Entrevista

Merkel: "El mundo espera que Alemania sea ejemplo de libertad y derechos humanos"

  • La canciller repasa las dos décadas desde la reunificación alemana y pide un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU para su país.

Veinte años después de la reunificación de Alemania, “el mundo entero espera que ese país sea estandarte de la libertad y los derechos humanos”, según la canciller Angela Merkel. El compromiso de Alemania con esas causas queda demostrado con su labor en el seno de la Unión Europea (UE), la OTAN y la Organización de Naciones Unidas, enfatizó la líder democristiana al hacer un balance de la situación del país desde su unificación, el 3 de octubre de 1990, menos de un año después de la caída del Muro de Berlín.

-Según usted, Alemania reunificada tiene una gran responsabilidad para con el resto del mundo. ¿Cómo puede responder Berlín a esa exigencia?

-Por su tamaño, su situación geográfica, su historia y poder económico, Alemania tiene una gran responsabilidad. El mundo espera que nos posicionemos. Y para lograrlo, para nosotros, los alemanes, después de todo lo que hemos vivido en en el siglo XX, sólo puede haber un punto de partida: libertad y derechos humanos. Se trata de garantizar la paz en el mundo y, según se especifica en el preámbulo de la Constitución, eso significa luchar siempre por la libertad. Es justo lo que estamos haciendo junto con nuestros socios de la UE y la OTAN. Lamentablemente, en los países más pobres la ayuda al desarrollo se sigue canalizando a las personas que luchan por su pura supervivencia. Para Alemania, en primer plano está la ayuda a la autoyuda. Ello engloba, entre otras cosas, el comercio justo, que ofrece a la gente de los países en desarrollo la oportunidad de modelar libremente sus condiciones de vida.

-¿Qué importancia tiene para Alemania conseguir un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU?

-Alemania es hoy en día un miembro muy reconocido de la comunidad internacional, como pude comprobar una y otra vez en los últimos cinco años. La voz alemana tiene mucho peso en Europa, pero también en el G20. Hemos aumentado nuestro compromiso internacional y hemos asumido más responsabilidades. En la ONU somos un actor importante y el tercer contribuyente. El Consejo de Seguridad de la ONU tiene la responsabilidad de preservar la paz mundial. Nosotros queremos trabajar ahí por la paz y la seguridad, por la igualdad económica y social, y por la superación de los grandes desafíos globales, como el cambio climático y la escasez de alimentos. Y a la vez buscamos una mayor eficiencia y transparencia en el trabajo de las Naciones Unidas. Con un asiento permanente, podríamos perseguir más eficazmente esos objetivos.

-Los alemanes del este se quejan con frecuencia de que la extinta República Democrática Alemana (RDA) se integró en la República Federal de Alemania sin que hubiese una unificación real. ¿Qué oportunidades cree que se desperdiciaron?

-Creo que fue una gran dicha poder llevar a cabo la reunificación en paz y libertad. La mayoría de los alemanes creía entonces que la división se mantendría durante décadas. Si en 1989 cientos de miles de personas no hubieran salido a las calles en la RDA, probablemente yo seguiría esperando poder viajar libremente, al menos cuando me jubilase. Desde el punto de vista legal, fue una incorporación a la Carta Constitucional, pero desde el político se trató de una unificación consciente y buscada. La gran mayoría de los que participaron en las elecciones libres quería la unificación rápidamente. El hecho de que se pudiera cumplir ese deseo se debe a la diplomacia con la que actuaron el entonces canciller, Helmut Kohl, y su ministro de Exteriores, Hans-Dietrich Genscher, pero también al trabajo y la visión de políticos que negociaron en poco tiempo la unificación monetaria y el contrato de reunificación.

-¿Cuál es el mayor beneficio para ambas partes del país, este y oeste?

-Para todos los alemanes es ya una enorme ganancia el poder vivir en un Estado de Derecho libre y en paz con todos sus vecinos. Es la primera vez que ocurre eso en toda la historia del país y para mí tiene un valor incalculable.

-¿Qué objetivos no se han cumplido todavía, 20 años después de la reunificación?

-Entre el este y el oeste del país sigue habiendo diferencias estructurales, como demuestran cada mes las cifras de empleo. El objetivo es lograr una economía autosuficiente en los estados federados de la desaparecida RDA. En los últimos 20 años hemos logrado mucho, desde la construcción y reconstrucción de carreteras, hasta la protección medioambiental pasando por una asistencia médica más completa y mejores condiciones de vida. Soy optimista y creo que seguiremos avanzando.

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