Nueve fosas comunes han aparecido en las dos últimas semanas a las afueras de la capital de Ruanda, Kigali, donde podrían hallarse unos 3.000 cadáveres de víctimas del genocidio contra los tutsis de 1994. Esos enterramientos, localizados entre el 11 y el 25 de abril en el pueblo de Kabeza, en el distrito de Gasabo, suponen uno de los mayores descubrimientos de fosas comunes de los últimos años en Ruanda, donde el genocidio causó la muerte de unos 800.000 tutsis y hutus moderados en cerca de cien días.
El secretario ejecutivo de Ikuba, una asociación de superdevivientes de la masacre, en Gasabo, Theogene Kabagambire, confirmó que dos fosas están en una carretera y el resto en el terreno de una casa donde en 1994 se alzaba un centro en el que las temibles milicias hutus Interahamwe asesinaron a tutsis.
"Las labores de exhumación comenzaron el 11 de abril en dos fosas comunes localizadas en la carretera principal. Hemos acabado con una y hemos exhumado 156 personas", explicó Kabagambire. En una fosa de la vivienda, donde había ayer una notable presencia de policías y los servicios de Inteligencia ruandeses, se han hallado un total de 207 cuerpos de adultos desde el viernes. También hay niños asesinados y enterrados de forma anónima, reveló un miembro del comité de Ibuka, Rashid Rwigamba. "Es difícil determinar el número de niños, pero la cantidad de ropa infantil que hemos encontrado hasta ahora nos indica que el número es enorme", detalló Rwigamba.
Ibuka cree que hay unos 3.000 cadáveres, pues es el número de desaparecidos en el Sector de Rusororo, donde está Kabeza, que albergó el mayor destacamento de milicias hutus en el genocidio. "Estamos seguros de que el número ronda los 3.000 porque las pruebas que hemos recogido atestiguan que este lugar acogió el mayor destacamento y cientos de tutsis eran traídos desde diferentes sitios para matarlos", apostilló Rwigamba.
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