Seat renueva los Ibiza y Arona con cambios de aspecto y más calidad percibida
Primer contacto
Los dos modelos más vendidos de Seat reciben una nueva actualización centrada en mejorar la percepción de calidad y modernizar su imagen. Sin cambios mecánicos, por el momento, los Ibiza y Arona aportan más equipamiento y acabados de mayor nivel, con la promesa de no introducir variaciones significativas en los precios.
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En 2021, cuando Seat realizó la última gran actualización de los Ibiza y Arona -ambos lanzados comercialmente en 2017 -estos dos modelos conjuntamente suponían un 53 por ciento de las ventas de la marca. Hoy, cuando llega una nueva actualización de estos dos modelos, la segunda por tanto, esa cuota ha aumentado más de trece puntos: hasta el 66,74 por ciento, de los que un 32,3 por ciento corresponden al SUV B y un 34,4 al utilitario.
Estos números dan una idea de la importancia que para Seat tienen estos nuevos retoques destinados a reimpulsar algunos aspectos de estos best-seller que se sitúan en su gama básica. Esencialmente, los cambios se concentran hoy en un aspecto fundamentalmente y al margen de refrescar nuevamente la imagen de esa quinta generación del Ibiza y la primera del Arona: aumentar la percepción de calidad sin que eso suponga incrementar los precios.
Estos aún no han sido comunicados -los dos modelos se pondrán a la venta con esta renovación a principios del año que viene y, hasta entonces, la red comercial dispone de unidades en stock pre-restyling-, que según fuentes de Seat apenas variarán respecto a los actuales. En este sentido cabe señalar que la gama Ibiza se mueve entre los 15.000 euros de la versión más asequible, con un motor 1.0 TSI de 80 CV y en la versión especial Salta!; y los poco más de 27.500 de la más costosa, un acabado FR con el motor 1.5 TSI de 150 CV.
En cuanto al Arona sus precios están comprendidos entre unos 20.500 del nivel Style combinado con el motor 1.0 TSI de 95 CV y los casi 30.000 del FR con el 1.5 TSI de 150 CV.
Una base inalterada
Empezando por lo que no cambia, ambos mantienen invariados sus chasis. La base mecánica tanto del utilitario de 4,06 m como del SUV de 4,14 es la misma: la plataforma MQB A0. Esta, dentro del grupo Volkswagen, es también utilizada por un considerable número de modelos de Audi, Skoda y la propia Volkswagen entre los que están los A1, Fabia, Scala y Kamiq o Polo, Taigo y T-Cross. Esta base se caracteriza por su modularidad, mayor rigidez y ligereza que sus antecesores, motores transversales de tres o cuatro cilindros combinados con la tracción delantera o incluso total y suspensiones de tipo McPherson en el eje delantero y, generalmente, de ruedas tiradas con eje de torsión en el trasero.
Ibiza y Arona mantienen sus ajustes, incluso de amortiguación y dirección, con un talante que caracteriza una respuesta más rápida y ágil en los cambios de dirección que la media de los modelos de su segmento, si bien hay algunas modificaciones en lo relativo a llantas -todas de nuevo diseño- que no parecen influir en absoluto en el comportamiento.
Así, por ejemplo, en el Ibiza la gama abarca de 15 a 18" de diámetro, si bien las llantas más grandes de serie son las de 17" que se emplean en las versiones FR. En el Arona, por su parte, las más pequeñas son 16" y las mayores también de 18", equipando neumáticos 215/45 R18, es decir, con un perfil algo mayor que el usado en el utilitario -junto a una diferencia de 1,5 cm en la longitud del muelle marcan una mayor altura respecto al suelo en el SUV-, en el que estas ruedas de mayor tamaño son una 215/40 R18.
Con un aspecto más formal
En lo relativo a los cambios de aspecto exterior, en ambos los de mayor calado se centran en el frontal, sin que haya ninguna pieza de estampación nueva en ninguno de los dos. Así, el Ibiza estrena una parrilla hexagonal, de mayor tamaño que la de cuatro lados que antes tenía; y que en la zona inferior se apoya en un parachoques de nuevo diseño. También son nuevos los faros que, con todas las funciones con leds -no obstante, sigue montando antinieblas específicamente y con función de cornering, es decir, de apoyo lumínico en los giros- se hacen más estrechos y ofrecen una nueva firma lumínica. Otro tanto ocurre, por otro lado, con los pilotos. En cuanto a las ventajas funcionales, de esos faros, en Seat apuntan que se ha duplicado la luminosidad con la luz de cruce y triplicado la de las largas.
