Motor

El truco que te ayudará a pasar la prueba de humos de la ITV

Garantízate el éxito en cada inspección de tu coche con este sencillo truco

Garantízate el éxito en cada inspección de tu coche con este sencillo truco / Erik Mclean

La periodicidad de la inspección técnica obligatoria de nuestro vehículo dependerá de varios factores, como su antigüedad. Por ello, podemos estar obligados a pasar la ITV cada cuatro años, cada dos años o anualmente dependiendo de dichos factores.

Una de las pruebas que más problemas da a los conductores españoles es la prueba de humos, que junto a otras muchas comprobaciones de seguridad, como la realizada en el exterior del vehículo (parachoques, aletas...), en el interior (cinturones, sistemas de seguridad para niños), en luces, neumáticos o suspensión, conforman la inspección técnica general.

Así funciona la prueba de humos o emisiones de la ITV:

¿En qué consiste la prueba de humos en la Inspección Técnica de Vehículos?

El propósito de este apartado de la inspección es comprobar las emisiones de CO2 de cada vehículo para evaluar si entra dentro de las cotas permitidas, y así autorizar o no la circulación de dicho vehículo. También se efectúa posteriormente una segunda prueba para medir los niveles de NOx (gases como el óxido nítrico o el dióxido de nitrógeno). Su nombre oficial, por otra parte, es prueba de opacidad.

Estas emisiones se miden mediante el tubo de escape del vehículo. Para evaluarlas, el técnico en cuestión pide al propietario del vehículo que ponga el motor en punto muerto y acelere desde el ralentí hasta la velocidad de desconexión, o corte de inyección con aceleración en vacío, velocidad que especifique el fabricante o máximo régimen de giro alcanzado. Todo estos procesos se realizan con una sonda colocada anteriormente en el sistema de escape.

Para esta prueba de opacidad se comprobará a ojo si el motor está caliente y en condiciones óptimas, además de comprobar que no se indique avería en el testigo de fallo motor. Durante la misma, se debe mantener apagada la radio, las luces y otros elementos auxiliares del vehículo.

¿Cómo puedes asegurarte de que tu vehículo pase satisfactoriamente esta prueba?

El consejo a seguir para estos casos es, prioritariamente, mantener el vehículo en perfecto estado de revista realizando comprobaciones varias asiduamente y visitando un taller regularmente para que efectúe las pruebas pertinentes.

No obstante, existe un pequeño truco muy útil, especialmente para vehículos que funcionen por gasóleo, que puedes aprovechar en apenas unos minutos. Este truco consiste en realizar un recorrido corto, de entre 15 y 20 minutos, de manera previa a llegar a la estación de ITV, utilizando marchas cortas y revoluciones más elevadas de lo normal (de, por ejemplo, 4.000 revoluciones por minuto). Así, conseguirás que la cantidad de combustible inyectada en los cilindros sea mayor y fluyan mejor los gases. Además, quemarás más carbonilla, componente que suele provocar que los vehículos no pasen esta prueba de la ITV.

También existen aditivos en el mercado que se utilizan de manera previa a esta inspección, y se vuelcan en el depósito para limpiar los inyectores. Para sacar el máximo partido a estos aditivos, deberás circular por alrededor de 80 kilómetros después de utilizarlos. Su precio ronda los 12 euros, por lo que pueden ser una opción a considerar para mantener tu vehículo en condiciones óptimas para cada revisión.

En definitiva, recordar estos trucos te podrá ahorrar el disgusto de que tu coche no pase de manera satisfactoria cada prueba de la ITV, especialmente la temida prueba de humos.

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