Moto3

Canet aprende

  • Primer triunfo mundialista del valenciano, que aprovecha la pelea entre Fenati y Mir. La gran carrera de Marcos Ramírez, sin premio.

Canet, durante una vuelta en el circuito jerezano.

Canet, durante una vuelta en el circuito jerezano. / EFE

Aron Canet inauguró su cuenta de victorias con el Gran Premio de España de velocidad imponiéndose en una apasionante carrera de Moto3 al italiano Romano Fenati y al español Joan Mir, que completaron un podio en el que volvió a sonar el himno español cuatro años después del triunfo en este mismo circuito de Maverick Viñales. Pero hubo otro héroe, el piloto conileño Marcos Ramírez, que se llevó la medalla de chocolate quedándose con la miel en los labios en la cuarta posición, su mejor resultado en el Mundial, a un paso de un podio que mereció por su valentía, su arrojo y por estar al frente de la carrera durante muchas vueltas.
La carrera de Moto3, como casi siempre nos tienen acostumbrados los pilotos en el trazado jerezano, se decidió en la última curva de la última vuelta. Allí, donde tantas y tantas veces se han vivido momentos históricos que muchos guardan en sus retinas, Aron Canet fue el que más determinación tuvo, el más listo de la clase, relegando a Romano Fenati y la segunda plaza y al mallorquín Joan Mir a la tercera. Mir quizá tiró de calculadora y se conformó con un tercer cajón que le permite salir de Jerez liderando el Mundial. La decepción la protagonizó el ‘poleman’ Jorge Martín, que sin ritmo durante toda la carrera, sólo pudo acabar en una discreta novena posición, muy lejos de la cabeza y peleando durante buena parte de la prueba por entrar en la cola del primer grupo, algo que no terminó de lograr. Insuficiente para un piloto que llegaba a Jerez segundo del Mundial gracias a sus tres podios en Qatar, Argentina y Austin.
La carrera de Moto3, como suele suceder en Jerez, fue emocionante casi desde que el semáforo rojo se apagara. Romano Fenati, doble campeón aquí en 2012 y 2014, salió decidido a escaparse pero sólo se quedó en un intento porque el grupo de hasta doce pilotos era complicado de romper. A partir de la segunda vuelta, el conileño Marcos Ramírez exigió su cuota de protagonismo. Estaba en casa y quería dar una alegría a la afición; mientras, en el box, su madre sufría mordisqueando el tapón de una botella de agua. Ramírez salía quinto pero en la segunda vuelta ya había adelantado a Mir y a Canet. Luego vio que estaría libre de los hachazos de los otros pilotos si se colocaba primero y en la tercera vuelta ya lideraba la carrera. Llevó el peso de la misma durante varios giros pese a tener un par de sustos que casi le llevan al suelo. Por atrás, la batalla se libraba entre su compañero Binder y Romano Fenati. Ambos se tocaron en la curva Lorenzo, yéndose al suelo el piloto sudafricano, dedicándole un corte de mangas al italiano. La acción fue investigada por dirección de carrera, determinando que fue un incidente de carrera sin más. Con Binder eliminado, aunque logró seguir, la lucha por el podio se quedaba en cosa de cinco pilotos. Ramírez perdía a veces su privilegiada posición en la curva Lorenzo pero en Dry-Sack, gracias a la punta de la KTM y a retrasar la frenada casi al límite, regresaba a la cabeza. Así hasta que a un par de vueltas para el final, Fenati tomaba el mando y unos metros de distancia mientras que Mir y Canet también adelantaban a Ramírez . El piloto de Conil buscó de nuevo meterse en la recta larga pero todos se abrieron a la izquierda para cerrar en Dry-Sack, con Fenati saliendo primero y Mir intentando sobrepasarle en Aspar. En esa guerra, Canet fue el más listo, supo esperar su momento y asestó el golpe en los metros finales, entrando primero con Fenati buscando la aspiración de su moto para adelantarle en la recta de meta. Imposible porque en Jerez quien sobrevive a la última curva y sale primero de ella entra victorioso en meta. Así ocurrió una vez más

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