Pablo Sáinz-Villegas | Guitarrista

"El alma de la guitarra es el alma de España"

  • El riojano Pablo Sainz-Villegas registra para el sello Sony un álbum que mira a los clásicos de la guitarra española, representados por las obras de Tárrega, Albéniz y Gerónimo Giménez

Pablo Sáinz-Villegas (Logroño, 1977).

Pablo Sáinz-Villegas (Logroño, 1977). / Recámara Producciones

Considerado por muchos como el gran heredero de Andrés Segovia, el guitarrista Pablo Sáinz-Villegas (Logroño, 1977) vive a caballo entre Nueva York y Madrid, con la maleta y el instrumento siempre preparados para atender a sus continuos compromisos artísticos por todo el mundo. Aunque la pandemia ha frenado su actividad de conciertos, el músico riojano acaba de presentar en Sony Classical un nuevo disco.

–Su anterior álbum databa del año 2018 y lo compartió con Plácido Domingo. ¿Cómo valora la situación que ha vivido Domingo justo en estos dos últimos años?

–Para mí, Plácido Domingo representa uno de los máximos exponentes de la cultura española de todos los tiempos. Ha sido (y es) un embajador de la cultura española y de sus valores a nivel internacional. Ha traspasado los límites de la música clásica y de la ópera para hacerla totalmente democrática. Ha trascendido el mundo de la ópera para acercarla al pueblo. Eso es algo que a mí me inspira mucho. En mi experiencia personal y profesional ha sido una de las personas que más me ha inspirado como músico. He tenido la fortuna de tocar con él en estadios como el Santiago Bernabéu, en el Estadio Nacional de Chile o en una plataforma flotante sobre el Amazonas. Lo que puedo compartir es que su humanidad, su arte y su genio lo hacen una de las personas más especiales que he conocido. Con lo que ha pasado respecto a las denuncias anónimas no puedo decir mucho. Me parece que es alguien que merece todo el respeto del estado de de derecho en el que vivimos, porque no ha habido ningún juicio. No puedo decir mucho más al respecto. En cualquier caso, sí me gustaría dejar bien claro que obviamente estoy en contra de cualquier tipo de abuso físico o emocional contra cualquier persona. Soy un abanderado de los derechos humanos.

–Ese concierto del Rock in Río sobre el Amazonas debió de ser muy especial.

–Fue un concierto por la Amazonia que se celebró en una plataforma que se montó cerca de Manaos. Tuve la ocasión de tocar varias piezas acompañando a Plácido y fue una de las experiencias más extraordinarias de mi vida. Rodeado de toda esa selva, sobre el río, fue una situación de auténtico realismo mágico. Magia y realidad mezclados de forma muy especial.

–En este nuevo disco vuelve a lo básico de la guitarra, Tárrega, Albéniz...

–La guitarra es uno de los pocos instrumentos que está absolutamente vinculado a la cultura española. Más que un instrumento es una expresión, una identidad inmaterial de lo que representa el país. Este disco es honrar esas raíces y la multiculturalidad de nuestro país. La guitarra, por su versatilidad, pertenece a la gente. Se ha sabido adaptar a la música folclórica, a la música flamenca, a la música clásica, a la serenata, a una tuna... Ese es el valor de la guitarra. El repertorio es un vehículo para transmitir todo el valor de la rica cultura en la que vivimos. La guitarra amalgama todos esos valores conservados históricamente. Como español poder añadir mi propia voz como intérprete es una forma de honrar a todos los que celebraron esa idiosincrasia como pueblo, gente como Tárrega, como Albéniz como Giménez. Es una oda a nuestra historia, nuestra cultura, nuestro país.

Soul of Spanish Guitar - Sáinz-Villegas Soul of Spanish Guitar - Sáinz-Villegas

Soul of Spanish Guitar - Sáinz-Villegas

–¿Por qué piensa que la música de Albéniz, tan pianística por otro lado, se ha adaptado tan bien a la guitarra?

