En los años ´60 Meyers Manx, una pequeña empresa norteamericana con sede en California, se hizo famosa por desarrollar buggies utilizando como punto de partida los chasis y motores de las distintas evoluciones de los Volkswagen Escarabajo, siempre “todo atrás”. Con carrocerías de fibra de vidrio estos coches fueron muy aclamados por su capacidad para moverse ágilmente entre las dunas.
Ahora, la sucesora de la firma original, Meyes Manx LLC planea construir una serie de 50 unidades de un buggy dotado de un sistema de propulsión eléctrico. Esta serie limitada se produciría en 2023 para clientes seleccionados y como paso previo de una fabricación mayor en serie al año siguiente.
El Meyers Manx 2.0 Electric contará con dos motores eléctricos, uno en cada rueda trasera, que producirán conjuntamente una potencia de 150 kW (204 CV) y un par máximo de 325 Nm. Su aceleración de 0 a 100 km/h acabaría tras 4,5 s.
Para este coche se podrá elegir entre dos baterías de diferente capacidad: 20 o 40 kWh, lo que dará pie a conseguir autonomías de 240 y 480 km conforme a la norma EPA norteamericana. Podrían recargarse con corriente alterna y continua, en el primer caso con potencias de hasta 6 kW y en el segundo, que sería opcional, con hasta 60 kW.
El buggy de Meyers Manx no tendría, por tanto, nada que ver con el Volkswagen ID Buggy con plataforma MEB mostrado en el Salón de Ginebra de 2019 por la marca alemana, en tanto que no utilizaría ningún componente común con éste. Sí mantendría, sin embargo, una carrocería que, desde algunos puntos de vista, tiene un aspecto similar a la de los primeros modelos de la marca con motores de combustión y basados en los coches de Volkswagen, incluida la posibilidad de disponer de un techo desmontable.
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