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May implica a los 'tories' rebeldes para solucionar la salvaguarda irlandesa

  • La 'premier' se cita con los euroescépticos conservadores para sumarlos a su causa y exhibir músculo ante la UE

El presidente de la comisión del 'Brexit' en los Comunes, Hilary Benn, atiende a los medios.

El presidente de la comisión del 'Brexit' en los Comunes, Hilary Benn, atiende a los medios. / Stephanie Lecocq / Efe

Theresa May trata de encontrar una solución alternativa a la polémica salvaguarda irlandesa contenida en su acuerdo del Brexit, tarea para la que ha decidido contar con los diputados conservadores más insubordinados. La premier se reunió en Downing Street con las dos facciones de parlamentarios en sus propias filas conservadoras que se han opuesto a sus planes de salida del bloque comunitario.

Éstos son los miembros del llamado Grupo de Investigación Europea (ERG, en sus siglas en inglés), formado por diputados tories euroescépticos y, en el otro bando, algunos conservadores partidarios de la permanencia en la UE. Ambos integran el nuevo grupo de trabajo para arreglos alternativos (AAWG), creado con el objetivo de buscar un consenso que posibilite la aprobación parlamentaria del acuerdo de salida para que el Reino Unido abandone de forma negociada la UE el 29 de marzo.

Tras entrevistarse con la jefa de Gobierno y tal y como adelantó uno de sus portavoces oficiales, el grupo se reunirá dos veces esta semana con el ministro del Brexit, Stephen Barclay, para tratar de conseguir esa solución a la salvaguarda de Irlanda.

Este mecanismo incluido en el acuerdo de salida sellado entre Londres y Bruselas en noviembre está ideado para evitar el restablecimiento de una frontera dura entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Se trata de un arreglo que sólo entraría en vigor en el caso de que, culminado el periodo de transición de 21 meses establecido en el pacto, ambos bloques no hubieran logrado llegar a un nuevo acuerdo comercial.

De ser así, todo el Reino Unido formaría una unión aduanera, pero Irlanda del Norte tendría un estatus especial más alineado con el mercado único europeo. Una posibilidad que rechazan tanto tories rebeldes como el Partido Democrático Unionista norirlandés, cuyo apoyo necesita May para que la Cámara de los Comunes apruebe el pacto. Con el objetivo de seguir sumando a su causa, la mandataria viaja a Irlanda del Norte.

Todo ello para demostrar a Bruselas, con la que retomará esta semana el diálogo, una posición de fortaleza interna que convenza a la UE de abrirse a renegociar la salvaguarda. Algo que, sin embargo, el bloque comunitario ha reiterado que no ocurrirá porque sólo contempla un acuerdo de salida en los términos en los que ya está cerrado.

Los diputados tendrán previsiblemente la oportunidad de volver a posicionarse sobre los siguientes pasos a mitad de febrero, cuando May comparecerá en la Cámara de los Comunes para detallar sus planes.

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