Rubén Alonso | Músico

Una ficción electrónica sobre el Mediterráneo

  • En su cuarto álbum bajo la marca de Antropoloops, segundo que se edita físicamente, Rubén Alonso lleva su trabajo de mezcla electrónica al ámbito de las músicas tradicionales del Mediterráneo

Rubén Alonso en un directo.

Rubén Alonso en un directo. / Telegrama

Esta es la historia de un músico sevillano autodidacta que partiendo de la escena folk de la capital andaluza derivó hacia el mundo del arte sonoro, pues en ese universo debe enclavarse un trabajo como este Mix Nostrum, en el que se remezclan más de un centenar de canciones y danzas tradicionales de todo la cuenca del Mediterráneo en un estilo que combina música concreta con la electrónica de los ambientes pop.

Rubén Alonso cuenta así sus comienzos en la música: "Empecé en el instituto a tocar la guitarra con algunos colegas. Montamos un grupo de versiones, y allí ya empecé a componer canciones. Pero no fuimos a más. Lo dejamos. Fue la época en que yo empecé a estudiar Arquitectura. Avanzada la carrera, recuperé la música y grabé alguna cosa. Mi hermano Dani [vocalista del conjunto Pony Bravo] estaba ya muy metido en la música, y eso me sirvió como estímulo para volver a la composición. Estamos hablando de 2006 o 2007. Fue entonces cuando fundamos el grupo de Las Buenas Noches [junto al propio Alonso, Daniel Cuberta, Camilo Bosso, Miguel Brieva y Daniel Gómez]. Yo lo compaginaba con la parte creativa y profesional de arquitectura. Salvo Camilo, el contrabajista, que trabaja también con O Sister!, el resto teníamos una primera actividad al margen de la música. El grupo no ha desaparecido, aunque estamos en un momento de barbecho. Trabajamos de una manera muy profesional a nivel creativo, pero muy amateur a nivel de subsistencia. De hecho, montamos una Sociedad sin ánimo de lucro, que no podía ser más coherente con nuestra dedicación. En los diez años de actividad, todo lo poco que ganábamos lo reinvertíamos en viajes, discos…".

Las Buenas Noches en un festival del año 2012 Las Buenas Noches en un festival del año 2012

Las Buenas Noches en un festival del año 2012 / D. S.

Y llegó el momento de independizarse: "Tenía muchas ganas de dedicarle más tiempo a la música. Todos teníamos muy claro que el grupo tenía el ritmo que tenía, y eso no iba a cambiar. Lo aceptamos. Yo manejaba un poco el Ableton [software para creación y mezcla de música electrónica, muy usado por los Dj's], porque Dani me lo había enseñado, y ahí iba haciendo mis demos. Coincidió aquello  en un momento en que estaba dando clases en la universidad, a la vez que trabajaba en mi tesis. Había intentado hacer ya un proyecto en solitario que no cuajó mucho. Yo quería hacer algo, pero no sabía muy bien qué. Lo que no quería era el rollo ese de pedal de loops, de músico que simula un grupo entero. Y a mí me ha gustado siempre mucho la música tradicional, puede que por influencia de mi padre, al que le entusiasmaba la música del norte de África. Una vez me dio por irme a Tetuán para aprender a tocar el laúd. Siempre tuve una gran fascinación por cosas exóticas de ese estilo. Recuerdo que siendo muy joven mi padre me llevó a un concierto de Alim Qasimov en el Teatro de la Maestranza y salí tan alucinado que me entraron ganas de aprender a tocar el tar y me fui para los camerinos a buscarlo, aunque al final me dio corte y no llegué a hablar con él".

"Casi sin ser consciente de lo que hacía, me salió un tema en modo collage, una forma de hacer sobre la que yo no tenía experiencia ninguna"

La globalización que trajo Internet fue crucial en esta historia: "Desde que tuve edad y ocasión empecé a comprar grabaciones de músicas tradicionales. Pero todo cambió en torno al año 2000, cuando empiezo a descubrir blogs muy especializados de gente que comparte vinilos. Después, en el grupo, con Miguel y con Dani, continuamente intercambiaba enlaces y descargas. Con todas esas descargas me hice una biblioteca muy notable. Todas esas escuchas se fueron filtrando en nuestros trabajos en el grupo, con la fascinación que teníamos todos por los instrumentos de cuerda pulsada de otras culturas, pero nunca había utilizado esas grabaciones. Y de hecho no tenía muy claro cómo usarlas. Todo surgió de manera un poco casual y espontánea. Estaba en mi estudio grabando unas voces y pensé en ponerle una base rítmica. Como no controlo mucho el trabajo con midis, decidí coger un fragmento de una batería de Captain Beefheart. Se trataba sólo de arrastrar el loop y meterlo en el Ableton. Y enseguida probé a meter otras cositas. Y así, casi sin ser consciente de lo que hacía, me salió un tema en modo collage, una forma de hacer sobre la que yo no tenía experiencia ninguna".

