Mundial de Rusia 2018 · Previa del España-Irán

La estrella de Irán se llama Queiroz

  • El portugués ha destacado más en selecciones que en clubes

El portugués Carlos Queiroz, en el San Petersburgo Arena.

El portugués Carlos Queiroz, en el San Petersburgo Arena. / georgi licovski / efe

La estrella de la selección de Irán no es otra que su técnico, el portugués Carlos Queiroz, un entrenador irrelevante en clubes que hizo carrera al frente de equipos nacionales y que ahora se presenta como la siguiente amenaza española en el Mundial de Rusia.

Irán es la sorprendente líder del Grupo B tras su inesperado triunfo 1-0 ante Marruecos en el descuento y después del empate 3-3 de España ante Portugal. El miércoles se librará en Kazán una batalla por el liderato entre españoles e iraníes.

"España tiene los mejores jugadores, la mejor técnica, pero eso solo no gana el partido. Hay que jugar. Ningún equipo puede ganar un partido sólo con su reputación", manifestó Queiroz nada más ganar a Marruecos. Un aviso explícito.

Si ante Marruecos propuso un partido marcado por la disciplina, el repliegue y el esfuerzo indesmayable, qué no esperar del partido ante España. Y más con el tremendo refuerzo anímico que obtuvo con su triunfo en el primer partido.

A sus 65 años, Queiroz afronta su tercer Mundial tras ser eliminado con Portugal en octavos de final de Sudáfrica 2010 ante España, a la postre campeona, y caer en la fase de grupos de Brasil 2014 ya al frente de Irán.

No le fue bien su carrera como entrenador de club. A una breve etapa en el Sporting de Portugal le siguieron buenos años como segundo entrenador de Alex Ferguson en el Manchester United y su gran oportunidad -y última por el momento- llegaría en 2003 con el Real Madrid.

Entonces, el club blanco confió en él tras la sorprendente destitución de Vicente del Bosque apenas dos días después de ganar la Liga española.

Llegaron meses de buen fútbol en el Santiago Bernabéu, pero el equipo se cayó estrepitosamente a partir de febrero para concluir la temporada en fracaso. Fue despedido entre el clamor general.

Su última aventura se llama Irán, una etapa con fecha de caducidad, pues se marchará al final del Mundial. Dure lo que dure tanto para él como para sus jugadores seleccionados.

"Es de largo la mejor selección de Asia", dijo antes de comenzar el Mundial el entonces seleccionador español, Julen Lopetegui, despedido el miércoles.

Su victoria ante Marruecos puso en alerta al equipo español, que ya conoce qué tipo de rival tendrá delante: una selección sacrificada, ultradefensiva y con excelentes expectativas de gol en jugadas a balón parado. Fueron los argumentos para ganar a Marruecos.

"El partido de España es para nosotros como el universo de las finales, porque es el universo contra nosotros", señaló un hiperbólico Queiroz para llevar el encuentro al terreno de la confrontación emocional.

Sabe que el orgullo es un arma muy valiosa en fútbol, como se está demostrando en este Mundial tan lleno de sorpresas cuando apenas acaba de comenzar. Queiroz, que es Irán, puso a España en estado de alerta.

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