Gran Premio de Italia

Lorenzo arrasa en Mugello

  • Pedrosa sigue líder del mundial tras acabar segundo, mientras que el británico Crutchlow queda tercero. El podio pudo ser enteramente español, pero Márquez se cayó a dos vueltas para el final.

El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) sumó su segunda victoria de la temporada y la tercera consecutiva en el Gran Premio de Italia de MotoGP que este domingo se disputó en el circuito de Mugello. Lorenzo ya se impuso en las ediciones 2011 y 2012 de la carrera italiana, en la que inicialmente tuvo cierta rivalidad con los pilotos españoles del equipo Repsol Honda, Dani Pedrosa y Marc Márquez, pero pasado el ecuador de la carrera se despegó de ellos camino del triunfo y ambos acabaron luchando por la segunda plaza del podio en Mugello.

Aunque Dani Pedrosa salió como en él es habitual, en la apurada de final de recta Jorge Lorenzo sabía que se jugaba buena parte de sus opciones de victoria y se cerró por el interior de la trayectoria para protagonizar un espectacular adelantamiento a su rival, tras el cual se colocó Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V). Poco después se produjo uno de los percances importantes de la prueba de MotoGP al quedar fuera de caída en el mismo incidente el ídolo local Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) y el español Alvaro Bautista (Honda RC 213 V). A ritmo de vuelta rápida Lorenzo, Pedrosa y Márquez se escaparon rápidamente de todos sus rivales, entre quien más próximo se encontraba era el inglés Cal Crutchlow (Yamaha YZR M 1), si bien muy cerca de él se encontraban tanto el alemán Stefan Bradl (Honda RC 213 V) como los pilotos oficiales de Ducati, el italiano Andrea Dovizioso y el estadounidense Nicky Hayden.

Un poco más atrás, octavo, y protagonizando una espectacular actuación rodó el español Aleix Espargaró (ART), quien con una moto sensiblemente menos potente, aunque en Mugello recibió algunas mejoras de motor que incrementaban la potencia de la misma. En cabeza, Jorge Lorenzo defendió con ahínco su posición de los ataques de los pilotos de Repsol Honda, en particular de Dani Pedrosa, que se pegó a la estela de la Yamaha en tanto que Márquez permaneció expectante al desarrollo de los acontecimiento y con un mérito encomiable tras la fuerte caída que sufrió el viernes a casi 300 km/h. Pasado el ecuador de la carrera, en el decimotercer giro se produjo el primer ataque importante de Jorge Lorenzo, quien consiguió bajar del minuto y 48 segundos para completar la vuelta y con ello pasó a tener una ventaja de algo más de 1,2 segundos, cuando en el anterior giro Pedrosa se encontraba a escasamente cuatro décimas de segundo.

Al unísono con el ataque de Lorenzo parecieron llegar los primeros problemas de Pedrosa, a quien el neumático trasero de su Repsol Honda le empezaba a dar pequeños sustos que no hicieron sino facilitar la victoria de su rival de Yamaha y también incrementar la ambición de un Marc Márquez que vio su oportunidad en esas especiales circunstancias.

A seis vueltas del final comenzaron los intentos de Márquez por superar a su compañero de equipo Pedrosa, quien por todos los medios intentó cerrarle la puerta, pero en un espectacular interior en el decimonoveno giro no pudo evitar ser superado y relegado a una tercera posición que debía dar por buena ya que de ahí al final de la prueba tampoco daba la impresión de que pudiese seguir el ritmo del campeón del mundo de Moto2 en 2012. Pero Márquez volvió a hacer gala de su inexperiencia en la categoría y en el vigésimo primer giro un error al apurar demasiado la frenada en la entrada de una curva le hizo perder la rueda delantera y rodar por los suelos para su desesperación, con lo que entregó en bandeja la segunda posición a Dani Pedrosa.

Espargaró -octavo- aguantó el tipo todo lo que pudo frente a las más potentes MotoGP, pero cuando el italiano Michele Pirro se le acercó al manillar de la Ducati Desmosedici poco pudo hacer para defender su posición en la recta del circuito, en donde su rival literalmente le dejó "tirado" con una velocidad punta de la moto muy superior. En la última vuelta Héctor Barberá (FTR), que mantuvo su particular pelea con el francés Randy de Puniet (ART), logró rebasarlo y por apenas 88 milésimas de segundo se ganó en propiedad la décima plaza en Mugello.

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