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Trump: "La UE es un enemigo"

  • El presidente recrudece su lenguaje tras su visita a Reino Unido

  • Llegó a aconsejar a May que rompiera la baraja con el 'Brexit'

  • Hoy se ve con Putin "con pocas expectativas"

El presidente estadounidense, Donald Trump, consideró ayer que la Unión Europea (UE), uno de los aliados históricos de EEUU, es ahora un "enemigo" de su país. "Bueno, creo que tenemos muchos enemigos. Considero que la Unión Europea es un enemigo, lo que nos hacen en el comercio. No lo pensarías sobre la Unión Europea, pero es un enemigo", señaló Trump en una entrevista con la cadena estadounidense CBS desde su club de golf en Turnberry (Escocia, Reino Unido).

Trump apuntó, además, que Rusia "es enemiga en ciertos aspectos" y que China es un "enemigo económicamente". "Pero eso no significa que sean malos. No significa nada. Significa que son competitivos", aclaró el presidente en esa entrevista.

En los últimos meses, Trump ha elevado la tensión con países y regiones consideradas socios de EEUU, como la propia UE, Canadá y México, especialmente en materia comercial.

De hecho, EEUU decidió poner fin en junio a la exención a los aranceles al acero y al aluminio procedentes de la UE, Canadá y México, un movimiento que fue respondido con medidas similares por parte de los gobiernos de esas regiones. "Amo a esos países (los de la UE). Respeto a los líderes de esos países. Pero, en un sentido comercial, realmente se han aprovechado de nosotros, y muchos de esos países están en la OTAN y no estaban pagando su parte", criticó.

Después de la cumbre de la OTAN, Trump presumió de haber promovido el aumento de la inversión en defensa entre los miembros de la OTAN y afirmó que los aliados europeos y Canadá han "reforzado su compromiso" con el gasto militar "como nunca lo habían hecho antes". Sin embargo, en la reunión de líderes de la Alianza que concluyó este jueves en Bruselas no se alcanzaron nuevos compromisos sobre los niveles de gasto en defensa, más allá de reafirmar lo pactado en la cumbre de Gales de 2014, donde los países miembros decidieron destinar en una década el 2% de su PIB a las fuerzas armadas.

En esta estrategia de tensión, Trump aconsejó a la primera ministra británica, Theresa May, que demandara a la UE en lugar de negociar los términos del Brexit, según confesó ayer May en una entrevista en la cadena pública BBC. El jefe de la Casa Blanca contó al término de su reunión con la premier el pasado viernes en Chequers (sureste inglés) que le había dado un "consejo" de cara a la salida del Reino Unido de la Unión Europea que May había encontrado demasiado "brutal". Sin embargo, la política manifestó ayer que en la reunión Trump cambió de parecer y le dijo que no abandonara las negociaciones, que si lo hacía estaría "atascada".

El mandatario estadounidense afrontará hoy lunes su última etapa de su gira europea al reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en Helsinki. El presidente norteamericano encara lacumbre sin mayor ambición que un deseo de mejorar en términos generales la relación bilateral con Rusia, lo que ha generado temores en Washington a que se deje "manejar" por el hábil líder de Rusia. "Voy con pocas expectativas. No voy con expectativas altas", dijo Trump. "Pero creo en tener reuniones con Rusia, China o Corea del Norte. No va a salir nada malo de ello, y quizá salga algo bueno", agregó.

Trump no quiso aclarar cuáles son sus objetivos para la cumbre, la primera formal que mantiene con Putin desde que llegó al poder, y sobre la que dijo esta semana que será una "reunión poco definida" y "sin una agenda muy grande". El presidente estadounidense solo ha confirmado que los conflictos en Siria y Ucrania estarán sobre la mesa, y que volverá a "preguntar" si Moscú interfirió en las elecciones que le dieron la victoria en 2016, aunque sin insistir demasiado.

Y el asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, confirmó ayer en una entrevista con la cadena ABC que la cumbre estará "desestructurada" y que Washington "no busca resultados concretos".

Por su lado, el presidente ruso, Vladímir Putin, llegará a Helsinki con la intención de convencer a su colega estadounidense, Donald Trump, de que Rusia no es una amenaza, como primer paso para mejorar las maltrechas relaciones bilaterales.

"La tensión actual no tiene fundamentos objetivos. La Guerra Fría hace mucho que ha terminado. La época de la aguda confrontación ideológica de la Unión Soviética y Estados Unidos es cosa del pasado", dijo en vísperas de la cumbre Yuri Ushakov, asesor de Putin. El Kremlin llevaba mucho tiempo detrás de un cara a cara en toda regla entre los dos líderes, confiado en poder impedir que Estados Unidos siga haciendo de las sanciones económicas su principal instrumento en las relaciones con Moscú.

La frágil cooperación económica entre los dos países y cómo mejorarla es uno de los asuntos que quiere tratar Putin, que hará "propuestas concretas en este sentido a Trump", aseguró Ushakov. A Rusia no solo le preocupan las sanciones directas de Washington, dañinas para la economía del país, sino sobre todo el carácter extraterritorial de esas medidas, que fuerzan a su cumplimiento a terceros países, lo que amenaza sectores y empresas estratégicas para Moscú.

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