Finkielkraut es un pensador necesario en esta Europa nuestra en peligro de deseuropeización.

El dúo de la benzina ensalzaba la austeridad de la Moreneta frente al barroquismo 'kitsch' de la Blanca Paloma.

Nunca en la historia de la humanidad las hogueras del fanatismo religioso, étnico o político se han apagado del todo.

Fellini era un 'bon vivant' intuitivo y barroco; Flaiano, un intelectual contenido y pesimista.

Lluís Llach ha entregado a la pobre becaria a la jauría cibernazionanista para que ésta la despelleje.

Hay cada vez más españoles que tienen la sensación de que los miembros del Gobierno nos abroncan.

A Elvira Lindo le cortaron las alas en su amada New York como a Peter Pan en la patria del Jack Daniels.

Era cuestión de (poco) tiempo que Eulalia, Lali para la prensa de izquierdas, reculara.

En estos tiempos de confusión moral, tenemos la obligación de defender la memoria de las víctimas de ETA.

Hoy no estoy para políticos agrandados, opinadores fatuos ni famosillos de los chinos.