Sigma Project | Cuarteto de saxofones

Sigma, explorando el laberinto

  • En su primera colaboración para el sello alemán Wergo, el cuarteto de saxofones Sigma Project graba ‘Poética del laberinto’, un ciclo de tres piezas del compositor vallisoletano Alberto Posadas

Sigma Project, siempre de blanco y descalzos en el escenario

Sigma Project, siempre de blanco y descalzos en el escenario / Aitor Izaguirre

El confinamiento cogió a cada uno en un sitio. Pero, por suerte, las pestes del siglo XXI ya no son como las antiguas. Gracias a la tecnología de las comunicaciones que permite, entre otras muchas cosas, las videollamadas múltiples puedo contactar a la vez con los cuatro miembros de Sigma Project, uno de los cuartetos de saxofones más admirados del mundo: Josetxo Silguero está en Irún; Andrés Gomis, en Madrid; Alberto Chaves, en Burdeos; Ángel Soria, en Pamplona.

Nos reúne su última grabación, primera que el grupo publica en Wergo y que incluye música del compositor vallisoletano Alberto Posadas (1967), con quien "todos hemos tenido antes o después contacto", comenta Andrés Gomis. "Josetxo y yo pertenecemos a su misma generación: yo nací en el 62, Josetxo en el 64 y Alberto en el 67. Y nos conocemos desde que teníamos unos 20 años más o menos. Nos cruzamos por varias circunstancias, también de carácter personal. En lo musical, yo escuché una pieza suya para flauta sola que tocó Julián Elvira en el Auditorio Nacional. Me llamó mucho la atención, y pensé que el saxo podía estar cerca de la idea de sonido que mostraba esa obra. Fue la primera excusa para acercarme a Alberto. Y de ese contacto nació la primera pieza que hizo para saxofón, Anábasis, que estrené en 2001. Desde entonces él ha ido profundizando en el instrumento y le ha dedicado obras diversas, con orquesta y de cámara, hasta llegar a  los tres cuartetos de la Poética del laberinto".

Poética del laberinto - Sigma Project Poética del laberinto - Sigma Project

Poética del laberinto - Sigma Project

Poética del laberinto es el motivo de este álbum. Tres obras para cuarteto de saxofones nacidas entre 2016 y 2017 y dedicadas a Sigma Project, que las estrenó en Badajoz, Bilbao y México respectivamente. ¿Podría pensarse en una obra en tres movimientos? Ángel Soria cree que son tres piezas, pero "también se puede mirar de la otra forma. Una obra estructurada un poco al estilo sinfónico: un primer movimiento en el que se exploran unos materiales concretos; un segundo más dilatado en el tiempo, más lento, que explora sonoridades más lejanas y estáticas; un tercero, que es una especie de rondó virtuoso en forma ABACAD. En ese sentido, podríamos hablar de las tres piezas como movimientos de una obra".

Para Soria, "cuando uno se encuentra con una partitura de Alberto te sumerges por completo en ella. Entiendes enseguida que detrás hay una investigación profunda por parte del compositor, al que no le interesa mostrar una especie de catálogo de efectos, de posibilidades del instrumento, sino que trabaja un material, evolucionándolo,transformándolo, desarrollándolo, de manera que su música tiene una cohesión estructural que viene dada por ese desarrollo a partir de materiales muy escuetos, pero todo ello lo hace desde su exploración del instrumento".

Alberto Chaves añade: "A nivel saxofonistíco, Posadas ha ido un poco más allá. La clave de su música para mí es el equilibrio. No sólo es una música muy cerebral, por el uso de procedimientos matemáticos, sino que tiene mucha fuerza, garra y momentos de quietud con una tensión detrás que solo consigue él. El segundo de los cuartetos por ejemplo, en el que hay toda una investigación acústica, por el añadido de sordinas de trompetas, es una música que mantiene durante veinte minutos al público expectante. Parece que no pasa nada, pero en realidad hay todo un movimiento interno que él consigue quizás a través de esos procedimientos matemáticos; el oyente no necesita entenderlos para reaccionar emocionalmente ante la propuesta. Creo que eso es lo esencial de su música, el equilibrio entre lo instrumental y su lenguaje personal, entre lo matemático y el resultado puramente sonoro, porque además él tiene muy buen gusto, y eso es importante. Podríamos hablar en el fondo de un equilibrio entre lo cerebral y la pasión".

