El italiano Valentino Rossi (Yamaha) se ha habituado en las dos últimas temporadas a tener que remontar posiciones en el Campeonato del Mundo de MotoGP, sobre todo ante un solo rival, el australiano Casey Stoner (Ducati), pero este año parece abocado a hacerlo contra dos, el oceánico y el español Jorge Lorenzo (Yamaha).

De las cinco carreras disputadas, el transalpino sólo ha ganado la de España, mientras que Lorenzo lo hizo en Japón y Francia, y Stoner en la primera, el Gran Premio de Qatar, y la quinta, la de Italia del pasado domingo.

Los tres se han quedado, de momento, luchando en solitario por el título tras los fallos del español Dani Pedrosa (Honda), que el domingo se cayó en la decimotercera vuelta en Mugello y cuyos problemas físicos parecen no tener fin.

En la clasificación de MotoGP, Casey Stoner tiene 90 puntos por 86 de Jorge Lorenzo, que llegó líder a Italia, y por 81 de Valentino Rossi.

Dani Pedrosa es cuarto, con 57 puntos, y si bien la diferencia con los primeros no es mucha porque quedan doce grandes premios, la sensación que ha dado el piloto de Castellar del Vallés (Barcelona) no es precisamente buena ni denota una fuerte capacidad para reaccionar.

La aparición de Lorenzo como un serio contendiente ha hecho que crezca el interés por el campeonato y ha añadido un nuevo elemento: dos de los tres favoritos son del mismo equipo, el oficial de Yamaha.

En el garaje de Yamaha hay un muro instalado a petición de Rossi que separa a los mecánicos del español de los del italiano, aunque siempre se ha difundido que los dos pilotos comparten la información. Ahora el muro se podría volver en contra de su inventor, Valentino Rossi.