El papel de la prensa Un antiguo periodista de 'Time' da la cara por el presidente Obama

La Casa Blanca cambia de voz

  • Robert Gibbs abandona su puesto después de dos años como portavoz de Obama, el tiempo medio que aguanta una persona en un cargo de especial importancia

A través de Robert Gibbs habló durante los últimos dos años el hombre más poderoso del mundo. Conocido por televidentes y lectores en todo el planeta, el portavoz de la Casa Blanca acaba de dejar uno de los cargos considerados más difíciles en Washington. La nueva voz del presidente Barack Obama es ahora el ex periodista Jay Carney.

A principios de enero Gibbs anunció su salida del cargo para, según él, poder explicar y apoyar "desde afuera" la política del presidente Barack Obama. El ya ex portavoz asegura que de esa manera podrá servir mejor al presidente.

Su sucesor, Jay Carney, tendrá una difícil herencia. Desde el momento en el que el ex periodista de 45 años se subió al estrado en la diminuta sala de prensa de la Casa Blanca, las miradas de la opinión pública internacional se posarán sobre él. Deberá responder desde preguntas sobre Egipto y el presupuesto estadounidense hasta los planes del presidente Obama para el fin de semana. Y como portavoz no se puede permitir pequeños fallos ni siquiera en su período de adaptación. "Sus palabras pueden provocar literalmente la caída de gobiernos", asegura el corresponsal de la CNN Ed Henry.

Carney, un antiguo periodista de la revista Time, trabajaba hasta ahora como director de comunicación y portavoz del vicepresidente Joe Biden, donde tuvo un perfil más bajo. Sin embargo, ahora deberá enfrentar a diario a una jauría de medios. Su teléfono sonará desde la mañana hasta la noche, su dirección de correo electrónico explotará y recibirá consultas de todo tipo.

Lo que Gibbs describió en su despedida como el cargo de "maestro jardinero mejor pagado de la nación", es en realidad un trabajo que implicará el fin de la vida privada para Carney.

"Es el mejor trabajo que he tenido. Y también el trabajo más exigente", recuerda Ari Fleisher, quien fue portavoz de George W. Bush. Fleisher ocupó las primeras planas mundiales durante los atentados al World Trade Center en 2001 y las posteriores guerras de Estados Unidos en Afganistán e Iraq. Pero tras dos años y medio dijo basta. Pocos de los 28 portavoces de la Casa Blanca duraron más que ese tiempo en funciones.

La exigencia del cargo creció exponencialmente desde la llegada de internet. Es que las noticias en la web se tornan viejas en cuestión de segundos y pocos periodistas quieren esperar a la conferencia de prensa en la Casa Blanca que se realiza casi todos los días por las tardes. "Vivimos en el siglo XXI y usamos un formato del XIX para informar a la prensa", dice Mike McCurry, quien fue portavoz del ex presidente Bill Clinton entre 1994 y 1998 y respondió por él durante el escándalo sexual en torno a Monica Lewinsky. McCurry incluso llega a exigir la supresión del cargo de portavoz.

"Nadie te dice lo que debes decir", asegura DeeDee Myers, quien en 1993 y 1994 también trabajó como portavoz de Clinton. Myers comenta que durante su cargo tuvo que recorrer los pasillos de los edificios gubernamentales como si fuera una periodista para recabar información.

La Casa Blanca debería dejar de transmitir conferencias de prensa en vivo, opina McCurry, quien asegura que es simplemente imposible proveer a los alrededor de 30 periodistas en la sala de prensa con informaciones exhaustivas, mientras del otro lado del mundo los talibanes observan en vivo por televisión.

McCurry asegura además que el trabajo de portavoz está constantemente expuesto a la mirada implacable de la web. "Con algunos errores que cometí entonces hoy no hubiera sobrevivido, estarían todos en Youtube". No obstante, McCurry fue quien autorizó la entrada de las cámaras de televisión a las conferencias en 1995.

Pero a pesar del estrés, lo que le espera a Carney es "una increíble oportunidad de ser parte de la historia", considera el profesor de periodismo Frank Sesno. Además, el press secretary tiene garantizado ser conocido a nivel mundial.

Dana Perino, portavoz de Bush entre 2007 y 2009, recuerda haber sido famosa en Israel y Corea del Sur. "Allí cada día las personas miraban las conferencias de prensa. Querían saber si EEUU todavía estaba de su lado".

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