativas y que en pocos lugares como éste se apreciaría en toda su intensidad la huella que Pina Bausch proyecta sobre esa obra maestra que es Ay!. La pieza tuvo su estreno absoluto en el programa que el Flamenco Festival desarrolla en Londres. "Allí, como en Nueva York, el público valora cada vez más el flamenco de autor", dice su director Miguel Marín.

El interés por una creatividad que no teme a las fronteras musicales explica también la expectación que hay en Manhattan por ver bailar en el Michael Schimmel al sevillano Israel Galván, cuyos trabajos en Francia o su colaboración con Gerard Mortier en el Teatro Real le han catapultado como nuevo icono de la vanguardia a este lado del Atlántico.

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