El príncipe Johan Friso, hermano del rey Guillermo-Alejandro de Holanda, falleció ayer a los 44 años y tras dieciocho meses en coma por culpa de un aparatoso accidente de esquí en Austria que le causó daños cerebrales irreversibles.

Friso, que tras su accidente fue tratado tanto en Austria como en el Reino Unido, llegó a recobrar en noviembre de 2012 "una consciencia mínima", según los médicos, si bien nunca se produjo una mejoría como para permitirle comprender o comunicarse.

El segundo hijo de la princesa Beatriz estaba casado con Mabel Wisse desde 2004 y tenía dos hijas de 7 y 8 años. Precisamente el matrimonio con Mabel, quien al haber mantenido antes de conocer a Friso una relación con un narcotraficante recibió el veto del parlamento neerlandés, le costó al Príncipe tener que renunciar a sus derechos dinásticos.

La Casa Real holandesa ha recibido el pésame de instituciones internacionales, gobiernos, administraciones públicas nacionales, así como de otras casas reales.

Segundo en la línea sucesoria, y conde de Orange-Nassau, Friso murió sin conocer que su madre pasó el pasado 1 de mayo el relevo en la jefatura del Estado a su hermano mayor y su esposa como nuevos reyes de los Países Bajos.

El fatal accidente de esquí tuvo lugar el 17 de febrero de 2012 en Lech (Austria), una zona que el Príncipe conocía desde niño por ser una de las pistas más frecuentadas por los miembros de la Casa Real, muy aficionados a este deporte.

Sin embargo, Friso no calculó bien el peligro de esquiar en una zona lateral a las pistas y el peso de una avalancha le sepultó durante casi media hora hasta ser rescatado.