El Tribunal Supremo de Holanda confirmó ayer la responsabilidad del Estado holandés en la muerte de tres víctimas del genocidio en la localidad bosnia de Srebrenica en 1995, un enclave que en ese año estaba bajo la protección de los cascos azules neerlandeses.

Según la sentencia, el Estado holandés tenía el "control efectivo" sobre la actuación de la misión de paz de las Naciones Unidas en Bosnia, por lo que la responsabilidad en las decisiones no pueden ser atribuidas solamente a la ONU, como argumentaban los abogados estatales.

"Según el Derecho Internacional, la evaluación de una situación de riesgo no corresponde solamente a Naciones Unidas, que dirigía la misión de paz, sino también al Estado, que tenía un control efectivo sobre la actuación de los soldados holandeses", indicó el Supremo neerlandés en su decisión.

El fallo de ayer pone fin a una lucha judicial iniciada hace diez años por los familiares de tres musulmanes que perecieron durante el genocidio de Srebrenica, en el que unos 8.000 varones de esa religión fallecieron en una ofensiva serbobosnia, en el contexto de la guerra civil que asoló ese país balcánico entre 1992 y 1995.

Las víctimas son el electricista Rizo Mustafic e Ibro y Mohamed Nuhanovic, padre y hermano respectivamente del traductor oficial, activo en el enclave, Hasan Nuhanovic.

Éste recurrió, junto con otro familiar de Mustafic, a la letrada holandesa Lisbeth Zegveld para presentar la denuncia en Holanda contra el Estado de los Países Bajos por su papel en la muerte de sus familiares.

La sentencia de ayer, que es inapelable, confirma la del Tribunal de Apelación de La Haya emitida en julio de 2011, la cual había sido recurrida por el Estado holandés.