Alberto Posadas (Valladolid, 1967) Alberto Posadas (Valladolid, 1967)

Alberto Posadas (Valladolid, 1967) / D. S.

Esa fisicidad de la música de Posadas, esa capacidad comunicativa conecta al músico con su maestro, Francisco Guerrero. "Sentimos –comenta Josetxo Silguero– que con Alberto podíamos ir un poco más allá, que podíamos hacer avanzar al instrumento con algo que aún no se había hecho. Y este ciclo creo que es una prueba de que acertamos con la apuesta. Será un punto de inflexión en la escritura para el saxofón. Y por eso quisimos llevarlo al disco cuanto antes para dejar constancia de ello."

Gomis añade al respecto: "Como bien decía Ángel no se trata de un catálogo de técnicas extendidas. A través de determinadas técnicas, de un nuevo sonido, Posadas es capaz de desarrollar todo una estructura musical. Hablamos de un principio que es claro en la música clásica, que es el de la música del desarrollo. Hoy hay compositores que van más por la línea de la improvisación o que juegan con la performance. Posadas es fiel a la música de desarrollo. Desde el Renacimiento, la tradición clásica se basa en ella, y así se ha ido construyendo hasta llegar a nuestros días. Es la música que evoluciona en el tiempo gracias a la imaginación del compositor para desarrollar los motivos en el tiempo. Creemos en Posadas. Él se ha mantenido fiel a ese principio. Cuando escuchas una obra de Beethoven, te das cuenta de que lo que hace es utilizar determinadas células motívicas y desarrollarlas de manera magistral. Pues eso, Posadas lo comparte con Beethoven. Y me atrevo a hacer esa comparación, porque es de los pocos compositores que hoy logra eso de manera igualmente magistral. Es cierto que Alberto tiene un motor externo, que es el principio fractal. Y eso hace que su música supere el nivel simplemente instrumental, supera al saxofón. La música que ha escrito para saxo supera al propio instrumento. Es una música total. Algunos comentarios nos han llegado ya al disco, y todos van en la misma línea: esto suena a otra cosa. Suena a electroacústica, pero es también casi minimal. Muchas cosas no parecen que estén tocadas por un saxofón, y eso es un piropo para nosotros".

"Posadas tiene un motor externo, que es el principio fractal. Y eso hace que su música supere el nivel simplemente instrumental, supera al saxofón. Es música total"

En efecto, la síntesis instrumental y los principios espectralistas forman parte también de esta música. Pero Gomis aclara que "en el fondo es un principio generativo. Nos pasó algo igual con Stockhausen, que buscaba algo nuevo de la música. Y Alberto lo ha conseguido gracias al atrevimiento de meter sordinas de trompeta en las campanas de los saxofones. Nosotros hemos trabajado a partir de esa idea y nos ha aparecido ese nuevo sonido. Pero no es algo que viniera dado, que tuviera que ser así, es algo que ha crecido en la propia investigación. El sonido del saxo con sordina es un nuevo camino que se ha abierto gracias a una suma de energías: el compositor se ha aventurado por ese camino y Sigma Project no se ha amilanado en llevar esa exploración al límite".