–En el cambio del siglo XIX al XX la estética musical era nacionalista. Se buscaba explorar las raíces autóctonas de cada región. Compositores como Rimski-Kórsakov, Mússorgski, Ravel, Debussy, honraron en muchas de sus partituras a España. Cuál es el instrumento vinculado a España. La guitarra. Todos esos grandes maestros españoles (Falla, Granados, Albéniz) se inspiraron en este instrumento, en los flamencos, en el folclore popular de las jotas y de la guitarra. De esas raíces lo pasaron a sus instrumentos primarios, el piano o la orquesta, pero pensando en muchas ocasiones en la guitarra. Por eso nos suena tan natural, porque básicamente es honrar esa música devolviéndola a su raíz. Por eso, la gente identifica la Asturias de Albéniz más con la guitarra que con el piano. Hay muchas piezas, orquestales y pianísticas, que suenan realmente como una guitarra transcrita. Y por eso, de forma tan natural y maravillosa, estas composiciones suenan en la guitarra como si hubieran sido concebidas para el instrumento.

–El CD se titula El alma de la guitarra española. ¿El alma de la guitarra española es el alma de España?

–Totalmente. Amalgama la multiculturalidad española de ahora y de toda su historia. No olvidemos que aquí durante 800 años convivieron cristianos, judíos y musulmanes. Pero también pasaron los fenicios, los godos, los celtíberos… Todo esto ha hecho de España un puente de civilizaciones, de paso para tantas y tantas culturas, que aportaron lo mejor de ellas, su esencia. A pesar de los retos, las diferencias y los problemas que la convivencia ocasiona, al final todo eso es un enriquecimiento. Estamos aquí para compartir, para aprender de la diferencia. Qué bonita oportunidad de transmitir nuestra voz a otros, que tienen una voz distinta. Compartir, enseñar y aprender. Eso es la música. Ahí la música juega un papel importantísimo, porque es un lenguaje universal, es el lenguaje de las emociones, unifica a la condición humana. Son estas experiencias las que nos humanizan y crean una humanidad. Cuando toco en China, USA, África, donde sea, ahí van las seis cuerdas y la música hace lo que tiene que hacer, hablar al corazón desde el corazón. El alma de la guitarra española es el alma de España y por eso me considero un embajador natural de la cultura de España en el mundo. Transmitir todo lo que son sus valores y su historia y su idiosincrasia y las historias e imágenes tan vinculadas a mi niñez. Hay gente que me pregunta si no echo de menos España cuando estoy tan lejos viajando con mi guitarra y una maleta. En realidad, no, porque España viaja conmigo. Con esas melodías viajan las vivencias, los valores, los recuerdos que tengo de este maravilloso país al que tanto amo.

Pablo Sáinz-Villegas. Pablo Sáinz-Villegas.

Pablo Sáinz-Villegas. / Recámara Producciones

–Vive entre EEUU y España, pero viaja por todas partes. ¿Se identifica a los españoles en todas partes con el sonido de la guitarra?

–Sin duda. Si escuchas un sitar piensas en la India. Y querrás ver a un indio tocándolo, con su turbante y todo… Con la guitarra pasa lo mismo. Está unida a España y allí donde va la guitarra es España. Es una manera de viajar a España, así invito yo al público cuando salgo a tocar: 'Están a punto de viajar a España, a mi país'. A partir de ahí, la imaginación es la que empieza a viajar. El público puede estar en Ohio o en Chicago, pero durante esas dos horas han venido a España. 

–A finales de año, debuta con la Filarmónica de Berlín en la Philharmonie y en el Concierto de Año Nuevo. ¿Qué supone esto para su carrera?