Antropoloops #01, el primer álbum. Antropoloops #01, el primer álbum.

Antropoloops #01, el primer álbum. / Telegrama

La inspiración le cogió trabajando. "La verdad es que, haciendo memoria, recordaba conversaciones con mi hermano en las que yo le decía que tenía que hacer algo con esa base de datos. Siempre me había fascinado encontrar en músicas de otras culturas cosas muy parecidas a las que yo conocía del ámbito de la electrónica o de las poquitas que yo había escuchado de contemporánea. Escuchaba cosas y me decía, pero si esto suena igual que tal o cual música occidental desarrollada en el siglo XX. Esa fascinación siempre estuvo ahí, y en el fondo está en el origen de esta manera de trabajar".

La intuición y la casualidad se hicieron conciencia. "Al principio, era como un ejercicio. Fue como encontrar algo que me resultaba muy divertido, porque el proceso de componer era divertidísimo: todas las canciones empiezan con un loop inicial que funciona como semilla, y que por norma es un fragmento melódico instrumental. Para mí fue un experimento explorar nuevas maneras de componer, porque comencé haciendo básicamente canciones con estructuras más cercanas a la canción pop que al mundo de la electrónica".

Antropoloops #02, el segundo mixtape. Antropoloops #02, el segundo mixtape.

Antropoloops #02, el segundo mixtape. / Telegrama

El proceso de composición a partir de esa semilla inicial no ha cambiado: "Cojo ese fragmento inicial y me pongo a escuchar música encima. Al principio, escuchaba de forma muy aleatoria y cuando veía algo con afinidad tonal, melódica o rítmica, lo metía y lo editaba... y en esencia así sigo trabajando, aunque es verdad que he especializado y refinado un poco más la base de datos, pero el proceso es muy parecido. Es un trabajo de exploración. Así hice mis dos primeros mixtapes [años 2013 y 2014]. En ellos no hay ningún tipo de marco cultural o geográfico. Son músicas del mundo. En muchos casos las fuentes venían ya filtradas por otros músicos que se dedican a buscar en mercadillos músicas raras de otras culturas y las mezclaba con otras cosas, por ejemplo de Captain Beefheart. Hasta ese momento mi límite estaba en cosas que habían sido ya editadas en CD, de los 70 en adelante".

Del estudio a la escena: "Después de esos dos primeros discos más exploratorios, hubo un primer salto importante, que fue cuando me llegó la primera solicitud para tocar en público. Fue en el festival Zemos de 2014. Con mi primera mixtape me hice un blog para exponer mi trabajo. Casi todas las remezclas las subía a mi blog, con referencias a las portadas de los discos y los blogs de donde los había conseguido. También lo mandé a la gente de cuyos blogs me había descargado la música. La reacción fue muy positiva. La remezcla funcionaba como una puerta para que la gente pudiera seguir investigando y llegar al origen de cada tema. Me di cuenta de que era un proyecto con posibilidades de desarrollo. Ya tenía también la idea de trabajar con collages visuales. Mi fascinación por la música siempre estuvo en paralelo con la fascinación por las portadas. Me he descargado muchos discos sólo por sus portadas. Luego me descargaba cosas que musicalmente no me interesaban. En el momento en que empecé a hacer canciones hice estos collages. La primera mixtape tiene ocho temas, y cada uno tenía un mapita del mundo. Desde el primer momento, tuve la idea de mostrar visualmente el origen de los fragmentos empleados en cada tema. Eran imágenes en formato jpg que venían como información de la remezcla".

Antropoloops: Rubén Alonso y Esperanza Moreno fotografiados con la técnica del colodión húmedo. Antropoloops: Rubén Alonso y Esperanza Moreno fotografiados con la técnica del colodión húmedo.

