Historia

Fiat SB4 Mefistofele, con dos récords de velocidad 100 años después

  • El Mefistofele es de los pocos coches que puede presumir de conservar, después de 100 años, un par de récord de velocidad nunca superados. Este Fiat, gracias a un motor de avión, fue absolutamente impactante en los anteriores años 20. Tanto como su rival más enconado, el Delage V12 La torpille.

Fiat SB4 Mefistofele, con dos récords de velocidad 100 años después

Fiat SB4 Mefistofele, con dos récords de velocidad 100 años después

Mefistófeles es un demonio encargado de conseguir almas para Satanás. También es el nombre propio de uno de los coches de Fiat -aunque no lo construyese Fiat- más impactantes de todos los tiempos, precisamente, por el infernal ruido que era capaz de producir su motor procedente de un avión, un seis cilindros que usaban biplanos italianos del periodo de entreguerras, algunos incluso bombarderos.

Este motor era el Fiat A.12 en torno al que un gentleman driver londinense, Ernest Eldridge, construiría un coche, este Mefistofele.

Inicialmente, en 1921, Eldridge ensambló un automóvil con un motor de 240 CV con el que podía alcanzar los 150 km/h. Pero aquello no debía ser suficiente para él. Así que adquirió un Fiat SB4, un viejo coche de competición de 1907, al que le incorporó ese motor Fiat A.12 como el que habían venido usando aviones en producción hasta poco tiempo antes. Entre ellos, el Caproni Ca.44, también conocido como Caproni 600 hp por la potencia de sus tres motores.

Con dos toneladas, el Mefistofele encaja poco con lo que hoy entendemos que es un deportivo; pero su motor remediaba todas las carencias. Con dos toneladas, el Mefistofele encaja poco con lo que hoy entendemos que es un deportivo; pero su motor remediaba todas las carencias.

Con dos toneladas, el Mefistofele encaja poco con lo que hoy entendemos que es un deportivo; pero su motor remediaba todas las carencias.

Para integrar este monstruoso motor de seis cilindros y 21.706 cm3 en la parte frontal tuvo que echar mano a los restos de un autobús londinense accidentado. Y, como la potencia del motor original no parecía ser suficiente para sus necesidades -aportaba 200 CV- se le modificó para que cada cilindro tuviese cuatro válvulas con bujías Magneti Marelli. De allí venían los 350 CV a 1.800 rpm que el británico pretendía y el ruido infernal cuando se ponía en marcha que le haría merecedor de su apodo.

Un desafío sobre la carretera

Hace 100 años los desafíos entre pilotos de automóviles eran tan habituales como los que se habían producido unos años antes entre los de los pilotos de combate en los cielos de Europa. Así René Thomas, varias veces campeón de las 500 Millas de Indianápolis y habitual piloto de Delage, una marca francesa que aún sigue fabricando coches tras su refundación hace dos años, retó a Ernest Eldridge a un particular duelo de velocidad.

La cita sería el 5 de julio de 2024, en la Route Nacionale 20, una carretera que originariamente iba de París a Orleans, cerca de Arpajon (Francia).

El rival histórico del Mefistofele era el Delage V12 La Torpille, un coche único que aún puede verse en algunas pruebas . El rival histórico del Mefistofele era el Delage V12 La Torpille, un coche único que aún puede verse en algunas pruebas .

El rival histórico del Mefistofele era el Delage V12 La Torpille, un coche único que aún puede verse en algunas pruebas .

Eldridge recogió el guante y acudió a esa carretera con su Fiat SB4 Mefistofele de 350 CV. Para hacerle frente Thomas contaba con el Delage La Torpille, con la misma potencia extraída de su V12 de 10 litros también vinculado a la aeronáutica -no faltan referencias a que, en realidad, tenía unos 280 CV-, si bien este motor realizaría el tránsito en sentido contrario al del Mefistofele: se probaría antes de usarse en un avión en este coche caza récords.

Ese 5 de julio el Fiat SB4 Mefisfofele alcazaba el mejor registro en la prueba del kilómetro con salida en parado logrado hasta el momento: 230,55 km/h. Una marca nada desdeñable teniendo en cuenta que la prueba se realizaba sobre un camino aún sin pavimentar, simplemente sobre la tierra apisonada de esa RN20.

Sin embargo, ese récord mundial quedaría anulado. La razón no era otra que el Mefistofele no era un coche homologable… al carecer de marcha atrás. Y esto daba una oportunidad a Thomas y su Delage V12 La Torpille.

Al día siguiente Thomas, efectivamente, aprovechaba su turno y lograba alcanzar 230,63 km/h. Unas décimas le daban el triunfo. Sin embargo, apenas le duraría unos días.

Eldridge, que había construido por si mismo el SB4 Mefistofele, trabajando con un herrero local, consiguió incorporar a su coche una rudimentaria marcha atrás. Y, con ella instalada, el 12 de julio iniciaba el intento de récord cargado de revancha. Los 234,98 km/h alcanzados en ese nuevo intento convertirían al Mefistofele en parte de la leyenda del automóvil.

Hoy, cuando ya no se validan récords de velocidad en carretera, ese registro sigue vigente, igual que el de los 234,75 km/h obtenidos por Eldridge y su Fiat en la primera milla con salida en parado.

El SB4 fue restaurado hace unos años y hoy se conserva en el museo de Fiat en Turín. El SB4 fue restaurado hace unos años y hoy se conserva en el museo de Fiat en Turín.

El SB4 fue restaurado hace unos años y hoy se conserva en el museo de Fiat en Turín.

En la actualidad, el Fiat SB4 Mefistofele puede verse en Centro Storico Fiat de Turín, tras una restauración que llevó cinco años y que acabó con su reaparición en 2011 en el festival de Goodwood; mientras que su rival, el Delage V12 La Torpille, si bien no consiguió esos récords, tuvo por delante un largo recorrido en el mundo de las carreras.

Primero tras pasar a manos de la empresa Thomson & Tailord, con la que logró varias marcas en la pista de Booklands que estuvieron vigentes durante el periodo de entreguerras -entre ellos, ocho kilómetros a una velocidad promedio de 208 km/h- antes de recibir, en 1933 otro motor aeronáutico, de un Napier-Railton, otro coche único, con el que se mantuvo en la competición hasta 1935. No obstante, no fue su fin, porque tras diversos avatares y cambios de propiedad se restauró en los años 50 e incluso participó en los 60 en diversas pruebas, especialmente históricas desde entonces.

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