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Dinastías ensangrentadas

  • Ninguna de las grandes familias políticas de los países del sur de Asia han podido escapar al destino trágico provocado por rebeldes, extremistas o militares ambiciosos

Benazir Bhutto únicamente entró en política cuando su padre fue jecutado. El jueves, murió asesinada, un fin predecible para la mujer que pertenecía a una de las dinastías políticas más importantes del sur de Asia.

Las poderosas familias de los Bhutto en Pakistán, los Gandhi en la India o los Bandaranaike en Sri LankA han dominado la política en esta diversa y políglota región desde la independencia de Gran Bretaña. Pero ninguna de ellas ha escapado a un fin trágico provocado por rebeldes, extremistas o jefes militares ambiciosos.

Fue Zulfikar Ali Bhutto quien fundó su dinastía en el convulso Pakistán pos independiente. Fue elegido primer ministro por el pueblo hasta que el Ejército le derribó del poder en 1977 y posteriormente le ahorcó.

Sus dos hijos murieron en extrañas circunstancias. Su hija, Benazir, dos veces primera ministra, sobrevivió a un ataque suicida contra el autobús que la transpotaba el mismo día de su regreso al país tras ocho años de exilio.

El mes pasado había rendido un sentido homenaje a su padre en su pueblo natal del sur de Pakistán. "Todavía hay peligro, pero Alá puede proteger a cada uno y yo no tengo miedo", aseguró entonces.

En la India, la primera ministra Indira Gandhi fue asesinada por uno de sus guardaespaldas sijs mientras paseaba por su jardín en 1984. La tragedia catapultó a su hijo Rajiv a la política, hasta que murió víctima de un atentado cometido por una mujer suicida en 1991 durante un mitin electoral. Cercada por los presentimientos, su mujer, la italiana Sonia, escribió que "había luchado como una tigresa" para que Rajiv no entrara en política.

Tras su muerte, Sonia luchó desesperadamente para mantenerse al margen, pero el poderoso Partido del Congreso la convenció para que se convirtiera en su líder. Hoy es la mujer más poderosa de la India. "Mi marido y mi suegra vivieron y murieron por este país. Y no creo que hubieran deseado morir de otra manera", aseguró Sonia en una entrevista en 2004.

La región más convulsa del mundo está infectada de grupos violentos que se sienten excluidos por la democracia. Los militares, por su parte , consideran que ellos pueden hacer mejor el trabajo que los políticos. Todo ellos contribuye a hacer de la política una profesión de enorme riesgo.

En Sri Lanka, el primer ministro Solomon Bandaranaike fue asesinado por un monje budista en 1959. Su esposa le sucedió para convertirse en la primera mujer que llegaba al puesto de primer ministro en el mundo. Su hija, Chandrika Kumatarunga, también llegó a primera ministra y presidenta del país y perdió un ojo en un atentado cometido por los Tigres Tamiles en 1999.

En Bangladesh, que se separó de Pakistán en 1971, las dos principales dinastían han segudi caminos paralelos. Seij hasina entró en política cuando su padre, el héroe de la independencia Mujibur Rahman, fue asesinado en un golpe militar en 1975.

El hombre que alcanzó el poder en ese golpe, el general Ziaur Rahman, fue asesinado a su vez en otro intento de golpe de Estado en 1981. Su mujer Khaleda Zia, hasta entonces una simple ama de casa, le sustituyó al frente del país. Su gran rival, Seij Hasina, la sustituyó en el poder en 1996. Hoy en día ambos están detenidos por los militares, acusados de corrupción.

Mahatma Gandhi fue asesinado en 1948. Otro antiguo primer ministro paquistaní, Liaquat Ali Khan, murió en un atentado cometido en 1951 en Rawalpindi, la misma ciudad en la que Benzie Bhutto encontró su fin.

En una reciente entrevista, Benazir aseguraba que tenía la esperanza de que sus tres hijos escogieran profesiones al margen de la política. "Aunque provengo de una familia con un fuerte sentido del deber hacia mi país, les he advertido seriamente de que se mantengan al margen de la política, que sirvan a Pakistán de otra manera, como siendo médicos o trabajadores sociales", señaló."Mis hijos están muy preocupados por mi seguridad. Entiendo su miedo. Pero ellos también pertenecen a la familia Bhutto y afrontaremos el futuro con coraje, sea lo que sea lo que nos depare", concluía.

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