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Críticas de Merkel y Erdogan a la ONU por su papel en la crisis siria

  • Alemania y Turquía exigen un pacto para fijar corredores humanitarios en el país. Dudas sobre la utilidad del diálogo entre el régimen de Al Asad y la oposición.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, exigieron ayer un rápido acuerdo para establecer corredores humanitarios en Siria y criticaron el bloqueo, aunque con distintos matices, que sufre el Consejo de Seguridad de la ONU.

La cumbre bilateral, en la que también se habló del proceso de adhesión de Turquía a la Unión Europea (UE), tuvo lugar dentro de una visita de Erdogan a Berlín de marcado carácter electoral, ya que este año hay presidenciales en su país y probablemente se presente como candidato.

Merkel denunció que la situación humanitaria en Siria es "insoportable", se mostró horrorizada por los barriles-bomba y lamentó que la primera ronda de negociaciones entre el Gobierno sirio y la oposición, que acabó el pasado viernes en Ginebra, no lograse ni un mínimo avance en el ámbito humanitario pese a que por instantes pareció que así sería.

Además, consideró que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe seguir instando a las partes a llegar a un acuerdo en este ámbito, el considerado como más apremiante y, teóricamente, menos controvertido. La canciller destacó que Rusia es un elemento "clave" en el Consejo de Seguridad -en referencia a las veces que ha amenazado con vetar resoluciones sobre su aliada, Siria- y mostró la disposición del Ejecutivo alemán a seguir negociando con Moscú, Pekín y Teherán.

Erdogan cargó, en un tono mucho más crítico, contra el Consejo de Seguridad, al que tildó de "incapaz de trabajar" y de mostrarse insensible ante una "tragedia humana" en la que ya han fallecido "más de 150.000 personas", denunció.

"No se puede aceptar" que el máximo organismo de la ONU -donde sólo Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia y China tienen derecho de veto- contemple estas cifras como "quien ve un partido de fútbol", afirmó Erdogan.

El primer ministro turco, uno de los líderes más abiertamente contrarios al fronterizo régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, lamentó también que la primera ronda de las negociaciones de paz concluyese en Suiza sin el menor avance.

"No ha habido ningún resultado positivo y por el momento tampoco se puede intuir que en el futuro vaya a haberlos", resumió Erdogan.

El primer ministro turco criticó asimismo a la ONU por la escasa ayuda que está recibiendo para atender a los centenares de miles de refugiados sirios que entran en su país y aseguró que, independientemente de la magnitud de ese respaldo, Turquía les seguirá atendiendo.

Merkel reconoció ese esfuerzo, garantizó el apoyo de Berlín en la tarea y consideró que "Europa tiene que dar más pasos" en la acogida de refugiados.

Otro asunto clave del encuentro fue el proceso de adhesión de Turquía a la UE, donde Berlín juega un papel esencial por su peso específico dentro del bloque y su importante comunidad turca, de unos tres millones de miembros.

Merkel reiteró que ella se muestra "escéptica" ante una incorporación completa de Ankara a la UE y recalcó que el proceso tiene un "final abierto", esto es, que podría concluir sin la admisión de Turquía.

Por su parte, Erdogan aseguró que su país quiere acercarse a los Veintiocho y, en una intervención previa a su encuentro con la canciller, aseguró que "la UE necesita a Turquía".

Recientemente se ha abierto el capítulo 22 de las negociaciones, sobre política regional, mientras el 23 (Derechos Judiciales y Fundamentales) y el 24 (Justicia, Libertad y Seguridad) se encuentran bloqueados por Chipre, con la que Ankara se encuentra enfrentada por la república turca del norte de la isla.

Erdogan, asediado en casa por varios casos de corrupción, visitó Berlín con la mirada puesta en las próximas elecciones de su país: las municipales de marzo, en las que lo fundamental es "el número de votos" total que consiga cada partido, y las presidenciales del verano.

Por primera vez el jefe del Estado turco será elegido directamente, y Erdogan, que no puede presentarse a la reelección como primer ministro tras tres legislaturas, probablemente se postule como candidato. La agenda de su visita a Berlín, donde no faltaron las protestas de varios centenares de sus opositores, se cerró ayer con un mitin en el que ha dado cita a alrededor de 4.000 personas. Se estima que de los casi tres millones de personas de origen turco que residen en Alemania, cerca de la mitad son mayores de edad y tienen pasaporte turco y, por tanto, derecho a participar en estos comicios.

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