BMW reimpulsa a la Serie 8, compuesta por tres carrocerías: la Coupé, con dos puertas y 4,84 m de largo; la Cabrio, con un formato semejante pero con capota de lona; y la Gran Coupe, con cuatro puertas y una distancia entre ejes algo mayor que las otras dos, consecuentemente, también con mayor longitud, 5,08 m.
La actualización pasa por un cambio de diseño en la parrilla, que puede iluminarse; o la inclusión, ahora de serie, del paquete M Sport en los coches con motores de seis cilindros, lo que implica paragolpes más voluminosos, llantas específicas de 19” y portapinzas de freno pintadas de color azul. En los V8, u opcionalmente en el resto, las llantas serían de 20” y se incluiría en el equipamiento el diferencial M Sport.
Además, se estrenan nuevos colores para la pintura de la carrocería o los retrovisores en los V8 son como los de los M8.
También aparecen dentro del paquete M Sport Pro o del M Performance elementos como las molduras en negro brillo, así como pinzas de freno, faros M o spoiler trasero en negro.
En cuanto al interior, pasan a ser de serie el volante M Sport de cuero o los asientos multifunción, así como las superficies galvanizadas de los umbrales de las puertas o la disponibilidad de la tapicería de cuero de BMW Individual.
Por otro lado, la pantalla de información central crece, pasando de 10,25 a 12,3”. La climatización automática de cuatro zonas es una dotación de fábrica para estos Serie 8, antes opcional; mientras que entre las ayudas a la conducción de serie figuran el Driving Assistang con reconocimiento de señales de tráfico y aviso de salida de carril, así como el asistente de aparcamiento.
No hay cambios en los motores que continúan siendo tres de seis u otro cilindros y se combinan con la tracción trasera o total xDrive.
Así, las versiones disponibles para las tres carrocerías son la BMW 840i, con 333 CV con ambos tipos de tracción; la M850i, con 350 CV, siempre xDrive; y la 840d, con 340 CV y también exclusivamente con cuatro ruedas motrices.
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