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Ruanda envía tropas al Congo para perseguir a rebeldes hutus

  • Las tropas ruandesas avanzan hacia Rutshuru, situada en el área de las selvas de las montañas Virunga, donde los rebeldes ruandeses tienen sus campamentos.

Soldados de Ruanda entraron hoy en territorio de la República Democrática del Congo (RDC) para participar en una operación conjunta con tropas locales contra rebeldes hutus ruandeses que tienen bases en el este congolés, confirmaron fuentes de las Naciones Unidas.

Portavoces de la Misión de la ONU en la RDC (MONUC) señalaron que entre 1.500 y 2.000 efectivos del ejército ruandés se encuentran ahora en Kibati, localidad situada a 35 kilómetros al norte de Goma, capital de la provincia Kivu Norte.

Las tropas ruandesas avanzan hacia Rutshuru, situada en el área de las selvas de las montañas Virunga, donde los rebeldes ruandeses tienen sus campamentos, señalaron las fuentes de la MONUC, que puntualizaron que el ejército congolés también se ha movilizado en la misma dirección con tanques y unidades de lanzacohetes.

Los Gobiernos de Kinshasa y Kigali acordaron el 5 de diciembre pasado desarmar a las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), integradas por miembros del antiguo ejército ruandés y la milicia hutu "interahamwe", responsables por el genocidio perpetrado en Ruanda entre abril y julio de 1994 y que huyeron luego al este del antiguo Zaire.

El genocidio comenzó en la madrugada del 7 de abril de 1994, pocas horas después de que el avión privado Falcon 50 del entonces presidente ruandés, Juvenal Habyarimana, fuera derribado por un misil cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Kigali.

Nadie asumió la responsabilidad por el atentado pero el gobierno controlado por la etnia hutu acusó al grupo rebelde tutsi Frente Patriótico Ruandés, que dirigía el actual presidente ruandés, Paul Kagame.

Tras la muerte de Habyarimana, 937.000 tutsis y hutus políticamente moderados, según el último censo del Gobierno ruandés, fueron masacrados por la milicia "Interahamwe", soldados del Ejército y la propia población civil, alentada por la emisora extremista Radio Libre Mil Colina y líderes locales.

La presencia de los guerrilleros hutus en la zona de frontera motivó la participación de Ruanda en la guerra civil congoleña de 1996-1997 que terminó con el derrocamiento del dictador zaireño Mobutu Sese Seko y nuevamente en la de 1998-2003, que también involucró a otros cuatro países de la región meridional de África.

El oriente congolés se encuentra nuevamente en guerra desde agosto pasado, cuando el Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), integrado mayormente por tutsis congoleños -conocidos como banyamulenges- se alzó en armas, según afirma, para defender a esa etnia minoritaria de los ataques de las FDLR y varias milicias locales rivales.

Inicialmente, el régimen de Kinshasa acusó al de Kigali de brindar ayuda material al CNDP, pero Ruanda rechazó tajantemente las acusaciones.

El viernes pasado, disidentes del CNDP que afirman haber depuesto al líder del movimiento, el general renegado Lauret Nkunda, declararon unilateralmente el fin del actual conflicto con las autoridades de Kinshasa y anunciaron su intención de rastrear a las FDLR. El sector de Nkunda ha declinado hacer comentarios al respecto.

La intención de "desarmar a las FDLR y otros grupos armados" en el oriente congolés fue confirmada el pasado día 13 al término de una reunión del Consejo de Ministros de la RDC por el titular de la cartera de Comunicación y Prensa congoleño, Lambert Mende Omalanga.

"El Gobierno ha decidido desarmar, por la fuerza, a todos los grupos armados tras analizar las causas profundas del conflicto recurrente que impide el desarrollo de la región del este de la RDC", dijo Omalanga tras la reunión, que fue presidida por el jefe de Estado congoleño, Josep Kabila.

El portavoz congolés señaló asimismo que oficiales del ejército ruandés serían invitados a formar parte de una misión de observación de las operaciones de desarme.

El gobierno de la RDC no ha comentado acerca del número de soldados ruandeses desplegado en su territorio, que supera el de un contingente usual de observación.

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