Tailandia

Los elefantes de Tailandia regresan a sus casas tras no recibir turistas

Los elefantes de Tailandia regresan a sus casas tras no haber turistas

Los elefantes de Tailandia regresan a sus casas tras no haber turistas / Chaiyot Pupattanapong

Una de las actividades que más atraen a los turistas cuando visitan Tailandia es poder disfrutar de la naturaleza y los animales. Aunque la práctica de subir al lomo de un elefante se ha ido perdiendo en los últimos años gracias a las asociaciones de animales que han denunciado el trato que se les daba a los paquidermos y los turistas que cada vez son más responsables, aun quedan muchos negocios que viven de estos paseos. 

Tailandia cerró sus fronteras en marzo y desde entonces no ha permitido entrar a ningún turista. Fue en octubre de 2020 cuando decidió aceptar a 150 turistas chinos (que incluso tuvieron que hacer cuarentena de 14 días) pero aun así, la economía del país está en declive ya que recibían más 20 millones de visitantes. 

Ahora, después de esperar en vano a los turistas cerca de Pattaya, cinco elefantes y sus dueños regresan a Surin (al noreste del país), un viaje que supone 500 km a pie. Los miembros de cinco familias caminaban con sus cinco elefantes con una camioneta que protegía al grupo por la parte delantera y trasera a lo largo de la carretera junto al embalse Map Prachan en tambon Nong Prue del distrito de Bang Lamung el martes, según ha informado el Bangkok post. 

Napalai Mai-ngam, de 26 años, dijo que hace cinco años había traído a sus parientes y sus elefantes domesticados de Surin para trabajar en un balneario de elefantes en tambon Lam Huay Yai de Bang Lamung. Se habían ganado bien la vida, dijo, recibiendo un salario mensual de 15.000 baht (unos 400€) por elefante más propinas de los turistas que disfrutaban montando a sus elefantes en senderos naturales.

Cuando todo cerró por el covid-19, se suspendieron los salarios y aunque han intentado sobrevivir, no tienen esperanza de que vuelva el turismo y han decidido volver a la agricultura en su provincia de origen. El grupo decidió volver ayer martes 6 de abril a Surin, lo que supone un largo y caluroso camino, ya que pueden llegar a tardar hasta dos semanas en regresar a casa. Además, lo tienen que hacer a pie porque los propietarios no pueden permitirse alquilar grandes camiones para transportarlos y esperan que sus elefantes puedan alimentarse a sí mismos pastando en el camino.

Napalai dijo que algunas personas pidieron sus números de cuenta bancaria para hacer donaciones en efectivo, pero su grupo declinó cortésmente la oferta por temor a ser criticada por tratar de sacar provecho de sus elefantes a través de una historia en las redes sociales. Solo recibirían comida y fruta para sus elefantes,

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