El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha sido cazado propinando una patada en los testículos a un futbolista rival en un partido amistoso. El gobernante asestó un rodillazo deliberado al jugador rival Daniel Cartagena, funcionario de la alcaldía de La Paz que formó parte de un equipo que capitaneó el alcalde, el opositor Luis Revilla, un ex aliado de Morales.

Cuando el partido estaba detenido y el árbitro atendía otro incidente, Morales reaccionó con el rodillazo tras recibir en una jugada aparentemente fortuita una patada de Cartagena. No fue expulsado y jugó todo el partido con algunas molestias en el pie e incluso anotó un gol.

Según informes médicos difundidos por el Palacio, el gobernante está lesionado y los médicos le recomendaron de tres a diez días de "reposo deportivo", aunque no ha dejado de trabajar y este martes mismo se ha reunido de madrugada con dirigentes de los medios y la prensa para discutir sobre una ley contra el racismo.

Al término del partido del domingo, un policía intentó detener a Cartagena pero no pudo por la oposición del alcalde Revilla, aunque el portavoz presidencial, Iván Canelas, ha negado que el Ejecutivo haya instruido su arresto. Cartagena tiene dos días de permiso en el trabajo para evitar el acoso de los medios, según informó el municipio.

Los medios bolivianos han destacado el impacto que ha tenido el vídeo del rodillazo. La Prensa titula "Palacio declara lesionado a Evo Morales tras su rodillazo a un jugador", el matutino Página Siete señala "El rodillazo de Evo da la vuelta al mundo", mientras que para El Diario el "Presidente abusa de poder en el deporte y en la política".

Críticas de los opositores

El deliberado rodillazo le ha granjeado este martes críticas y acusaciones de "abuso de poder" y "totalitario" por parte de sus opositores.

"Para mí ha sido una muestra de abuso de poder, de autoridad. Esto ante la impotencia de la gente que no pudo hacer nada", declaró la diputada de derecha Norma Piérola, quien pidió al mandatario que se disculpe públicamente por la agresión.

Según Piérola, la reacción de Morales no se corresponde con la defensa del fútbol que hace el mandatario como símbolo de unidad y de fraternidad y en cambio refleja, a su juicio, una "soberbia en la política" cuando aplica sus reformas sin escuchar a la oposición.

El también diputado opositor Andrés Ortega dijo a los medios que fue "una situación triste, porque demuestra el espíritu totalitario del presidente a quien siempre le gusta romper la norma y saltar a la autoridad en cada encuentro".

El concejal de La Paz Omar Rocha, de una fuerza opositora centrista, dijo que la actitud de Morales "es una típica conducta antideportiva de un jugador que no sabe jugar fútbol" porque cuando "uno patea al rival es porque no tiene las condiciones para poder derrotar al rival con habilidad y destreza".