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Israel se refugia en los Balcanes

  • Ante el enfriamiento de la relación con Turquía, en su nivel más bajo desde el asalto a un barco con ayuda para los palestinos, Tel Aviv busca nuevos aliados en la región

Israel busca nuevas alianzas en los Balcanes tras resignarse al enfriamiento de sus relaciones con Turquía, que fue durante años su único aliado estratégico regional.

"Hay una sorprendente y constante mejora de nuestras relaciones con Grecia, Chipre, Bulgaria, Rumania y otros, con los que nuestra cooperación se ha acrecentado en todos los niveles", declaró el portavoz del Ministerio israelí de Relaciones Exteriores, Ygal Palmor.

"Nos felicitamos por ello ", pero esta situación "no constituye una medida de sustitución dirigida contra un tercer país", subrayó Palmor, aludiendo a Turquía.

Las relaciones entre Israel y Turquía, antes aliados, se hallan en su nivel más bajo desde el incidente del 31 de mayo, cuando nueve turcos murieron a manos de un comando israelí en un ferry turco que transportaba ayuda humanitaria para la población palestina de la Franja de Gaza.

Ambos países están vinculados desde 1996 por importantes acuerdos de defensa y alta tecnología. Apoyados por Washington, Turquía e Israel participaban regularmente en maniobras militares conjuntas aéreas y navales.

Prueba de la confianza recíproca fueron las negociaciones indirectas de paz sirio-israelíes llevadas a cabo con la intermediación de Turquía, hasta la ofensiva contra la Franja de Gaza en el invierno de 2008-2009.

El presidente estadounidense, Barack Obama, estimuló recientemente a Israel y Turquía, "dos aliados clave de Estados Unidos, a hacer todo lo posible para restaurar sus relaciones". Con ese objetivo, las conversaciones bilaterales se iniciaron en diciembre en Ginebra.

Pero "las relaciones con Turquía nunca volverán a ser las de antes", aseguró en privado un alto responsable israelí, al ser interrogado sobre la nueva orientación de Ankara en favor de los países árabes, y sobre todo de Irán, el enemigo jurado del Estado judío.

El impacto económico más visible es el turismo: los 300.000 visitantes israelíes que frecuentaban cada año Turquía han desertado de este país en 2010.

Sin embargo, la ruptura está lejos de ser definitiva, ya que los intercambios comerciales bilaterales aumentaron un 30% en los primeros 11 meses respecto al mismo período de 2009.

Las importaciones israelíes desde Turquía alcanzaron 1.600 millones de dólares y las exportaciones 1.200 millones (contra respectivamente 1.200 millones y 974 millones en 2009), sin contar los intercambios vinculados al armamento.

Pero, paralelamente, Israel aprovechó el nuevo enfoque de la política griega, tradicionalmente proárabe y hostil a Ankara, sellada en agosto con la visita a Atenas de Benjamin Netanyahu, la primera de un jefe de Gobierno israelí, y que fue seguida por acuerdos de cooperación militar y económica.

El Estado judío contempla exportar hacia Europa vía Grecia gas natural de sus yacimientos descubiertos frente a su litoral mediterráneo.

Un acuerdo denunciado por Turquía acaba de ser firmado entre Israel y Chipre, que delimita las zonas económicas de los dos países en el Mediterráneo.

Privado ahora del espacio aéreo turco para los entrenamientos de su aviación, Israel -debido a su exiguo territorio- lleva a cabo ejercicios aéreos conjuntos con Grecia, Rumanía o Bulgaria.

"Nuestras relaciones con Turquía están en su nivel más bajo, y por ello buscamos nuevos amigos en los Balcanes. Es interesante, pero es la política del mal menor, ya que Israel está ubicado en Oriente Próximo", explica Allon Liel, ex embajador de Israel en Ankara.

Además, destaca que Turquía firmó recientemente un "muy importante" acuerdo de cooperación económica y cultural cuatripartito con Siria, el Líbano y Jordania, y advierte contra el "aislamiento regional de Israel, si el proceso de paz sigue estancado".

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