El análisis · Una vuelta más

El Gran Premio soñado

  • 68.731 aficionados enloquecen en Jerez con un triplete español de MotoGP y victorias nacionales en las tres categorías. Un gigante Pedrosa se llevó el triunfo 3.000 del Mundial.

Los sueños pueden hacerse realidad, basta con proponérselo y no perder la esperanza. Casi 69.000 aficionados vivieron ayer su día soñado en Jerez con un histórico triplete español de MotoGP, además de victorias para nuestro país en las tres categorías del Mundial de Motociclismo. Qué más se puede pedir.

Fue un Gran Premio de España tan redondo como las ruedas de una moto; inolvidable, fantástico, casi de cuento. El público entusiasta contempló una de esas jornadas que jamás se olvidan, la mejor recompensa para una fiel y modélica afición que ha hecho del Circuito de Jerez su catedral universal. Es más, tras lo acontecido ayer, el abultado número de seguidores que atesora este deporte habrán aumentado de forma exponencial. Nadie lo pone en duda.

Con el sol de Andalucía como testigo, se superaron todas las expectativas. La locura colectiva comenzaba con el triunfo del piloto valenciano Arón Canet en una disputada carrera de Moto3 que tuvo también a otro español en el podio, merced al tercer puesto conseguido por el líder de la categoría Joan Mir. Para completar ese magnífico inicio de fiesta en la pequeña cilindrada, el piloto de Conil de la Frontera Marcos Ramírez también hacía realidad sus sueños, al lograr un cuarto puesto que para él y los suyos sabe a victoria en casa.

Siguiendo esa misma tendencia de éxito, Álex Márquez se anotaba la victoria en Moto 2, escuchando el himno de España en lo más alto del podio jerezano. De este modo, los aficionados afrontaban con gran expectación el plato fuerte de la jornada en la categoría de MotoGP que, a priori, se preveía abierta y no apta para cardiacos. No en vano, se daba la curiosa e histórica circunstancia añadida de que el piloto que venciese en suelo andaluz sería el número 3.000 en los 68 años que el Campeonato del Mundo lleva disputándose. Sin duda, el caramelo más apetecible y soñado para el 'goloso' plantel de estrellas que dan brillo a este deporte.

Desde que comenzó este Gran Premio de España, Dani Pedrosa se había erigido como el más firme candidato al triunfo, al anotarse los mejores registros en entrenamientos y también la pole en esta cuarta prueba puntuable de la temporada 2017. El campeón de MotoGP sin corona había presentado su firme candidatura a la victoria, pero tenía que llevarla a efecto frente a duros rivales que no estaban dispuestos a dejar perder una victoria tan histórica como la número 3.000.

En un principio, los pilotos de Yamaha se intuían como claros favoritos para esta cita de Jerez, a la que Valentino Rossi llegaba como líder, seguido por su compañero de equipo Maverick Viñales, ganador de las dos primeras carreras del año en Qatar y Argentina. Sobre el papel, avalados por las prestaciones de sus monturas, parecía que podían dar uno más de sus paseos triunfales o, como mínimo, disputar abiertamente el triunfo, proponiendo un duelo a los pilotos de Honda, Marc Márquez, que venía de ganar en Austin, y su compañero Pedrosa, que fue tercero en esa carrera americana. Eran pues estos cuatro pilotos los elegidos inicialmente para la gloria, aunque también se albergaban algunas esperanzas de ver si el tricampeón Jorge Lorenzo podía por fin cogerle el 'tranquillo' a su nueva Ducati y reverdecer laureles en su circuito preferido.

De este modo, la adrenalina subía hasta niveles de infarto en el Circuito de Jerez al iniciarse la prueba de MotoGP, con Dani Pedrosa al mando desde la primera curva. El genial piloto de Castellar realizó una gran salida, tan eficaz como las que le distinguían hace unos años, sin permitir que otros llevasen la voz cantante. Era su día y no estaba dispuesto a ceder protagonismo. Su compañero Márquez no quería perder comba y se instalaba en la segunda posición, esperando a lanzar un ataque.

Para regocijo de la afición, Jorge Lorenzo y su Ducati también se colocaban en las primeras posiciones, en dura pugna con el brillante novato de la categoría, Johann Zarco. Más desinflados parecían los dos pilotos de Yamaha, Viñales y Rossi, que rápidamente evidenciaron que no iba a ser su día, todo lo contrario.

Quien no despertaba dudas era Dani Pedrosa, que no perdió el control de la prueba en ningún momento, siendo sólo perseguido por Márquez que, en los últimos giros, intentó acercarse sin éxito a su compañero. Lorenzo se afianzó en un fantástico y esperanzador tercer puesto, mientras Viñales debía conformarse con el sexto y el líder Rossi con una inesperada décima posición, que le mantiene primero del Campeonato, pero con una gran presión.

Estaba claro que era el día de Dani, su domingo soñado en el Gran Premio de casa. Como un gigante de cuerpo pequeño, Pedrosa se anotó un impecable triunfo, de principio a fin. En el día de las madres, la suya, Basi Ramal, fue la más feliz de la jornada, pues su hijo logró la proeza histórica que todos esperaban al anotarse la victoria número 3.000 del Mundial de Motociclismo. En el podio, Dani estuvo acompañado por Marc Márquez y Jorge Lorenzo, un triplete idéntico al que se produjo en este trazado en 2013. Don Juan Carlos, Rey emérito, entregó el catavino más grande al brillante ganador y la sonrisa de Pedrosa, que ya es cuarto del Campeonato a sólo 10 puntos del líder Rossi, se dibujó en su rostro haciéndole doblemente grande, no cabía en sí. Pero no estaba soñando.

Ni que decir tiene que la organización del Circuito de Jerez también ha logrado su sueño en este Gran Premio de España, pues ha cumplido ampliamente con los objetivos fijados de llenar nuevamente las tribunas y dar la mejor imagen en todos los sentidos. Tanto la ciudad andaluza que da su nombre al trazado como otras poblaciones del marco de influencia, han notado los positivos efectos económicos y la no menos importante promoción turística que genera este acontecimiento deportivo.

Ahora Jerez será objeto de un reasfaltado el próximo mes de agosto y en su calendario cuenta todavía con un buen número de pruebas por disputarse, tanto de automovilismo como de motociclismo, entre las que destaca el Mundial de Superbikes (22 de octubre). Pero lo más importante es que el trazado jerezano sigue siendo la Catedral indiscutible de las dos ruedas, algo que nadie podrá cambiar mientras se consigan éxitos históricos como los que acaban de vivirse, que aunque parezcan sueños, son reales.

(*) Jesús Benítez, periodista y escritor, fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios