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Clinton llega a China en un momento de tensión entre los dos países

  • El caso del abogado disidente acogido en la legación de EEUU 'envenena' la situación

La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, llegó ayer a Pekín para celebrar un encuentro estratégico y económico con las autoridades chinas, informó Xinhua, aunque ese foro podría quedar eclipsado por las negociaciones entre Washington y Pekín sobre el futuro del abogado disidente Chen Guangcheng.

Clinton llegó a la capital china en una visita que se presume llena de tensiones, después de que Chen, un abogado ciego por el que la propia secretaria estadounidense mostró apoyo en años pasados, se fugara del arresto domiciliario que sufría y se refugiara "bajo protección estadounidense" en Pekín.

La secretaria norteamericana sólo tenía previsto reunirse ayer con el consejero de Estado chino Dai Bingguo, quien le ofreció una cena de bienvenida, y hoy inicia la cuarta ronda del Diálogo Estratégico y Económico entre los dos países, presidido por ellos dos y por el viceprimer ministro chino Wang Qishan. El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner también participará en las conversaciones, celebradas anualmente entre Estados Unidos y China, que este año llegan en un momento de alta tensión diplomática entre los dos debido al caso Chen.

Fuentes del Gobierno chino reconocieron en los días previos que los derechos humanos estarán en la agenda de las conversaciones, pero que esperan que no se conviertan en el principal tema de negociación, en palabras del viceministro de Asuntos Exteriores chino Cui Tiankai.

Clinton, por su parte, aseguró que durante la visita conversaría "sobre todos los asuntos que estén pendientes entre nosotros, incluidos los derechos humanos", sin entrar en detalles sobre la situación del disidente.

El abogado ciego, famoso por haber denunciado abortos y esterilizaciones forzosas a más de 7.000 mujeres en su provincia natal, Shandong, cumplió cuatro años y tres meses de cárcel por destrucción de propiedades y crear alborotos públicos, sentencia que según grupos de derechos humanos fue una venganza de las autoridades locales contra su activismo.

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