Miles de ultraortodoxos judíos se deben incorporar al Ejército israelí

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ordenó ayer al Ejército que comenzase a procesar la información sobre miles de jóvenes ultraortodoxos que hasta ahora disfrutaban de la exención militar, tras expirar ayer la llamada Ley Tal.

La orden, que canceló la exención automática de la que la comunidad ultraortodoxa ha disfrutado durante hace seis décadas, se traducirá en el envío de convocatorias a todo joven mayor de 16 años y medio, como ocurre con el resto de la población, pero no establece regulación para el resto.

"Este es un día importante. La situación que había hasta ahora no se repetirá", afirmó Barak.

Los ultraortodoxos, que eludían el servicio con tan sólo declarar que dedicaban su jornada al estudio de la Torá, no se alteraron por su nueva situación a pesar de las protestas y manifestaciones de semanas anteriores, y en las oficinas de alistamiento no se registró ayer ningún cambio.

El general retirado Eliezer Stern, ex comandante del Departamento de Personal del Ejército, declaró a la radio pública que "nadie debe esperar una afluencia masiva de jóvenes" de esta comunidad a las oficinas de alistamiento, y que en la práctica "las cosas seguirán como están".

La Ley Tal fue legislada en 2002 para garantizar por ley unos parámetros automáticos de exención a esta comunidad, pero se declaró anticonstitucional por el Tribunal Supremo israelí, que forzó al Gobierno a buscar una solución que no fuese discriminatoria.

Por motivos políticos en su coalición de gobierno, Netanyahu no encontró la forma de legislar la nueva ley, por lo que el Ejército se vio obligado desde ayer a aplicar los mismos criterios de alistamiento a todos los jóvenes.

El ministro de Defensa dio al Ejército un plazo de un mes para que le entregue una propuesta práctica para empezar a reclutar de facto a estos jóvenes, en un plan temporal hasta que el Parlamento logre sacar adelante una nueva legislación.

El plan deberá tener en cuenta el mandato del Supremo, las facultades de los reclutas, los requisitos y necesidades del Ejército y el principio de "compartir el peso" del Estado entre toda la población, indicó Defensa en un comunicado.

Identificado únicamente como Matán, un joven dijo que su intención era alistarse independientemente de lo que ocurra con la polémica ley, e instó a sus colegas de seminario a seguir sus pasos, ya que la nueva situación "llevará a filas a todos los de su comunidad". "Se puede ir al Ejército y a la vez estudiar Tora. No es ninguna excusa", aclaró.