En acumulado de ventas de enero a septiembre los turismos de gasolina sumaron un total de 304.079 unidades; los Diesel 130.629; y en el apartado de “resto de combustibles” -que incluyen, fundamentalmente, eléctricos, híbridos (PHEV y HEV) y versiones con gas- se alcanzaron las 213.247 unidades. Al margen de que hay segmentos en los que ya no es posible encontrar coches con motores Diesel, como es el caso de los urbanos, estas cifras dejan a las claras el desplome constante del gasóleo en las ventas de vehículos nuevos y la decantación de los clientes de vehículos nuevos por los nuevos sistemas de propulsión basados en la electricidad.

En el análisis del mes septiembre, las ventas de electrificados sumaron 24.466 unidades frente a las 17.376 de 2020 y las 11.888 de 2019, lo que supone un crecimiento de un 106 por ciento respecto al último año previo a COVID. La evolución de las ventas de estos vehículos vinculados a la nueva movilidad es de tal calibre que, este último mes del que se tienen datos, se han vendido más turismos de este tipo que de gasolina, si bien la diferencia es muy pequeña: 24.466 por 24.187 unidades.

En septiembre de 2021, todas las comunidades autónomas han visto cómo las matriculaciones de este tipo de turismos crecían, a excepción de Asturias. Los vehículos eléctricos, híbridos, de hidrógeno… siguen teniendo una cuota de mercado más alta en Madrid (43 por ciento) y Cataluña (15 por ciento).

El Seat Arona es, con 17.639 unidades, el modelo más vendido en el acumulado del año, por delante del Hyundai Tucson.

Una prueba de esta evolución es que la emisión media de CO2 de los turismos vendidos en septiembre es de 119,4 gramos de CO2 por kilómetro (WLTP), un 7 por ciento menos que el año pasado en el mismo mes.

Por otro lado y en el computo global, Andalucía sigue siendo el tercer mercado nacional en el acumulado del año, copando prácticamente una de cada diez ventas que se hacen en España. Un 43 por ciento de las mismas se realizan en la Comunidad de Madrid y 13 por ciento en Cataluña, que apenas se distancia de Andalucía en 15.000 unidades.

Europa también prefiere los enchufados

En Europa incluso las cifras son igual de reveladoras sobre los gustos de los clientes sobre el tipo de motores que prefieren. Así, los eléctricos e híbridos enchufables ya suman, por si solos, 10.100 unidades más que los Diesel en los 26 principales mercados, según los últimos datos correspondientes que incluyen hasta el mes de agosto y proporcionados por JATO. Esto da la vuelta al resultado obtenido en 2020, año que acabó con unas ventas de 158.300 unidades más de Diesel respecto a los coches con enchufe.

Así evolucionan las venta en Europa por combustibles desde 2017: el Diesel, en caída constante.

Por modelos, el Volkswagen ID.3 es líder de este tirón entre los eléctricos con 7.904 unidades vendidas y por delante de los Tesla Model 3, Volkswagen ID.4, Renault Zoe y Ford Mustang Mach-E. Otro el Ford, el Kuga PHEV, encabeza las ventas europeas de los híbridos enchufables.

El Volkswagen ID.3 es el que más compradores de eléctricos conquista en los principales mercados europeos.

Pandemia y la crisis de los chips, los culpables de la caída de ventas

De vuelta a España, y en cuanto al análisis global de ventas, las matriculaciones de vehículos registran un nuevo mes en negativo comparado con el año pasado. En concreto, se produce una caída de las entregas, con un descenso del 16 por ciento, hasta las 47.584 unidades. El acumulado del año registra, comparado con el mismo periodo de 2020, una subida del 9 por ciento, hasta las 647.955 unidades. Sin embargo, frente a los nueve primeros meses de 2019, último año sin COVID, las ventas acumuladas de turismos y todoterrenos caen un 33 por ciento.

El canal de alquiladores consigue aumentar sus ventas, en este entorno, un 40 por ciento hasta las 5.373 unidades. El más penalizado sigue siendo el canal de particulares, que entrega sólo 28.593 y una caída del 22 por ciento. Por su parte, el canal de empresas cae un 15 por ciento.

La crisis de los semiconductores está detrás de todos los análisis que realizan las principales patronales del sector sobre la caída de ventas.

Desde FACONAUTO, la patronal de los concesionarios, valoran “que las matriculaciones del mes de septiembre han mantenido la misma tónica negativa que los dos meses anteriores. De esta manera, completamos tres meses en los que se han agudizado los efectos de la crisis de los microprocesadores sobre las ventas de vehículos, particularmente sobre el canal de particulares, que el mes pasado volvió a caer por encima del 20 por ciento. Los concesionarios siguen sin tener stock suficiente para atender la demanda, pese a lo cual muchos clientes se están mostrando cada vez más comprensivos con esta situación y están dispuestos a esperar por su vehículo. En cualquier caso, la incertidumbre es grande, porque no hay un horizonte claro de cuándo volverá a haber coches en el mercado, lo que aboca ya a los concesionarios a repetir en el presente ejercicio un nivel de ventas tan bajo como en 2020”.

ANFAC, la patronal de los fabricantes, incide en estas mismas explicaciones en relación a la evolución del mercado “la suma de la crisis provocada por la pandemia, la incertidumbre de los consumidores ante cómo va a evolucionar la crisis económica y la falta de semiconductores está suponiendo una caída del mucho peor de la pronosticada a principio de año. No esperamos que la escasez de chips tenga una solución a corto plazo ni que el mercado recupere impulso en el último trimestre y por lo tanto, las previsiones de cierre son más bajas“.

También desde GANVAM, la asociación de más representativa de la distribución y reparación de automóviles, trasladan que “la crisis global de chips continúa haciendo mella en la automoción. A la escasez de semiconductores se le suma la subida desbocada del precio de las materias primas y de los costes logísticos, especialmente del transporte por vía marítima. Si a la falta de oferta le añadimos la cuesta de septiembre y la incertidumbre tecnológica que se detecta entre los compradores a la hora de elegir coche, tenemos una tormenta perfecta de cara a la recta final de año. Una de las mayores preocupaciones ahora es que esta crisis no derive en destrucción de empleo”