Sigma Project: desde la izquierda, Alberto Chaves, Andrés Gomis, Ángel Soria y Josetxo Silguero Sigma Project: desde la izquierda, Alberto Chaves, Andrés Gomis, Ángel Soria y Josetxo Silguero

Sigma Project: desde la izquierda, Alberto Chaves, Andrés Gomis, Ángel Soria y Josetxo Silguero / Aitor Izaguirre

Pero, dónde está realmente el laberinto en esta música. Para Andrés Gomis, "todo es un laberinto. Todo sale de una célula, de un principio fractal, a partir del cual se desarrolla el material. Eso ya es un laberinto. Cuando te sumerges en el análisis enseguida encuentras eso, en la misma superficie de la música. Cada uno de los cuartetos es un homenaje a un laberinto: el clásico de Knossos, primero; el de las litografías de Escher; y finalmente ese con título de Borges, en el que se plantean tres senderos propuestos a tres velocidades diferentes que se entrecruzan, un cruce tras el que subyace una idea del caos y del orden cercana a la de Xenakis. La obra tiene muchas lecturas, como les pasa a las grandes obras. Es un prisma multiforme, al que puedes acercarte por diferentes caminos". "El nombre de Guerrero creo que es también importante en eso", dice Silguero. Y Chaves añade: "A lo matemático, al ideal más o menos poético que pueda haber detrás de estas obras, yo creo que hay que sumar el resultado sonoro. La música funciona para gente muy diversa. Hemos tenido retornos de personas de todos los niveles, profesionales, simples melómanos, gente desconectada de la música, y la cosa funciona a todos los niveles".

"Europa está plagada de saxofonistas españoles. Aquí se ha creado una escuela que es por completo nueva"

El saxofón vive un momento espectacular en España. Así lo defiende Alberto Chaves: "Europa está plagada de saxofonistas españoles, y ello gracias a los profesores de los 80 y de los 90. Aquí se ha creado una escuela que es por completo nueva". Y en cuanto al cuarteto, "que lleva existiendo casi desde la creación del instrumento, se ha ido desarrollando en diferentes campos, porque es una formación muy polivalente. Podemos encontrar música para la formación en diferentes estilos. Cada vez hay un repertorio de más calidad y más instrumentistas que pueden estar a la altura". "Apostamos por que el cuarteto de saxofones se convierta en la gran agrupación de música de cámara, como el cuarteto de cuerda, lo fue en el pasado", añade Silguero. "Nosotros apostamos decididamente por ello y por eso buscamos acercarnos a los más importantes creadores de nuestra generación. Cada vez tenemos más repertorio para la formación y cada vez estamos llegando un poco más lejos".

Otra imagen promocional de Sigma Project. Otra imagen promocional de Sigma Project.

Otra imagen promocional de Sigma Project. / Aitor Izaguirre

A lo largo del siglo XX, el saxofón ha estado muy vinculado al jazz, "pero nosotros –afirma Gomis– hemos nacido y crecido en la tradición clásica. En las bandas no se hace jazz. Por supuesto, llega un momento en que te das cuenta de que el saxo es un icono del jazz. Y en ese momento, de forma consciente o no, decides tomar un camino clásico. Y tu formación la vas perfilando según tus intereses. Ahora bien, nosotros como grupo nunca hemos tenido que discernir si escogíamos un camino concreto u otro. Somos músicos investigadores, inquietos dentro de la tradición clásica. Estamos interesados por la vanguardia y la composición actual. Que en ese mundo nos encontramos con obras cercanas a la improvisación libre, pues lo asumimos con absoluta naturalidad. No somos de levantar barreras a la hora de los diferentes estilos que se dan hoy, pero nos movemos en la tradición clásica".

"España tratará a sus artistas durante esta crisis proporcionalmente a como los trata el resto del año"

