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Confusión en torno a la liberación de la cooperante italiana

  • García-Margallo está en Malí para buscar una solución a los dos españoles raptados

El ministerio de Asuntos Exteriores italiano no estaba en condiciones anoche de confirmar la liberación de la cooperante italiana Rossella Urru, secuestrada el pasado 23 de octubre en Tinduf, en el sur de Argelia junto a dos cooperantes españoles.

La enviada del Ministerio de Exteriores de Italia para cuestiones humanitarias, Margherita Boniver, dijo a la televisión vía satélite Skytg24 que "si fuera verdad lo sabríamos, pero no tenemos ninguna confirmación".

Tampoco hay alguna información de los cooperantes españoles que habían sido secuestrados con ella, Ainhoa Fernández de Rincón, perteneciente a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Extremadura, y Enric Gonyalons, natural de Mallorca, cooperante de Mundubat.

Los medios de comunicación italianos habían afirmado citando fuentes de la familia que la joven había sido liberada en la noche del viernes en Malí, pero posteriormente sus familiares pidieron "cautela", pues aun no había recibido la confirmación de Exteriores.

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se encuentra en Malí para tratar con las autoridades del país africano el secuestro de los cooperantes españoles. Margallo se reunió con el presidente maliense, Amadou Toumani Touré, y su homólogo de Asuntos Exteriores, Soumeylou Boubeye Maiga, según confirmaron fuentes oficiales. El ministro ha tratado con estos dirigentes malienses varios temas, incluido el del secuestro de los cooperantes españoles.

El diario La Repubblica en su edición en internet se hacía eco de las noticias publicadas en la prensa de Mauritania y en las que se informaba de que la joven italiana había sido liberada a cambio de la excarcelación de un miliciano de Al Qaeda, Ould Al-Mukhtar.

Rossella Urru y los dos cooperantes españoles fueron secuestrados durante la noche del 22 al 23 de octubre de 2011 mientras se encontraban prestando ayuda en el campo de refugiados de Hassi Raduni, en el desierto argelino. La italiana trabajaba desde hace dos años en este país.

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