La tercera generación de los BMW X3 está a la venta desde 2017 y la segunda del X4, el correspondiente SUV con silueta de coupé, desde 2018. Ahora, ambos reciben algunos cambios que afectan, particularmente, a su aspecto, aunque BMW ha dejado aún sitio para más modificaciones con el propósito de mantenerlos en plena vigencia hasta 2024 o 2025, cuando se extinguirá su vida comercial.

La mayoría de estas modificaciones se centran en el frontal, donde hay una parrilla de mayor tamaño que antes desde que se anunciaron junio del año pasado -nos cuentan que, de facto, se pusieron a la venta a finales del 2021- y con los dos “riñones” ahora unidos bajo un mismo marco, aunque se mantiene una barra entre ambos. También hay cambios en los faros, que se estrechan mínimamente, un centímetro, y cuentan con funciones totalmente con LED de serie. Además, pueden ser adaptativos con función matricial en los X3, mientras que esta posibilidad es de serie en los X4. Ambos pueden contar también con los faros láser.

Los mayores cambios en la parte posterior están antes en el X3 que en el X4.

Cambian los paragolpes, los difusores traseros y, en el caso del X3, también los pilotos posteriores, que tienen un aspecto tridimensional.

Los pilotos del X4 no cambian, su paragolpes sí lo hace muy ostensiblemente.

De puertas a dentro, la pantalla central es de 10,25” de serie, aunque hay una de 12,3” en opción y en la consola central se reproduce la ordenación del Serie 4, incluyendo el botón de arranque, el control de start/stop, controlador de la pantalla, cambio, freno de estacionamiento, etc.

Hay una reordenación de funciones en la consola central. La pantalla central es de 12,3 " en opción.

De serie son los asientos deportivos con tapicería de aspecto de cuero realizada con polímeros reciclados, mientras que en cuanto a la conectividad, se cuenta con la integración de Alexa, Apple CarPlay y Android Auto. Existe la posibilidad de actualizar remotamente el software de estos coches.

La reorganización de la oferta supone el arranque de la misma desde el nivel xLine, que es que aporta a estos coches un aspecto más off-road por la protecciones laterales en negro, por ejemplo; al que le siguen M Sport, con un aspecto más deportivo; y M Performance, con una estética más parecida a un M competo con retrovisores de estos o parrillas íntegramente en negro, por ejemplo.

Esta tapicería que imita al cuero es la opción de serie para los X3 y X4.

Lo que se mantiene es una oferta de motores vastísima que abarca desde los 150 CV en los X3 hasta los 510 CV de las versiones M Competition. También de una variante eléctrica.

BMW iX3, un eléctrico de garantía

De esa amplia gama disponible hemos elegido para nuestra toma de contacto esta versión eléctrica del X3 y que no tiene correspondencia en el X4. Con la sDrive18d, la que recurre al 2.0 Diesel de 150 CV -también la otra exclusiva del X3 como también ocurre con la PHEV- son las únicas variantes que sólo están disponible con propulsión, es decir, que no tienen la tracción total asociada a la caja de cambios automática de ocho velocidades.

El BMW iX3, que es como se denomina esta variante eléctrica, apenas se mantuvo en el mercado antes de llegarle estos cambios estéticos comunes a otros X3 -aunque este caso la parrilla está cerrada, no tiene barras- aproximadamente un año.

El iX3 pasa de tener dos versiones de distinto equipamiento a contar con sólo una, la M Sport.

En nuestro contacto hemos comprobado una meritoria calidad de rodadura por la aportación de su suspensión, aunque en autopista es algo más ruidoso por el roce con el aire de lo que esperábamos encontrar cuando se empieza a rodar por encima de la velocidad legal. Esto es, por otro lado, fácil por el poderoso empuje de su motor de 286 CV y 400 Nm.

Ofrece al conductor la posibilidad de elegir entre tres modos de funcionamiento Eco Pro, Normal y Sport que modifican de forma sensible no sólo la respuesta al acelerador, sino también el sonido artificial que se emite por los altavoces según se incrementa la velocidad.