La pandemia que sufre el mundo está afectando muy directamente al sector de la cultura. ¿Cómo salimos de este laberinto? "Recorriéndolo", dice Alberto Chaves. "Es un desastre absoluto", afirma Josetxo. Todos echan en falta algún mensaje específico de las autoridades culturales españolas. "Los alemanes nos están dando ejemplo siempre en esta materia. En Alemania, la cultura se blinda ante esta situación, y uno de los primeros comunicados que salen del gobierno es el del departamento de cultura, y eso es envidiable", añade Andrés. Alberto, profesor en Francia no es precisamente optimista: "España tratará a sus artistas durante esta crisis proporcionalmente a como los trata el resto del año. En Francia, igual. Aquí existe la figura del músico intermitente. A partir de un número de conciertos anuales que no recuerdo ahora, pero está en torno a 50, el Ministerio te paga un sueldo durante el año siguiente de entre 1200 y 1300 euros al mes. Eso te permite primero declarar todos tus conciertos. No puedes hacerlo en B, lo cual en España ocurre mucho. Si se hiciera algo así podría salir a la luz mucho dinero de la música, que se trabaja en B. Pero además eso permite al músico dedicarse a preparar sus conciertos, sus proyectos. Eso hace que haya mucha música en directo, y que los intérpretes franceses tengan muchas posibilidades de desarrollarse. Pues bien, desde el ministerio ya se ha anunciado que habrá ayudas para los intermitentes. En España no tengo ninguna pista de que se haya movido algo a nivel oficial. En Alemania, lo mismo, tratan a su cultura igual que lo hacen el resto del año. En España tendremos lo que estamos acostumbrados a tener. En tiempo de crisis, aún peor".

"En la Filarmónica de Berlín –añade Ángel– lo primero que han hecho es abrir su sala de conciertos virtual gratuitamente para todo el mundo. Eso es un lujo. Y te das cuenta de cómo valoran lo que tienen y de cómo se sienten orgullosos de compartirlo en circunstancias tan penosas como esta que vivimos ahora". "Lamentablemente –comenta Josetxo– la cultura es siempre el vagón de cola de todos los presupuestos en España. Y teniendo en cuenta lo que se avecina, que todo el mundo va a necesitar ayuda, los programadores ya están pensando en los recortes de presupuesto que van a sufrir. La situación va a ser dramática. Lo vivimos ya con la última crisis. La padecimos, sobrevivimos, remontamos, aunque sin llegar nunca a lo de antes. Y ahora pasará igual, pero peor, porque ya partimos de un nivel más bajo".

"Esa España de los balcones con banderas a la que se referían algunos políticos hace poco, ahora es la España de los balcones en los que los músicos tocan o cantan para animar a los vecinos. A eso podemos añadirle todas esas plataformas, de conciertos, de óperas, de teatro, de cine. La gente resiste en su casa gracias a la cultura", añade Alberto. Y Andrés concluye: "La reconstrucción tiene que partir de poner la cultura en el centro. Ahora que descubrimos en toda su crudeza nuestra vulnerabilidad como seres humanos, descubrimos también el valor de la cultura. El siglo XXI será cultura o no será".

"La reconstrucción tiene que partir de poner la cultura en el centro. El siglo XXI será cultura o no será"

Pese a la situación, los proyectos no se paran. Los comenta Josetxo Silguero: "Tendríamos que estar ahora mismo en México, en el Festival Callejón del Ruido de Guanajuato. Lo han aplazado hasta otoño. A ver si puede hacerse. Teníamos también ahora la presentación oficial del disco, apalabrada con la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, que hemos aplazado para junio. Vamos a ver qué pasa con el Musikaste, que es en mayo. Por propuesta de Sigma, celebrábamos el 90 cumpleaños de Luis de Pablo, un músico con el que también hemos trabajado. Es un concierto que nos hace mucha ilusión con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, porque De Pablo ha adaptado su concierto para saxofón que es del año 1988 para el grupo. Está previsto para el 23 de mayo. A ver si se mantiene. En septiembre participamos en el Festival I Ara què? de Manises, que es una cita muy especial. Y luego en otoño tenemos también muchas cosas. Y en materia de discos, vamos a seguir colaborando con Wergo. El siguiente disco ya está grabado y saldrá el año próximo. Es el ciclo Khôra de Sánchez Verdú. Y trabajamos también con encargos a tres grandes compositores, el francés Raphaël Cendo, la australiana Liza Lim y Manuel Hidalgo, el malagueño asentado en Alemania hace mucho tiempo, al que recuperamos. Están ya escribiendo los tres sus obras. Como ve, no nos faltan ideas ni proyectos. A ver si el dichoso coronavirus nos deja desarrollarlos".

Que así sea.

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