Al menos tres soldados ucranianos murieron y ocho resultaron heridos en las regiones de Lugansk y Donetsk en las últimas 24 horas pese al segundo alto el fuego vigente en el este del país, según informó ayer el Consejo de Seguridad Nacional en Kiev, algo que negaron los rebeldes prorrusos.

Los tres soldados son las primeras víctimas desde el inicio de la tregua el martes, dijo el portavoz militar Andrei Lyssenko. Los separatistas prorrusos atacaron también más de 20 veces posiciones de unidades del Gobierno.

Sin embargo los insurgentes negaron la información, de la que no había una confirmación independiente, y señalaron que comenzaron a retirar armas pesadas de la línea del frente.

Rusia llamó una vez al diálogo entre las partes en conflicto. Según la fiscalía nacional rusa, unas 5.000 personas murieron desde abril en combates en el país vecino, dijo el portavoz Alexander Drimanov. Además, la Fiscalía ucraniana constató ayer la muerte de 241 soldados en el cerco, en agosto pasado, de la localidad de Ilovaisk, punto de inflexión de la guerra en el Este de Ucrania.

El primer ministro de Ucrania, Arseni Yatseniuk, admitió ayer que el país entrará en suspensión de pagos si los países occidentales no ayudan a Ucrania.