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El Gobierno de Iraq pedirá cambios en el pacto de seguridad con EEUU

  • Bagdad busca un acuerdo "más aceptable" para los iraquíes sobre el marco legal que regulará la actuación de las tropas estadounidenses en Iraq cuando venza el mandato de la ONU

El Gobierno de Iraq aplicará una serie de enmiendas al pacto de seguridad que negocia desde marzo pasado con EEUU con el fin de que sea "más aceptable" para los iraquíes, se anunció hoy oficialmente. Este convenio regulará el marco legal de la actuación de las tropas estadounidenses en Iraq cuando venza, a finales de año, el mandato dado por el Consejo de Seguridad de la ONU.

"El Consejo de Ministros coincidió en la necesidad de introducir enmiendas al borrador que pueden hacerlo más aceptable a nivel nacional", afirmó en un comunicado el portavoz oficial del Gobierno iraquí, Ali al Dabag. La nota, sin embargo, no detalló cuáles son las áreas del convenio que quiere enmendar el Gobierno ni el sentido de las reformas que quiere introducir.

La decisión, agregó el portavoz, fue adoptada por consenso al final de una reunión del Consejo de Ministros convocada para discutir este convenio, considerado como el más importante que está negociando EEUU con otro país en materia de seguridad. En la reunión, agregó el comunicado oficial, los ministros "evaluaron los esfuerzos del equipo negociador iraquí y el avance que han logrado los negociadores en el acercamiento a los principios que determinó el Gobierno en el comienzo de las conversaciones".

A partir de esta decisión, las enmiendas que quiera introducir el Gobierno de Iraq serán presentadas a los negociadores estadounidenses. El pacto aún debe pasar por el Parlamento, que debe ratificarlo antes de su entrada en vigor. El borrador establece la retirada total de las tropas estadounidenses de Iraq antes de 31 de diciembre del 2011, aunque abre la posibilidad de que se extienda ese plazo a partir de un acuerdo entre las partes, teniendo en cuenta nuevas circunstancias.

Uno de los temas más espinosos de este convenio, según fuentes oficiales, es la jurisdicción a la que estarán sometidos los soldados estadounidenses. El texto negociado, que tendrá una vigencia de tres años, fija que serán los tribunales de EEUU los que juzgarán supuestos delitos graves cometidos por sus soldados en sus instalaciones y en operativos militares. Pero atribuye a los tribunales iraquíes la jurisdicción sobre hechos delictivos cometidos por efectivos norteamericanos fuera de sus instalaciones y cuando no estén en servicio.

Las dos partes negociadoras se habían comprometido a dejar concluido y aprobado el convenio antes del 31 de julio de este año, pero el plazo no fue cumplido. El ministro de Asuntos Exteriores de Iraq, Hoshiyar Zebari, afirmó ayer que no cree que el proceso para ratificar el pacto quede concluido antes de las próximas elecciones estadounidenses, el 4 de noviembre.

El pasado sábado, decenas de miles de seguidores del clérigo radical chií Muqtada al Sadr se manifestaron en las calles de Bagdad para pedir al Parlamento que rechace el pacto de seguridad que se está negociando con EEUU. Ese pacto "es una mancha de vergüenza en la frente de los ejecutivos que suscriben ese tipo de acuerdos", subrayó Al Sadr en un comunicado leído por el jeque Hadi al Mohamadaui, uno de los ayudantes del líder chií.

El grupo encabezado por Al Sadr, uno de los más críticos hacia la presencia de las tropas estadounidenses en Iraq, cuenta con 30 de los 275 escaños del Parlamento iraquí.

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