–Una celebración maravillosa de los sueños hechos realidad. Figúrese que la última vez que tocó un guitarrista con ellos en la Philharmonie fue el maestro Narciso Yepes hace 38 años. Los sueños existen para cumplirse. Ese es su propósito y yo soy un buen ejemplo. Es un sueño que empezó cuando yo con 18 años estudiaba en Alemania y estuve viviendo en Berlín e iba a esos conciertos, que abrieron mis oídos a otra realidad artística y sonora. En aquellos momentos, de manera inocente, puse la semilla. Cómo sería tocar con ellos, me decía. A veces los sueños tardan veintitantos años en cumplirse. Cuando uno cree en sus sueños, cuando trabaja para conseguirlos y pone una pasión honesta y entregada en que se hagan realidad tarde o temprano allí llegan a tu vida. Ir allí, tocar un concierto tan especial como el Concierto de Año Nuevo con la Filarmónica de Berlín y con su titular Kirill Petrenko y tocando además el Concierto de Aranjuez, qué maravilla. Es un día para disfrutarlo, para compartir cada nota con una emoción a flor de piel, y dar gracias por esa oportunidad. El Concierto de Aranjuez es también una obra que sirve para dar consuelo a todas estas personas que están sufriendo las consecuencias directas de esta pandemia, que están perdiendo a seres queridos, y es una llamada de esperanza para toda la humanidad. En estos momentos necesitamos estar más unidos que nunca, y el Concierto de Aranjuez entraña todo el momento emocional del maestro Joaquín Rodrigo cuando perdió a su hijo, y cómo en esos momentos de desgarro fue capaz de transmutar el profundo dolor a través de la música en aceptación, liberación y en una comunión espiritual y religiosa consigo mismo y con dios. Por muchos motivos es un concierto muy especial para mí, a nivel personal y a nivel colectivo, por los momentos que estamos viviendo. También es una celebración de España. La Filarmónica de Berlín en uno de sus conciertos más importantes del año, si no el más importante, está honrando a España, está honrando a la cultura de España. Eso es algo que celebro. Soy consciente de ese día tan especial. La Filarmónica de Berlín, la mejor orquesta del mundo o una de las mejores, ha escogido el Concierto de Aranjuez para ese día tan especial, ha pensado en mí para interpretar esa obra y me siento profundamente conmovido y con la intención y el propósito de dar lo mejor de mí e inspirar a todas las personas que puedan escucharlo. Va a ser un concierto televisado y espero que se pueda disfrutar en toda Europa y confío en que yo, como representante de España, pueda dar la mejor versión posible de una obra tan maravillosa como esa.

–Además de ese concierto berlinés, entre sus próximas citas tengo aquí anotado: Carnegie Hall con la Orpheus Chamber, Fantasía para un gentilhombre; Salt Lake City con la Utah Symphony, Fantasía para un gentilhombre; Edmonton, con la Edmonton Symphony, Concierto de Aranjuez; Auditorio Nacional de España con la ONE, Fantasía para un gentilhombre… Los programadores y los públicos, americanos sobre todo, no se cansan de la música de Rodrigo.

–En absoluto. El maestro Rodrigo es universal y allí donde va triunfa. No sólo Rodrigo, sino el binomio Rodrigo-guitarra. La guitarra es el instrumento más democrático del mundo, es el instrumento de la gente. La gente se siente seducida por la guitarra. Cuando tocas Rodrigo, esa música tan luminosa y universal conecta con cualquiera. No hace falta que hayas estado antes en un concierto de música clásica o seas un gran entendido. Al contrario, la guitarra es el instrumento ideal para todo el mundo, para esa gente que nunca ha tenido contacto con la música clásica y llega, escucha y te dice, esto es maravilloso. Es un puente para invitar a las personas al mundo clásico. Ese es el valor de la guitarra, el de puente que une a las personas y los diferentes estilos. Ahí la guitarra se mueve como pez en el agua, ese entre dos aguas que podría decir Paco de Lucía, en ese entre dos aguas, ahí es donde la guitarra se expresa a sí misma y habla a lo popular y a lo clásico de una manera muy honesta; por eso, allí donde va seduce. No necesitas saber de música para ir a un concierto de guitarra. Compartir ese momento de magia y de emociones con la gente es lo más bonito de mi oficio.