Antropoloops: Rubén Alonso y Esperanza Moreno fotografiados con la técnica del colodión húmedo. / Jose Luis Porcar

Y nace Antropoloops... "Debió de ser en las Navidades de 2014. Esperanza Moreno estaba explorando con el tema de la programación, y hablamos de que estaría bien presentar en directo esa relación de la música con sus fuentes. Ella se quedó con la copla y empezó a trabajar en una primera versión de la aplicación que luego hemos usado en directo. Con la primera versión de la aplicación fue cuando llegó la propuesta de Zemos [entonces debió de ser en las Navidades de 2013]. Empecé con los directos, y con el boca a boca, empezaron a salir conciertos".

Llegó entonces un tercer álbum muy vinculado a América (Lik / La serpiente llena de peces) y después el cuarto, que se centraba en el Mediterráneo. Los trabajos se hicieron al fin conceptuales. "Tengo varios proyectos, ideas encima de la mesa: una de ellas es hacer una magna remezcla de folclore español, a partir de la fuente clásica, las ediciones de García Matos. Y la idea del Mediterráneo como gran fuente de cultura estuvo siempre ahí, pero nunca le había metido mano. Curiosamente, el germen de Mix Nostrum fue un encargo: me contactan de un programa del Ministerio llamado Cultura y Ciudadanía, que habían visto el proyecto, les gustaba mucho. Me plantearon montar una pieza breve en torno al Mediterráneo para unos encuentros de Cine y filosofía que tenían en Cataluña. Lo cierto es que en los últimos tres años el proyecto de Antropoloops ha crecido de manera exponencial. Me cogió en una época en la que estaba muy centrado en la parte educativa. Luego me encargaron otras piezas para temas de relación de España con zonas de emigración tradicional a nuestro país: hice una de España con Sudamérica, otra con el Magreb y otra con la Europa del Este".

Mix Nostrum - Antropoloops Mix Nostrum - Antropoloops

Mix Nostrum - Antropoloops

"En esos años hice también una banda sonora para un proyecto de un documental de dos antropólogas sobre la trata de mujeres llegadas a Andalucía desde Nigeria. Ellas habían grabado piezas en un orfanato nigeriano y yo les fui añadiendo músicas de los lugares por donde pasaron hasta llegar a España. Con todo ese material vi que había un hilo conductor en torno al Mediterráneo. El año pasado estuve trabajando sobre él, añadiendo, quitando piezas..."

Mix Nostrum se compone de seis temas que se nutren a partir de 123 fragmentos diferentes, extraídos de grabaciones de música tradicional de países mediterráneos. "Buena parte del material está extraído de la propia web de los organismos. Por suerte, cada vez hay más webs de instituciones que abren sus archivos. Lo que hace la Fundación Joaquín Díaz es ideal: todas sus grabaciones están subidas en wikimedia con licencias libres. Eso es único. La Fundación de Alan Lomax tiene también un material impresionante: están en mp3 en la web culturalequity.org. El CREM francés [Centre de Recherche en Ethnomusicologie] ha cambiado: cuando yo lo encontré tenían una lista de reproducción accesible. Ahora no es tan fácil descargar. Estas tres fuentes son las principales de las que obtengo el material, y luego la música editada en disco, a la que fundamentalmente he accedido a través de esos blogs que la comparten. Obviamente el estado de las fuentes es muy variado. La casuística es amplísima. En muchos casos se trata de vinilos descatalogados. A veces, te los encuentras de segunda mano en algunas webs y cuestan un pastón. No todas las fuentes me sirven para lo mismo. Cuando hay bases rítmicas con frecuencias graves se trata con seguridad de grabaciones más modernas, a veces de ediciones de world music de los 90, porque si no es difícil. Pero también con respecto a las fuentes ha habido una evolución. El proyecto se ha ido consolidando con un enfoque más creativo, centrándose en músicas estrictamente tradicionales, con todo lo difuso y abierto que puede ser".

"Para nuestro próximo disco queremos plantear algo en que el directo nos permita hacer visuales entre digitales y objetuales"

Proyectos en dúo. "Cuando empezamos estuvimos dándole vueltas a la participación de Esperanza en los directos. Pero ella no se veía haciendo ningún trabajo. Y por el tipo de visualización de datos, nunca le vimos sentido a hacer algo en paralelo. Hicimos un espectáculo con La Plasita y Miguel Vázquez que se tituló Las rutas de la remezcla, y partía por supuesto de la remezcla musical pero enfocada hacia lo histórico, y vinculándola con la gastronomía, tratando de ofrecer una visión de los intercambios culturales de jesuitas y japoneses en el siglo XVI. Trabajé con música clásica japonesa, mezclando lo flamenco con música popular de la época. Y en ese espectáculo hicimos visuales algo más artísticos: trabajamos con una mesa en la que había proyecciones pero también un trabajo microescénico con objetos e imágenes que se proyectaban sobre ellos. Para nuestro próximo disco queremos plantear algo en que el directo nos permita hacer visuales entre digitales y objetuales, y la idea es que Espe pueda estar en el escenario. Ahora mismo su trabajo es el desarrollo de funciones del software".