La batería es, en el caso del iX3, siempre de la misma capacidad: 80 kWh totales, 74 utilizables.

Otra fórmula de interacción es la selección entre los dos modos de frenada regenerativa básica con el pomo del cambio. En el modo D, en línea con las otras posiciones de aparcamiento, neutra o marcha atrás y para el que, este caso desde la pantalla, pueden elegirse tres niveles de ajuste de diferente intensidad.

Sin embargo, también es posible uno más, el adaptativo, en el que la retención que se efectúa al dejar de acelerar tiene en cuenta, por ejemplo, la posición de otros coches.

Por su parte, gracias al modo B, en un pasillo lateral con el que la retención es mayor cuando no se acelera, puede conducirse prácticamente sólo con ese pedal de la derecha, pues el iX3 llega a pararse totalmente si aliviamos la presión sobre él.

Con el pomo del cambio se pueden seleccionar los dos modos de frenada regenerativa básicos: el D aún es regulable desde la pantalla en cuatro niveles.

En una conducción muy rápida, tanto por carretera secundaria como por autopista, con una velocidad media de 82 km/h, obtuvimos un consumo medio de 26,7 kWh/100 km. En condiciones de homologación, el gasto es de entre 18,9 a 18,5 kWh/100 km, lo que permite al iX3 recorrer con una carga -éstas, hasta de 11 kW de potencia con corriente alterna y 150 con continua- 460 km gracias a su batería de 74 KWh.

De 52.600 euros del Diesel básico a más del doble

Con un precio de 74.400 euros, esta versión eléctrica es la más costosa de las que no tienen una M en su nomenclatura, incluyendo entre éstos los M40i y M40d, tanto de los X3 como X4. Son, con sus 360 y 340 CV cuestan 80.200 y 80.600 euros en el X3, por el mismo orden, unos 3.000 euros más en el X4.

Junto a ellos se alinean el ya mencionado X3 sDrive18d que cuesta 52.600 euros y supone el escalón inicial de la gama por precio y potencia, seguido de los xDrive30d de 190 CV y xDrive30d de 286 CV en la familia Diesel, con un precio de 56.900 y 63.900 euros. Todos, salvo el sDrive18d tienen su correspondiente en el X4, en este caso con un precio de arranque de 57.400 euros, que es lo que cuesta el xDrive20i de 184 CV.

De media, los X4 vienen a costar unos 3.000 euros más que sus versiones equivalentes del X3.

Esta misma variante de gasolina también la tiene el X3, en este caso con un precio 3.000 euros inferior. Los otros X3 y X4 de gasolina son los xDrive30i, con 252 CV y que cuestan, respectivamente, 61.400 y 64.400 euros.

Otro sistema de propulsión que BMW ha decidido dejar sólo para el X3 es el híbrido enchufable, el de 292 CV de la versión xDrive30e que cuesta 65.700 euros y alcanza a homologar 50 km de alcance exclusivamente eléctrico. Esto le permite, como al eléctrico tener la etiqueta cero en su parabrisas, mientras que todas las demás, con la salvedad de los M, llevan la Eco.

Los BMW X3 y X4 M son los únicos modelos de la familia que recurren a un motor de seis cilindros.

Esta PHEV es la versión con menor maletero de toda la familia por lo que ocupa esa batería de 12 kWh que alimenta al motor eléctrico de 109 CV embutido en el cambio: 450 litros. Las versiones que culminan la oferta de los X3 y X4 son las M y M Competition, en todos los casos con un 3.0 de gasolina de 510 CV retocado y, ahora, con 650 Nm de par máximo, lo que permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos con una velocidad máxima de 250 km/h que aumenta a 285 con el M Driver´s Package.

Su precio es, para los X3 M, de 109.300; y para los X3 M Competition, de 118.400 euros; mientras que en los X4 es de 111.300 y 120.400.