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Sarkozy avanza en los sondeos y pone en duda el triunfo socialista

  • La tendencia creciente en favor del actual presidente y el aumento del respaldo al candidato de la izquierda radical colocan a Hollande en una posición difícil

El candidato socialista a las elecciones presidenciales francesas, François Hollande, ve cada día que pasa más amenazada su condición de favorito por el repunte del mandatario saliente, Nicolas Sarkozy, que ahora lidera los sondeos de la primera vuelta, y por el ascenso del candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon.

Sarkozy está situado actualmente por todos los sondeos en cabeza en la primera vuelta, que se realizará el 22 de abril.

Una encuesta del instituto CSA publicado el miércoles daba cuenta de una ventaja importante de Sarkozy, con el 30% de las intenciones de voto, frente al 26% para Hollande. Otro sondeo, éste de TNS-Sofres, situaba también en primer lugar a Sarkozy, aunque con un avance menor sobre Hollande, respectivamente el 29 y el 28%.

El candidato socialista sigue siendo dado como ganador en la segunda vuelta del 6 de mayo, pero su ventaja se reduce: 55-45 para TNS-Sofres y 53-47 para CSA. "A principios de febrero la ventaja era de 60 a 40 en favor de Hollande", recordó Jérôme Sainte-Marie, de CSA.

Edouard Lecerf, directivo de TNS-Sofres, estimó que "aunque podemos decir que los candidatos están codo con codo, la dinámica se invirtió en beneficio Sarkozy". El semanario de izquierda Le Nouvel Observateur confirmó ese análisis con una frase jocosa: "¡Socorro, Sarkozy vuelve!".

El instituto CSA explicó ese cambio por una "decepción" de algunos simpatizantes de izquierda atraídos por Hollande cuando éste cuestionó "a los más ricos", pero que están "decepcionados de que no anuncie en sus intervenciones suficientes medidas sociales", considera Sainte-Marie. Cree asimismo que ciertos electores centristas se muestran más favorables a Sarkozy por considerar que éste tiene "más cualidades de autoridad de un jefe de Estado".

Sarkozy está llevando a cabo una campaña agresiva, repitiendo posiciones muy duras sobre la inmigración.

Hollande, que trató de restar importancia a la progresión de su adversario afirmando que nunca imaginó mantener hasta el final 15 puntos de ventaja, sostiene también su línea de campaña, presentándose como un presidente unificador.

Otro dato preocupante para Hollande es el importante avance en los sondeos de Mélenchon. Respecto a él, Hollande se limita a recordar que la primera vuelta es "decisiva", negándose a atacarlo por temor a dividir su campo. "¿Y si el tercer hombre fuera él?", se planteaba el jueves la prensa francesa sobre el candidato de la izquierda radical, a quien las encuestas atribuyen entre el 13% y el 14% de las intenciones de voto y sigue creciendo de forma acelerada.

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