Antropoloops en el Palacio de los Marqueses de la Algaba el pasado 5 de julio. Antropoloops en el Palacio de los Marqueses de la Algaba el pasado 5 de julio.

Antropoloops en el Palacio de los Marqueses de la Algaba el pasado 5 de julio. / D. S.

Sobre los collages visuales: "Una vez que hay un cuerpo compositivo mínimo, me pongo a buscar la información: el collage lo hago una vez que tengo la pieza montada; es una forma de cerrarla y ponerle nombre. A veces, mientras estoy trabajando en la mezcla no sé qué hay exactamente detrás de cada fragmento. Muchas veces me sorprendo cuando llego a los textos de las canciones o a las imágenes relacionadas y encuentro vínculos insospechados entre las distintas piezas. Me fascina cómo surgen esas afinidades".

Influencias a posteriori. "Cuando empecé, realmente tenía muy poco bagaje de música electrónica. Mis amigos me preguntaban que dé dónde había sacado esa forma de hacer y no sabía qué decirles. Los Estudios de ruido de Pierre Schaeffer los conocí muy recientemente. Al principio no tenía ni idea de quién era. A lo largo de estos años me he encontrado un par de artistas que hacen algo parecido. Uno ha hecho varios discos para Sublime Frequencies, una de las discográficas más potentes en este ámbito. Se dedica a moverse por el sureste asiático, Vietnam sobre todo, para hacer grabaciones de campo. Y edita luego en disco, pero su trabajo está mucho más en la onda de la ambient music. Hay también un estadounidense, pero también mucho más cercano al mundo del ambient. En el último año he empezado a escuchar podcasts, y he descubierto que en el Macba hay cosas de Jon Leidecker, un artista vinculado al ámbito del collage sonoro, del que traza su historia lo largo de todo el siglo XX. Pero eso lo he descubierto hace nada. El segundo capítulo estaba dedicado a los años 60 y los experimentos de Stockhausen con las músicas del mundo. Y es lógico que algo así se hiciera ya, claro. La tecnología estaba ya preparada para eso. Pero cuando empecé yo no conocía nada de eso. No puedo decir que me influenciara. Llegué a ello de una forma mucho más intuitiva."

"Quizás la influencia más clara fue la de Las Buenas Noches. En ese trabajo colectivo fuimos filtrando influencias del folk y del pop"

"En los collages siempre he usado Photoshop, no sé si por deformación profesional. Y ahí mi hermano y Miguel Brieva, que es dibujante profesional, son referentes muy cercanos. Pero musicalmente, no tuve nada parecido. Quizás la influencia más clara fue la de Las Buenas Noches, todo el trabajo que hice con mi grupo. Ese trabajo colectivo en el que de una forma más analógica y clásica fuimos filtrando de una manera inconsciente influencias del folk y del pop. Así que cuando empecé, las primeras composiciones eran canciones bastante típicas, con los recursos formales usados en el grupo, pero con un nuevo lenguaje compositivo. Por supuesto he ido evolucionando. En Ableton tienes la posibilidad de ver las pistas en vertical o de manera más clásica, en horizontal. Al principio, yo componía en la visión clásica, horizontal, de las mezclas: era como un grupo. En el fondo lo que hacía en directo era como si estuviera mezclando una canción, pero podía resultar más aburrido, porque no había tantas opciones de improvisación. Llegaba el estribillo y yo quería hacerlo siempre igual. En estos años, he ido evolucionando, he virado más hacia la electrónica. Ahora improviso más, meto fragmentos nuevos, algunos se caen… Las mezclas están muy vivas. Por ejemplo, el tercer álbum, el dedicado a Sudamérica, al principio era un EP que no llegaba a los veinte minutos. Cuando terminó como espectáculo en directo tenía ya una hora de música".

