El Partido Socialdemócrata (SPD) de Olaf Scholz, los Verdes y el Partido Liberal (FDP) están dispuestos a iniciar negociaciones formales de coalición para formar el próximo gobierno federal alemán, según el canal informativo alemán ntv.
La decisión se adoptó en la ronda de conversaciones previas de sondeo y deberá ser sometida a lo largo del fin de semana a examen de congresos de formato reducido de los verdes y liberales.
Las cúpulas del Partido Socialdemócrata (SPD), Los Verdes y el Partido Liberal (FDP) se han reunido este viernes por separado para evaluar el estado de la conversaciones para la formación de una coalición de Gobierno y decidir si deben pasar a convertirse en negociaciones formales.
Reuniones a varias bandas
Los equipos negociadores de los tres partidos han tenido tres reuniones desde las elecciones del 26 de septiembre en las que el SPD fue el partido más votado.
Antes había habido una serie de encuentros bilaterales entre verdes y liberales, así como entre representantes de esos dos partidos con el SPD.
En caso de que las cúpulas recomienden que se inicien negociaciones formales de coalición, cada uno de los tres partidos seguirá caminos distintos para tomar la decisión definitiva.
Los Verdes someterían la decisión a un llamado "pequeño congreso" que podría celebrarse el fin de semana. Los liberales consultarían a diversos órganos del partido mientras que el SPD ha dejado la decisión en manos del equipo negociador.
El punto crítico, y en el que el FDP ha trazado líneas rojas es el de las finanzas. Los liberales rechazan alzas de impuestos, lo mismo que una flexibilización del llamado freno a la deuda, que exige presupuestos equilibrados en tiempos de normalidad económica.
La idea de rebajar impuestos -el programa liberal incluía alivios fiscales por valor de 80.000 millones de euros- puede, al parecer, al menos aplazarse.
Los Verdes quieren un programa de inversiones en protección del clima y en otros campos como la digitalización para lo cual propusieron dentro de las elecciones complementar el freno a la deuda con lo que ellos llamaban "una regla de inversiones", lo que implicaría una flexibilización.
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