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Kiev asegura haber matado a más de 300 prorrusos en las últimas 24 horas

  • Las autoridades ucranianas hablan de dos bajas en su bando durante los enfrentamientos en las regiones de Donetsk y Lugansk. Los rebeldes sólo reconocen siete fallecidos en sus filas.

Los cruentos combates de las últimas 24 horas en las regiones ucranianas rebeldes de Donetsk y Lugansk se han saldado con más de 300 milicianos prorrusos muertos y otros 500 heridos, aseguró el portavoz de la operación antiterrorista lanzada por Kiev contra los insurgentes, Vladislav Selezniov. "Según datos preliminares, las bajas por parte de los milicianos ascienden a más de 300 muertos y cerca de 500 heridos. En cuanto a las fuerzas ucranianas, han muerto dos soldados y otros 45 han resultado heridos", dijo Selezniov, citado por la agencia ucraniana Unian.

Los rebeldes, por su parte, reconocieron tan sólo siete bajas y diez heridos en sus filas y lamentaron "una situación muy difícil" para seguir resistiendo.

Selezniov informó de que "los combates continúan" en los alrededores de las ciudades de Slaviansk y Krasni Limán, donde el ejercito ucraniano habría destruido prácticamente todos los puntos de control de los rebeldes. Agregó que los insurgentes tratan de romper el cerco de las tropas para huir de Slaviansk, bastión de la rebelión prorrusa donde ayer empezó una gran ofensiva de las fuerzas ucranianas con apoyo de aviones, helicópteros y carros blindados.

El presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchinov, ha encargado al Consejo de Seguridad y Defensa del país, estudiar la declaración inmediata de la ley marcial en las regiones de Donetsk y Lugansk, escenario de una cruenta operación contra los insurgentes prorrusos. Tras casi dos meses desde el comienzo de las operaciones militares, las fuerzas gubernamentales no han logrado vencer la resistencia de los rebeldes y los muertos ascienden ya a 181, sin contar las bajas de las últimas dos jornadas.

Por lo demás, los insurgentes prorrusos tomaron una base de la Guardia Nacional de Ucrania en la ciudad de Lugansk tras varias horas de intenso intercambio de disparos entre las partes, como reconoció el propio cuerpo armado ucraniano. "Los efectivos se resistieron hasta agotar toda la munición. (...) Tres combatientes resultaron heridos. Entre los atacantes hay cerca de 20 heridos y seis muertos", señala un comunicado de la Guardia Nacional citado por el diario ucraniano "Ukraínskaya Pravda".

La agencia rusa RIA Nóvosti ofreció otra versión de los hechos e informó de la rendición de la unidad ucraniana tras varias horas de combate y al menos un muerto.Según el corresponsal del medio ruso, testigo del enfrentamiento, los milicianos entraron en el cuartel y tras formar en fila a los soldados ucranianos, muchos oriundos de la misma Lugansk, dejaron que éstos se fueran a sus casas.

Por otro lado, este miércoles se reanudó el combate entre los rebeldes y las fuerzas ucranianas por el control de un puesto fronterizo al sur de la ciudad de Lugansk, muy cerca de la frontera con Rusia. "Al parecer, los guardafronteras no quieren rendirse. No habrá negociación. O capitulan o serán aniquilados", dijo tajante a la agencia rusa Interfax el jefe de la llamada república popular de Lugansk, Valeri Bolótov. Los insurgentes lanzaron su primer ataque sobre el puesto fronterizo el pasado lunes, en el que ha sido hasta ahora uno de los combates más largos en la lucha armada que enfrenta desde hace más de un mes a los rebeldes y las fuerzas ucranianas en las regiones prorrusas de Lugansk y Donetsk. Al menos cinco asaltantes murieron y varios guardias fronterizos resultaron heridos en los combates que se prolongaron durante más de 18 horas sin éxito para los milicianos.

Los dirigentes de la república popular de Lugansk, que proclamó su independencia el pasado 12 de mayo tras celebrar un referéndum separatista, han reconocido que su intención es liberar la frontera con la Federación Rusa, en la que querrían integrarse.

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