El arte conceptual y político. "Ese disco lo edité ya físicamente. Hice una tirada no sé si de 200, y se agotó. Me queda uno. Fue la primera vez que hicimos una edición física y que el disco tenía una estructura más o menos conceptual, porque surgió asociado a un proyecto artístico en el que trabajamos con una comunidad sudamericana en el Parque Amate de Sevilla. Y eso puso el germen de lo que es Mix Nostrum, que es en realidad el primer disco entendido como obra conceptual con entidad. Recoge algo que yo tenía ganas de trabajar para conectar collage sonoro y collage visual. Me fascinaban esas conexiones que encontraba entre una cosa y la otra. Con los textos que he preparado para Mix Nostrum he intentado incorporar esa remezcla en un relato. Se producen conexiones muy bonitas entre estilos de músicas muy diferentes, y eso para mí está lleno de simbolismos. Disfruto buscándolos. Y eso refleja también los cambios de este proyecto en los dos últimos años, por influencia quizás del proyecto educativo en el que estamos metidos. Todo eso me ha hecho cuestionarme el proyecto en sí mismo, en el sentido de que ahora pienso que tiene que ir un poco más allá de las fuentes, empezando a preguntarse a nivel político por el origen de todas estas músicas, de dónde vienen. Estoy leyendo mucho sobre el tema de la decolonialidad, hasta cuestionarme la propia idea de archivo, de dónde surgen estos archivos musicales, cómo se hicieron. Aunque de forma un poco alegórica, en Mix Nostrum he tratado de trabajar sobre estas ideas. Y pienso seguir haciéndolo. De hecho, he pedido una residencia para hacer el próximo verano un trabajo en Ginebra con el archivo de la WIPO (Organización Mundial del Copyright) y por otro lado con el del Museo Etnográfico que hay en la ciudad y que tiene una base de datos sonora con millones de piezas. Todas esas reflexiones están tomando cuerpo para el próximo disco."

Rubén Alonso en otro directo. Rubén Alonso en otro directo.

Rubén Alonso en otro directo. / Telegrama

Autenticidad e instrumentalización del folclore. "Por mi método de trabajo, en la selección de las piezas hay un componente aleatorio grande. Los martinetes del Chocolate están porque los grabó Lomax. Al Agujetas en cambio sí lo metí intencionadamente: me harté de escucharlo cuando estuve en Berlín. Confío en mi escucha y en mi capacidad de discernir, que cada vez es mayor. Por ejemplo, la diferencia entre las grabaciones de Lomax y las de García Matos son muy evidentes. Hay que tener mucho cuidado con la Magna Antología del folclore musical de España que hizo García Matos. Joaquín Díaz me ha confirmado muchas cosas que yo intuía de su trabajo. Cuando descubrí los discos originales de vinilo, me puse a ver las fotos y eran como fotos de los catálogos de turismo de Benalmádena de los años 60. Es un trabajo muy considerado porque García Matos fue capaz de hacer unas grabaciones de mucha calidad para su época, pero lo escenificaba todo. En cambio, Lomax era pura improvisación, en su trabajo está la magia auténtica del song hunter."

"La dictadura franquista instrumentalizó el folclore. Eso generó un proceso de homogeneización, que en cierta medida es parecido al que propició la aparición del fenómeno de la world music y el Womad"

"En la segunda mitad del siglo XX, en España se produjo un proceso de difusión del folclore que tuvo mucho que ver con la Sección Femenina. La dictadura instrumentalizó el folclore, y los concursos y los festivales fueron una forma de hacerlo. Eso generó un proceso de homogeneización, que en cierta medida es parecido al que propició la aparición del fenómeno de la world music y el Womad. Mientras trabajaba en Mix Nostrum, leí mucho sobre la autenticidad en los estudios del folclore, en especial un libro de Regina Bendix, In search of Authenticity, en el que se los vincula a la construcción del término volk [pueblo] en alemán y la aparición del estado moderno vinculado al Romanticismo. Y en ese contexto hay reacciones, y entiendes entonces que Lomax y su padre quisieran crear un nuevo imaginario de la música estadounidense a partir de la música negra. Lo que dicen es que la música folk americana no era la de la tradición de las baladas de ingleses e irlandeses, sino que allí había surgido algo nuevo a partir de la miseria de la esclavitud. Y esa visión la notas cuando en los años 50 vinieron a grabar a España, y en el sur encuentran flamenco pero otras muchas cosas que no son flamenco. En Andalucía el flamenco lo ha monopolizado todo y se ha venido usando desde el poder en una forma que traza una continuidad con el uso que había hecho el franquismo de las músicas tradicionales".

Mix Nostrum se presenta en formato físico como un pequeño libro que contiene el CD, un riguroso listado de las fuentes usadas en su composición y un relato en siete capítulos original de Rubén Alonso, relato que comienza así: "Esta es la historia de un hombre marcado por una melodía de su infancia". Acaso Rubén nos cuenta su propia historia.

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