El Ford Fiesta estrenará antes de final de año un nuevo diseño de su frontal, con cambios en el aspecto de su parrilla que, tanto en los Tend como Titanium, tienen nuevo enrejado. En los ST-Line se recurre a un acabado de panal de abeja en negro brillante, como elemento más característico; mientras que en los Active se remarcan los trazos verticales de esa parrilla y se incorporan rejillas de ventilación más grandes. En el caso de los paquetes Vignale para los acabados Titanium, ST-Line y Active, se incluyen llantas de aleación de 17 y 18”.

Los faros leds son de serie en toda la gama, con función matricial en sus versiones más equipadas; mientras también cambian los pilotos posteriores, con un marco negro.

Los cambios de aspecto más evidentes están en la zona frontal.

Por otro lado, el cuadro de instrumentos es digital, con un tamaño de 12,3” en todas las versiones. Es configurable y tiene pantallas ligadas a los distintos modos de conducción seleccionados. Entre las ayudas a la conducción se incorpora la Alera de Dirección Contraria que señala el despiste que supone entrar en sentido contrario en una vía gracias al reconocimiento de señales de tráfico y el navegador. Otras ayudas son la de presencia de vehículos en el ángulo muerto, la de alerta de tráfico cruzado y frenado activo, la de mantenimiento de carril o el asistente precolisión.

Los pilotos traseros tienen bordes traseros en negro, mientras que los de leds opcionales cuentan con un acabado exterior en Negro Premium.

En cuanto a la conectividad, se suman funciones controlables desde el móvil con la aplicación Ford Pass como el bloqueo y desbloqueo de puertas, el arranque remoto, localizador y control de niveles, por ejemplo. La conectividad también permite actualizaciones para el navegador con el tráfico o el control de los smarphones conectados con la voz.

Otra aportación de los nuevos Fiesta es la alerta de ocupantes traseros, que evita dejar a niños o mascotas inadvertidamente en el coche.

Cuatro motores, dos de ellos con 48 voltios

En lo que respecta a los motores, todos de gasolina, los dos de potencia intermedia incorporan un sistema de microhibridación con 48 voltios. Se trata de los de 125 y 155 CV, ambos 1.0 tricilíndricos, combinados con el cambio manual de seis velocidades. Con estos sistemas eléctricos el consumo mejora hasta un 5 por ciento respecto a las versiones no hibridadas: el consumo homologado queda en 4,9 l/100 km. El 125 CV también está disponible con una caja de doble embrague y siete marchas, con un consumo de 5,2 l/100 km.

Si bien la potencia no varía, en los ST el motor de cuatro cilindros incrementa su par máximo.

Los otros motores disponibles en el Fiesta son el también 1.0 de 100 CV y el 1.5 de 200 CV exclusivo de los ST, ahora con un incremento de par máximo que se sitúa en 320 Nm.

Los asientos de los ST son de nuevo diseño. Prometen muchas posibles configuraciones.

En esta versión, desarrollada por Ford Performance, además de un diseño diferencial se incorpora unos nuevos asientos delanteros, con reposacabezas integrados y ajuste de 14 posiciones. Además de los modos de conducción normal y Sport, el Fiesta ST también dispone de un modo Track en lugar del Eco del resto de versiones. En este Track se desactiva el control de tracción y permite que el control de estabilidad tolere cierto deslizamiento.