–Como es tan popular, hay gente que piensa que la música de Rodrigo es sencilla, pero muchas de sus obras se cuentan entre las más virtuosísticas del repertorio para guitarra, ¿no?

–Así es. Son obras de una dificultad enorme. Él mismo en un documental recuerdo que decía que no es que fueran difíciles, es que hay que estudiar. Y tanto. Hay que estudiar mucho para tocarlo y para hacerle justicia a su música. La música de Rodrigo exige una gran maestría, no ya solo tocar las obras. Tocarlas técnicamente es sólo el primer estadio. Transmitir el mensaje emocional que hay detrás puede ser un proceso de años. El Concierto de Aranjuez lo he tocado cientos de veces por todo el mundo, pero cada vez que lo toco se me pone la piel de gallina. Rodrigo fue un maestro en dejar escondidos regalos entre nota y nota. Mi labor como intérprete, como explorador del sonido es ir excavando entre nota y nota cada vez más profundo e ir encontrando esas maravillas, esos regalos eternos que el maestro Rodrigo escondió entre sus obras. Como yo veo la música, el compositor trajo a un papel lo que siempre existió en el aire. Él fue capaz de ordenarla y ponerla en un papel para que los intérpretes pudiéramos tocarla y pasarla a la historia. Mi rol como intérprete es liberar toda esa música, volver a soltarla al aire y hacer esculturas musicales, devolver a la música allí donde nació. Para lograr eso, el proceso técnico es sólo el primer estadio.

Pablo Sáinz- Villegas en Toledo. Pablo Sáinz- Villegas en Toledo.

Pablo Sáinz- Villegas en Toledo. / Recámara Producciones

–¿Cómo ve la situación que ha creado la pandemia en el sector musical?

–Yo soy optimista por naturaleza, pero está siendo una época muy difícil para todos los músicos. Personalmente, entre marzo y septiembre no tuve ni un concierto, se canceló todo. Este otoño, estoy teniendo alguna cosita, pero incluso es posible que alguna de esas fechas de EEUU que antes me recordaba también se cancele. Está siendo muy duro para todos los artistas. Es un momento también para alzar la voz y decir que la cultura es necesaria, es un alimento del alma en las sociedades actuales. Hay gente que la echa de menos y necesita no sólo el apoyo de los artistas, sino de las instituciones. Lo primero es comer y cubrir las necesidades básicas, pero la cultura nos humaniza como sociedad. En estos momentos es una de las anclas que nos hace seguir sintiendo la humanidad dentro de nosotros, la empatía con el vecino, eso lo hace la música, la cultura, el arte. Las instituciones deben saber que los artistas necesitamos ayuda. A los artistas nos toca resistir y dar lo mejor de nosotros mismos e intentar seguir haciendo lo que hacemos, aunque sea a través de las redes sociales, para que la gente se sienta conectada y poder seguir inspirando. Soy optimista. Parece que empezamos a ver la luz al final del túnel y me gustaría decir a todos esos colegas, compañeros y artistas que se mueven en diferentes ámbitos que nos sintamos esperanzados y aguantemos un poco más para devolver y dar esa magia, esa percepción que los artistas tenemos del mundo, que nuestro propósito sea hacer que más gente tenga esperanza. La música sirve para dar consuelo a toda esa gente que ha sufrido. La música es un elemento maravilloso para la esperanza. Es necesaria, es la banda sonora de nuestra vida, de nuestra humanidad. La necesitamos ahora más que en ningún otro momento. Y que la gente siga viniendo a los conciertos, todo el mundo con responsabilidad, siguiendo las instrucciones, pero que sigan viniendo, porque es todos juntos que vamos a ganar esta batalla. Unidos somos más fuertes. Desde mi voz, mucho ánimo. Dentro de poco volverán los abrazos.

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