Hemos podido conducir por unas horas un Cupra León VZ Cup con carrocería familiar -también está disponible con la hatchback- y el sistema de propulsión híbrido de 245 CV y se nos hace difícil encontrar quien no puede quedar satisfecho tras ponerse a los mandos de un coche como éste. Lo tiene todo. Y eso arranca con su exclusividad.
La versión VZ Cup nace como un tributo a los modelos CUP de competición y de ahí su aspecto levemente más radical. Se lo proporcionan los faldones laterales y las llantas de 19” con tonos negros y cobre, así como los faros matriciales led o las carcasas de fibra de carbono de los retrovisores; mientras que en el interior lo más llamativo quizá sean esos asientos bacquet que, tal cual entras en el habitáculo, te abrazan con la promesa de no dejarte mover lateralmente.
Estos asientos, que Cupra denomina CUPBucket y que están tapizados en piel, tienen un excelente control sobre el torso, pero llama tanto o más la atención cómo sus refuerzos laterales dan sujeción a las piernas. Esto, que por supuesto se agradece mucho cuando se conduce en curva porque el paso por éstas puede ser endiabladamente rápido, incluso con la carrocería familiar; no supone ninguna molestia cuando se rueda, por ejemplo, por autopista porque, en la firmeza de su relleno, son considerablemente confortables. Van situados cerca del suelo, lo que lleva a que la postura de conducción sea más tendida de lo usual en un turismo y, asimismo, el conductor se sienta muy integrado en el León.
Otras aportaciones diferenciales de estos VZ Cup llegan de la mano de los pespuntes de color cobre en el salpicadero -también, claro, en los asientos-, del techo panorámico practicable o de los botones satélite en el volante. Uno de ellos permite arrancar o parar el motor, mientras que el otro, con el emblema tribal de la marca, da pie a seleccionar los diferentes modos de conducción: comfort, sport, Cupra e Individual.
De este modo se puede simplificar la elección de un ajuste u otro de la amortiguación, dirección, respuesta y sonido del motor, climatización o control de velocidad de crucero; aunque siempre se puede elegir el último de ellos y realizar un ajuste de cada elemento por separado y combinar, por ejemplo, la menor asistencia a la dirección con un control de velocidad de crucero que trabaja adelantando reacciones para suavizar, por ejemplo, una frenada. Por lo general, dispondremos de tres ajustes en cada uno de estos sistemas, salvo la amortiguación: para éste hay hasta quince niveles diferentes, por si preferimos tomarnos la molestia de realizar el ajuste preciso en lugar del predeterminado en cada modo para lo que Cupra llama DCC, que no es otra cosa que esa amortiguación regulable electrónicamente.
Otro atributo del chasis específico de estos Cupra son los frenos Brembo con pinzas de cuatro pistones para los discos delanteros perforados de 370 mm de diámetro.
En todo caso, podemos conseguir desde un cierto rodar confortable a una radicalidad en el comportamiento que se pone de manifiesto en la agilidad con la que este León realiza los cambios de dirección. Incluso percibimos un grado más de rapidez en ellos de los que recordábamos en esta versión respecto a otras, probablemente por un cambio de caídas. Lo que es seguro es que se alcanzará mayor rapidez en el caso de que cuenten con los neumáticos semislick Bridgestone Potenza Race que también se asocian como equipamiento de serie a las versiones TSI.
En cuanto al sistema de propulsión híbrido más potente de que dispone el León, nada que objetar en cuanto a como empuja, máxime cuando puede contar con la fuerza de los dos motores a la vez si aceleramos con decisión. Además, si hemos tenido acceso a un enchufe puede darnos hasta casi 60 km en condiciones de uso normal sin necesidad de consumir ni una gota de gasolina; y, en caso contrario, puede gastar poco aportando un considerable empuje. En las condiciones en las que nosotros lo utilizamos -un breve recorrido urbano antes de salir a autopista circulando a velocidad legal y afrontando un tramo de carretera secundaria con algunas curvas antes de volver a la vía rápida- registramos un gasto de 6,8 l/100 km.
Además de con la mencionada versión 1.4 e-Hybrid de 245 CV, el León VZ Cup dispone de otras con los motores de 2.0 TSI de 300 y 310 CV, siempre con cambio DSG, y este último vinculado a la tracción total y específicamente para la carrocería Spotstourer, la familiar.
En cuanto al equipamiento de seguridad, el León VZ Cup cuenta con el asistente pre-colisión, airbags laterales y de cortina traseros, de rodilla para el conductor, además de los estándar habituales: frontales, laterales y de cortina delanteros.
En los TSI el equipo de sonido Beats dispone de 9 altavoces con un amplificador de 340 W y tecnología Surround.
El precio de esta versión VZ Cup con el sistema de propulsión híbrido de 245 CV es de 52.710 euros para el hatchback y 53.710 para el familiar; mientras que con el motor TSI de 300 CV el precio es, respectivamente, de 55.527 y 55.864 euros. El Cupra León VZ Cup más costoso es el familiar con el motor más potente, el de 310 CV, y la tracción 4Drive: 58.550 euros.
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