El ex director del FBI James Comey solicitó un notable aumento de los fondos para la investigación de la supuesta interferencia en las presidenciales de EEUU por parte de Rusia días antes de ser despedido por el presidente Donald Trump, indicaron ayer varios medios estadounidenses.

Según The New York Times, que fue el primero en adelantar esta información citando como fuente a tres funcionarios familiarizados con el asunto, Comey pidió estos recursos adicionales durante un encuentro la pasada semana con el fiscal general adjunto de EEUU, Rod Rosenstein. Por su parte, el Departamento de Justicia negó ayer "rotundamente" que Comey pidiese más recursos, a través de un portavoz. Rosenstein fue precisamente quien escribió el informe del Departamento de Justicia en el que se justifica el despido de Comey.

Trump se refirió a esta información al anunciar el martes por sorpresa la salida de Comey del FBI, algo que justificó ayer porque "no estaba haciendo un buen trabajo". El despido de Comey ha provocado una tormenta política en el país, dado que era el encargado de liderar la investigación sobre la presunta interferencia de Moscú en las elecciones de EEUU de noviembre y la relación entre funcionarios rusos y miembros de la campaña electoral de Trump.

Por su parte, la portavoz adjunta de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, aseguró en una rueda de prensa que el Gobierno "anima" al FBI a seguir con sus investigaciones, aunque consideró que no es necesario nombrar a un fiscal independiente para la investigación rusa.

Los legisladores demócratas y algunos republicanos pidieron al Departamento de Justicia que nombre a un fiscal independiente con el objetivo de alejar la investigación del círculo de Trump y garantizar que los hechos se investigan de manera exhaustiva.

Según la portavoz, el presidente pensó en despedir a Comey desde el momento. Trump "perdió confianza en el director Comey y, sinceramente, estaba pensándolo desde el día en que fue elegido", afirmó Sanders, quien dijo que el presidente de EEUU se decidió finalmente el martes.

La portavoz explicó que Trump se reunió con el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions, y su "número dos", Rosenstein, el lunes, cuando le transmitieron sus preocupaciones sobre el comportamiento de Comey y el mandatario les pidió que lo pusieran por escrito.

Paradójicamente, la destitución del jefe del FBI se produjo un día antes de que el presidente estadounidense recibiese en la mañana de ayer al ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, en la Casa Blanca. Se trata del contacto de más alto nivel de Trump con el Kremlin desde su llegada al poder el 20 de enero y sigue al viaje que realizó a Moscú el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, en abril.

Trump enfatizó ante Lavrov que Moscú tiene que hacer más para refrenar al régimen del presidente sirio, Bashar al Asad, y a Irán para trabajar hacia una salida al conflicto en Siria. Según un comunicado divulgado por la Casa Blanca tras el encuentro, el mandatario estadounidense expresó, además, su "deseo de construir una mejor relación" entre los dos países.

Trump hizo hincapié ayer ante Lavrov en la "necesidad" de que EEUU y Rusia "trabajen juntos para poner fin al conflicto en Siria" y subrayó que Moscú debe "refrenar" al régimen de Al Asad, a Irán y a los aliados de Teherán, de acuerdo con la Casa Blanca.

Por otro lado, en el encuentro que mantuvo Lavrov con Tillerson antes de su visita a la Casa Blanca, ambos hablaron de "reducir la escalada de violencia en Siria y garantizar que la asistencia humanitaria llegue a cientos de miles de civiles en todo el país", según explicó el Departamento de Estado en otro comunicado. En cuanto a Ucrania, Trump expresó a Lavrov el "compromiso" de su Gobierno de seguir participando en las conversaciones para resolver el conflicto, a la vez que remarcó "la responsabilidad de Rusia de aplicar plenamente los acuerdos de Minsk". También Tillerson insistió ante Lavrov en "avanzar hacia la plena aplicación de los acuerdos de Minsk", al asegurar que las sanciones contra Rusia se mantendrán hasta que Moscú "revierta las acciones que las desencadenaron".