El viernes 13 de noviembre de 2015 la compositora y directora Maria Schneider pisó el escenario del sevillano Teatro Central para ofrecer, a la cabeza de su Orchestra, uno de esos conciertos que permanecen en la memoria para siempre, sin miedo al olvido. Indiscutible número uno en lo que se refiere a liderazgo orquestal en el ámbito jazzístico, ganadora de numerosos premios Grammy y de otros galardones en medios como la norteamericana National Public Radio (NPR) o la veterana publicación DownBeat, en cuyo 70th Annual Critics Poll acaba de copar por enésima vez la primera posición en sus categorías de compositora, arreglista y gran ensemble, la obra de Schneider bebe de la gran música norteamericana, de Aaron Copland a su maestro Gil Evans, aportando rasgos de exclusiva y evolucionada personalidad que ya han creado escuela. Basta con acercarse a esa escueta pero indispensable discografía, que discurre entre el inicial Evanescence (1994) y el más reciente Data Lords (2020), pasando por delicias como Sky Blue (2007) o el gran The Thompson Fields (2015), para acreditar la magnitud de una música amiga de la evocación, intensa y emocionante como pocas.

Gracias a la impagable labor de Pablo Mazuecos Nievas a la cabeza de la asociación almeriense Clasijazz (clasijazz.com), activada en 1998 y centrada en el doble ámbito de formación y exposición gracias a proyectos propios como la Clasijazz Big Band, la Dixieland Clasijazz o el Coro Gospel Clasijazz, Schneider retornará a tierras andaluzas para liderar uno de esos eventos que también parecen destinados a perpetuarse en el recuerdo tanto de quienes ocupen su limitado aforo de 150 plazas como de aquellos que participen en él. Se trata, como indican los organizadores, del "concierto más esperado e imposible de los veinte años de historia de Clasijazz"; el mismo que, planteado desde un arriesgadísimo ámbito privado, unirá el domingo 11 de septiembre a las 19:00 sobre el escenario del salón principal de la sede de la asociación en Almería a Maria Schneider con una Clasijazz Big Band integrada por las trompetas de Joan Mar Sauqué, Voro García, Bruno Calvo, Pep Garau, José Carlos Hernández y Julián Sánchez; los trombones de Tomeu Garcías, Miguel Moisés, Rita Payés y Pedro Pastor; los saxos y maderas de Irene Reig, Tete Leal, Enrique Oliver, Pedro Cortejosa y Francisco Blanco Latino así como por una sección rítmica constituida por Daahoud Salim al piano, Julián Sánchez también al acordeón, la guitarra de Jaume Llombart, el contrabajo de Bori Albero y la batería de Andreu Pitarch. Una brillante nómina que documenta el excelente estado de forma del jazz nacional y andaluz.

La Clasijazz Big Band.

La Clasijazz Big Band nació dentro del marco del proyecto Clasijazz como uno de los buques insignia de esta asociación, pionera en España en lo que se refiere a la difusión del jazz. Creada en 2010 sobre una base que combinaba músicos locales y miembros externos, la Big Band creció hasta que en 2013 ganó estabilidad bajo la dirección del saxofonista Ramón Cardo. Desde entonces, su valía ha quedado plasmada tanto el tratamiento de las partituras de grandes nombres del formato como Stan Kenton, Bill Holman, Benny Goodman, Duke Ellington o Woody Herman como en homenajes a los trompetistas Miles Davis y Roy Hargrove o en la inmersión en monográficos de la dimensión de Epitaph, la inconclusa y póstuma obra del coloso Charles Mingus.

Con estas referencias, nadie podrá negar que la cita apunta muy alto hasta prometer un imponente punto de confluencia entre la batuta maestra de Schneider –ya versada en este tipo de alianzas gracias a sus colaboraciones con las grandes formaciones alemanas de la SWR y la WDR– y la contrastada calidad de los músicos de la Clasijazz Big Band. A ello se une el punto de exclusividad que ofrece una sinergia cuyo desarrollo se desplegará en dos partes, sobre composiciones que repasan la rica partitura de Schneider más algún clásico de propina, y en cuyo intermedio la directora norteamericana departirá con el público. El momento más esperado…y, al fin, posible.