Como también pasa en el Arona, aparecen marcadas entradas de aire laterales en los laterales del paragolpes delantero, mientras que en el trasero el perfil horizontal se amplía, por ejemplo; y la matrícula se instala en la zona en negro que, junto al agrandado difusor de los Style y FR hace crecer la presencia de este color en esa parte posterior.
En el Arona las variaciones son también notables y también particularmente en el frontal, donde igualmente la parrilla se hace más grande y los faros más estrechos, mientras que las modificaciones aún de mayor enjundia atañen al parachoques. Aquí todo se reposiciona o cambia: se desplazan los antinieblas, la boca inferior se hace más grande, las piezas de plástico de color gris que se usaba para rematar las zonas inferiores y simulaba la presencia de una placa cubrecárter o remataban el parachoques trasero desaparecen, etc.
Muchos cambios, en definitiva, que buscan ofrecer una imagen más madura en ambos modelos; mientras que en el interior la pretensión es de elevar la calidad percibida, especialmente en Style y FR. Para ello, el volante se tapiza en ambos coches con cuero, parcialmente perforado en algunas zonas en los dos niveles más altos; mientras que en los paneles interiores de las puertas delanteras se usan piezas de tela en el caso de esos acabados; o para el tapizado del techo -además de para todos los plásticos del salpicadero- se adopta un color negro en esos dos niveles superiores. Los asientos, en todas las versiones, tienen un tapizado en relieve y pasan a ser bacquets, es decir, con el reposacabezas integrado en el respaldo, en los Ibiza y Arona con el acabado FR, el más alto.
Es nuevo, además, el equipo de sonido, con seis altavoces y 300 watios en el caso del más potente y, como recurso de apoyo a la conectividad, el cargador de inducción para los teléfonos ofrece ahora el triple de potencia -15 W-, además de tener un diseño que permite mejorar la refrigeración del smartphone. En los dos Seat la iluminación interior de los marcos de las salidas de aire son color verde en los Style y plata en los FR.
En estos acabados, como también el básico -ahora con el nombre del modelo, Ibiza y Arona- tienen una pantalla para la instrumentación de 8" de serie y 10,25" en opción. En cuanto a la central flotante, para dar servicio al equipo de infoentretenimiento -teléfono, equipo de sonido, imagen de las cámaras, navegador, etc- es de 8,25" como equipamiento estándar y de 9,2" en opción para el acabado base o el intermedio y de serie en el FR. En ésta es posible disponer de contenido online en tiempo real o se disfruta del control por voz.
En el acabado Style el Arona tiene de serie el sensor de aparcamiento trasero; mientras que el FR aporta la posibilidad de elegir modos de conducción -Eco, Normal, Sport e Individual- o un climatizador bizonal, opcional en otros acabados, así como la cámara de visión posterior.
Por el momento, todos con etiqueta C
La oferta de motores, a expensas de que a lo largo de 2027 se sume a los dos modelos una opción microhíbrida con arquitectura eléctrica de 48 voltios que les permitirá tener la etiqueta Eco de la DGT, se circunscribe a opciones sin electrificar y con la C.
Para el Ibiza esta oferta se conforma con el motor 1.0 MPI de 80 CV, un tricilíndrico ligado a una caja de cambios manual de cinco velocidades; una desarrollo de este mismo bloque con inyección directa y turbo de 115 CV, en este caso con una transmisión manual de seis velocidades o la automática de siete y que, a tenor de nuestro contacto, es una opción ideal por su rendimiento también en el Arona, y cerrando la gama un 1.5 TSI de 150 CV, éste exclusivamente combinado con la caja automática DSG de siete marchas y que dispone de un sistema de desconexión de dos de sus cuatro cilindros cuando son prescindibles.
En el caso del SUV son los dos motores más potentes del Ibiza los hoy disponibles, si bien más adelante también dispondrá del 1.0 TSI de 95 CV, como también ocurrirá con el utilitario.
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